Aunque proceden de familias políticas diferentes, conservadores y socialdemócratas, el diagnóstico de los dos responsables económicos de la Comisión Europea sobre la respuesta fiscal necesaria para amortiguar el impacto de la crisis desatada por el coronavirus es idéntico. “Por ahora la pandemia continúa perjudicando el modo de vida de las personas y la economía en general. Nuestro mensaje claro es que el apoyo fiscal debe continuar tanto tiempo como sea necesario”, sostiene el vicepresidente, Valdis Domvrovkis. “La batalla contra el covid19 aún no está ganada y debemos asegurarnos de no repetir los errores de hace una década retirando el apoyo demasiado pronto”, coincide el comisario Paolo Gentiloni.

Teniendo en cuenta los datos económicos disponibles, esto significa, según la Comisión Europea, que las reglas fiscales del Pacto de Estabilidad y Crecimiento deberían seguir congeladas también durante 2022 y al menos hasta 2023, de forma que los gobiernos de la UE puedan mantener la barra libre y los estímulos fiscales para seguir apoyando la reactivación económica, sin la obligación de cumplir los objetivos de reducción del déficit y la deuda pública. “Es mejor equivocarse y hacer demasiado que muy poco”, asegura el político italiano.

La decisión final se tomará tras una evaluación de la situación económica de la Eurozona. Concretamente, el ‘elemento clave’ será el momento en el que la actividad económica recupere el nivel de Producto Interior Bruto (PIB) que tenía la UE antes de la crisis del coronavirus, es decir, el último trimestre de 2019. En base a las previsiones económicas de invierno de la Comisión y los indicadores preliminares esto significa que las reglas seguirán suspendidas un año más ya que la economía no recuperará el nivel de 2019 hasta mediados de 2022.

“La Comisión evaluará la desactivación o el mantenimiento de la cláusula de escape general sobre la base de las previsiones de primavera de 2021, que se publicarán en la primera quincena de mayo”, señala el documento.