La economía canaria no conseguirá recuperar hasta principios de 2023 los niveles de crecimiento, actividad y empleo que existían antes de la crisis provocada por el coronavirus. De esta manera, al Archipiélago todavía le queda atravesar al menos dos años duros, aunque se prevé que 2021 pueda cerrarse con un crecimiento de entre el 2 y el 5%. Sin embargo, no será hasta finales de 2022 o principios del año siguiente cuando la recuperación permita alcanzar los datos cosechados antes de la pandemia.

Así lo estima la Cámara de Comercio de Santa Cruz, cuyo presidente, Santiago Sesé, advirtió ayer que Canarias todavía experimentará en 2021 un año difícil, en el que el primer trimestre será “muy duro y complicado”, ya que las Islas seguirán perdiendo tejido productivo y aumentando los niveles de desempleo. Para el segundo trimestre sí se espera un crecimiento interanual, debido a que se comparará con el del año 2020, cuando la economía se paralizó casi por completo debido al confinamiento.

La previsión es que los últimos seis meses pueda producirse una ligera mejoría, siempre y cuando la vacunación reduzca de forma importante la incidencia del virus y se pueda recuperar parte de la movilidad perdida. Si esto coincide con la llegada de los fondos de recuperación europeos “podremos empezar a ver la luz al final del túnel”.

Por eso, Sesé volvió a reclamar al Estado “un plan urgente y específico” para salvar a las empresas del Archipiélago, ya que las Islas se están viendo más perjudicadas que las del resto del país debido a su mayor dependencia económica del turismo. “Tenemos que pedir al Gobierno central que sea sensible con nosotros”, recalcó y advirtió que es fundamental evitar que caigan las empresas, ya que si no la pérdida de compañías y empleo “será irrecuperable”.

En este sentido, reiteró su propuesta para que el Estado apruebe bonificaciones a la Seguridad Social con cargo al Régimen Económico y Fiscal (REF). “Se trata de una medida trasversal, que beneficiaría a todas las empresas que mantuvieran o crearan empleo, independientemente de su tamaño, explicó. Sin embargo, a pesar de haber traslado esta medida al Gobierno canario y al nacional, no parece contar con la aprobación del Ejecutivo de Sánchez.

Respecto a los datos económicos del Archipiélago en el cierre de 2020, se han visto condicionados por los rebrotes de la pandemia, que han obligado a establecer restricciones a la actividad en muchos sectores de Canarias.

El crecimiento económico volvió a terreno negativo en el cuarto trimestre del año, cayendo un 0,2%, después de que en el tercer trimestre se experimentara un alza del 22%.

De esta manera, Canarias acabó 2020 con el primer descenso anual en el número de empleados desde hacía seis años. En ese momento, 827.400 personas trabajaban en Canarias, un 12% menos que un año antes, cuando las Islas tenían unos niveles de ocupación laboral superiores a los que existían antes de la crisis de 2008.

También el paro ha experimentado un alza importante. El Archipiélago terminó 2020 con 269.437 personas en situación de desempleo, 61.188 más que un año antes, lo que supone un aumento anual del 22,9%.

La tasa de paro en el Archipiélago se situó en 25,5%, la más elevada de todas las comunidades autónomas y que se encuentra nueve puntos por encima de la media nacional.

La incidencia de la crisis se está notando mucho en el sector comercial, acuciado por un drástico descenso de la demanda, no solo de los clientes locales, sino también por la falta de 10,5 millones de turistas que han dejado de comprar en el Archipiélago. La caída de las ventas alcanzó el 15% a finales de 2020, un porcentaje que la directora de la Cámara de Comercio, Lola Pérez, señaló que está por encima del peor dato registrado en la anterior crisis financiera y que está, además, muy por encima del descenso medio del Estado, que es del 6,8%.

Asimismo, el empleo en el sector también se ha visto muy perjudicado. “No hemos llegado nunca a recuperar los puestos de trabajo perdidos por la crisis de 2008”, advierte, y ahora el número de ocupados desciende un 4,7%, casi el doble de la caída que ha experimentado a nivel nacional.

En cuanto al número de empresas registradas en la Seguridad Social, el Boletín de Situación Económica de la Cámara evidencia que han caído un 5,8% en un año. Solo en el último trimestre su número descendió un 4,4% respecto al año anterior. El capital total también desciende, al mismo tiempo que aumentan los procedimientos concursales un 11,6%.

Aunque Pérez destaca que Canarias ya estaba experimentando una desaceleración en este indicador antes de que estallase la crisis sanitaria, lo cierto es que las Islas cuentan en estos momentos con casi 4.000 empresas menos, “a las que si sumamos aquellas que no tienen trabajadores a su cargo el deterioro alcanza las 9.000 empresas al año”.

Una dramática situación económica que preocupa a los empresarios y en concreto a los responsables de la Cámara que temen que una parte del empleo y el tejido económico perdido no pueda volver a recuperarse. “Las cosas no van a ser iguales a la era precovid, el modelo será distinto”, advierte Sesé. Por eso, consideran que parte del desempleo que se genere puede convertirse en estructural si no se destinan fondos a la recualificación que permita reorientar a estos trabajadores hacia otros sectores económicos que puedan ponerse en marcha.