Los veinte clubs más importantes de Europa perdieron la temporada pasada 1.100 millones de euros y en la 20-21 van a dejar de ingresar 2.000 millones por el impacto de la pandemia. El Gobierno ha evitado que en España el descalabro económico sea mucho mayor al permitir la conclusión de la temporada pasada, ya que si no llega a completarse se habrían perdido hasta un tercio de los ingresos. Los consultores coinciden en que la autorización ha sido clave para salvar al fútbol. Las televisiones pagaron la temporada pasada 1.825 millones para retransmitir los partidos de LaLiga tras una rebaja del 5 % y este año hay previsto otro ajuste por el cierre de los bares. LaLiga informa de que desde el 15 de marzo la Covid ha tenido un impacto neto en la industria del fútbol profesional español de mil millones de euros. Ante esta situación, los clubs se han visto obligados a renegociar la fichas de los jugadores y los expertos advierten de que los que están financieramente peor (con mucho endeudamiento y salarios altos) lo “pasarán mal”.

LaLiga asegura que, gracias al control económico, los protocolos sanitarios que “han permitido mantener viva la competición y el gran esfuerzos de los clubs en la contención de gasto”, la competición ha soportado mejor la crisis que otros campeonatos europeos. “Nuestras estimaciones son que en la temporada 19/20 el impacto en los ingresos totales ha sido de 366 millones de euros. Gracias a la reducción de gastos de los clubs, calculamos que el impacto neto en resultados será de 175 millones. En cuanto a la 20/21, la estimación es que estaremos en un impacto de 1.411 millones de euros sobre los ingresos totales. De nuevo, gracias a la contención en el gasto, podremos hablar de un impacto neto en los resultados de 854 millones. En resumen, en el conjunto de estas dos temporadas la estimación es que la Covid está teniendo un impacto de poco más de 1.000 millones en la industria del fútbol profesional”, precisa la patronal. Los ingresos previstos sin Covid hubieran sido en las dos temporadas de 9.627 millones (una caída del 18 %).

La situación es complicada en todo el continente. Deloitte concluye en su informe anual Football Money League 2021 (referencia en el seguimiento financiero del deporte rey) que la temporada pasada los 20 clubs más fuertes de Europa ganaron 8.200 millones de euros, una caída del 12 % sobre el ejercicio anterior. Esta situación se agravará esta temporada con unas pérdidas previstas de 2.000 millones por la ausencia de facturación de abonos y entradas, la renegociación de los contratos televisivos y la rebaja de los patrocinios. El análisis puntualiza que los equipos europeos que más dinero ingresan son el FC Barcelona (715,1 millones en la temporada 20-21) y el Real Madrid (714,9 millones) tras sufrir una caída de ingresos del 15 % y del 5,6 % respectivamente. El tercero es el Bayern de Munich con 634,1 millones. El Atlético de Madrid es el decimotercer equipo europeo por ingresos (291,5 millones tras sufrir una caída del 12,8 %).

Hasta la llegada de la pandemia, la asistencia a los estadios crecía de manera estable. Entre las temporadas 13-14 y la 18-19, el incremento de aficionados en los campos fue del 15,53 % y en la pasada la afluencia subió un 2,89 % hasta mediados de marzo (jornada 25 de primera y 30 de segunda), según LaLiga. Los profesionales del mundo del fútbol están intranquilos ante cómo van a reaccionar los aficionados cuando se acabe la pandemia. Damiá Vidagany, CEO en la consultoría y agencia de representación DV7 Management, advierte de que los clubs están preocupados por “este posible cambio de comportamiento del aficionado. Sobre cómo va a afectar el hecho de no ir durante un año y medio a los estadios y si se perderá la costumbre”. El director general del Villareal, Federico Alcácer, reconoce que la incertidumbre sobre cuándo podrán abrir los estadios al público “dificulta la planificación y cualquier previsión presupuestaria porque la taquilla es una de las tres fuentes de ingresos junto a la televisión y los acuerdos comerciales”.

Vidagny subraya que LaLiga no ha hecho mucho ruido con el cierre de los estadios al público porque “el Gobierno ha permitido el desarrollo de la competición sin espectadores. La mayoría de los clubs ha podido mantener el pulso por los ingresos de televisión”.

A pesar de la pandemia, el interés por el fútbol sigue vivo en España. “La audiencia en la actual temporada ha aumentado un 6,5% en La Liga Santander, aunque hay algunos partidos aplazados que todavía no se han contabilizado. Teniendo en cuenta este factor, nuestra estimación es que estamos en el 8,4 % de incremento respecto a la temporada pasada”, asegura un portavoz de LaLiga. En el caso de la Liga SmartBank (segunda división), el incremento en los partidos de pago es de un 23,7 % respecto a la temporada pasada.

Centro de innovación

Iris Córdoba, directora del Global Sport Innovation Center (el centro de innovación tecnológica en el deporte de Microsoft), destaca más allá de los números que la pandemia ha tenido un gran efecto en el aumento del consumo de fútbol por televisión y esa tendencia se va mantener cuando desaparezca el virus. “La pandemia ha permitido un gran avance en la digitalización del sector audiovisual. Esa tendencia se mantendrá. En la época postcovid, la digitalización tomará un papel relevante en los recintos deportivos. Tendrán menos capacidad de aforo, pero se convertirán en destinos sociales y de ocio donde la gente irá a vivir experiencias inmersivas e incluso a reunirse, trabajar, comprar o comer. Los campos se convertirán en espacio multiusos, como el caso de los nuevos estadios del Real Madrid o el Tottenham Hotspur”. El director general del Villarreal confirma la importancia de las nuevas tecnologías. “Creo que la tecnología nos ha permitido mantener el vínculo con nuestros aficionados, activar la relación con los patrocinadores y obtener la visibilidad que se ha perdido con los estadios vacíos», afirma.

Una de las preocupaciones de la industria es qué va a pasar con las nuevas generaciones, que están acostumbradas a consumir contenidos cortos, según advierte el consultor y experto en marketing deportivo Damiá Vidagany. El profesor de Economía Financiera José María Gay de Liébana apunta que los “chavales tienen otros intereses. A mi hijo no le gusta el fútbol. Ver un partido que al final acaba cero a cero no engancha a nadie”. Iris Córdoba certifica que “los datos demuestran que los jóvenes, sobre todo los millenials y nativos digitales, ya no consumen contenido audiovisual en la televisión y no son capaces de ver un partido en directo de 90 minutos. Prefieren utilizar sus móviles y plataformas digitales para consumir contenidos más cortos (resúmenes). Esto está muy relacionado con la irrupción de los eSports y el surgimiento de plataformas como Ubeat de Mediapro, Twitch o Discord con contenidos más fáciles de consumir y donde los jóvenes pueden interactuar con sus influencers y youtubers favoritos”. Gay de Liébana advierte de que además el fútbol español “pierde gancho y eso será un problema cuando se negocien los contratos de televisión. Messi ya no es Messi y Cristiano no está. LaLiga ya no es la mejor del mundo”.

Juan de Dios Crespo, el abogado que depositó los 222 millones de la cláusula de rescisión de Neymar, resalta que desde el estallido de la pandemia se han realizado muy pocos traspasos de nivel y por cantidades muy inferiores a los de temporadas anteriores. “Los clubs han acusado deportivamente el golpe económico. Los jugadores tuvieron que rebajarse la ficha la temporada pasada o aplazar los cobros (el Barcelona ha negociado pagos a varios años). Lo habitual es que los jugadores se hayan bajado el sueldo entre un 10 % y un 15 %”, señala.