Los exportadores canarios perdieron en 2020 una tercera parte de su facturación anual. El Año I de la pandemia redujo un 33,3% las ventas de las empresas isleñas fuera de las fronteras nacionales. Un enorme mordisco que se traduce en una caída de ingresos de casi 900 millones de euros. Hasta la irrupción del coronavirus, que dio al traste con los planes de consumo e inversión de las familias y empresas europeas, el comercio exterior de la Comunidad Autónoma nunca había experimentado un declive tan profundo y tan vertiginoso.

El tejido productivo regional exportó mercancías a lo largo del año pasado por un montante de 1.778,7 millones de euros. ¿Mucho o poco? Poquísimo. Así lo pone de manifiesto la información suministrada por ICEX España Exportación e Inversiones, la entidad pública estatal encargada de promover la internacionalización de la empresa. Esos poco menos de 1.779 millones suponen que el sector exportador del Archipiélago regrese a cifras de 2009. Hay que remontarse a ese ejercicio, es decir, once años atrás, para dar con la última vez que las empresas isleñas facturaron una suma menor que en 2020. Entonces fueron 1.543 millones de euros. Ha sido suficiente un año en pandemia –en realidad menos de un año, ya que el virus no comenzó a hacer estragos en el comercio mundial hasta el mes de marzo– para desandar todo lo avanzado en la última década.

En 2019, el último ejercicio precoronavirus, los exportadores canarios facturaron 2.674,3 millones, la segunda mayor cuantía de la historia. Y, sin embargo, no fue un buen año. No en vano, el volumen de ventas había llegado en 2018 a 2.907,2 millones de euros, con diferencia el montante más alto registrado hasta la fecha. Así pues, el negocio perdió en 2019 unos 233 millones en ventas, una considerable disminución que, no obstante, resulta hasta pequeña al ver lo sucedido en 2020.

Sin precedentes

Los 895,6 millones de euros que la pandemia se comió en menos de diez meses representan la mayor caída de la historia. Tanto en términos cuantitativos como en términos relativos o porcentuales.

La base de datos de ICEX España y la Secretaría de Estado de Comercio muestra la evolución del negocio exportador en cada comunidad autónoma desde 1995. Hasta el desplome experimentado el año pasado, el peor ejercicio de la historia también había sido el de 2009. Ese año, las ventas de las empresas de la región más allá de las fronteras nacionales se redujeron en 672,4 millones, un extraordinario declive que, aun así, palidece ante lo ocurrido en 2020. Si en aquel momento, cuando la crisis financiera ya se manifestaba con toda su dureza, la facturación cayó un 30,3%, en el último ejercicio, ahora con la crisis de la Covid-19 como telón de fondo, la caída fue tres puntos superior.

Entre los diez productos que más exporta la Comunidad Autónoma –incluidos los suministros a los buques en los puertos–, tan solo uno experimentó en 2020 un incremento de ventas. La facturación por carburorreactores se desplomó un 37,5%. La exportación de gasóleo cayó un 35,6%, y los suministros a buques de combustibles, de aceites y de los subproductos de ambos se hundieron hasta un 47,4%. Las ventas de aceites para su uso como materia prima se redujeron incluso más, la friolera del 61,6%, y casi un 28% disminuyeron las exportaciones de fuel. Las de perfumes aguantaron el tipo y solo perdieron un 5%, mientras que las de piezas para la fabricación de aeronaves –aviones y helicópteros– sí siguieron la tónica y se desplomaron un 38,1%. La excepción son las ventas al exterior de coches usados, que se cuelan en el top ten de las mercancías que más exportan las empresas canarias. Un total de 26,8 millones de euros en exportaciones facturaron las firmas isleñas del sector, un 12,2% más que en 2019.

Hay que puntualizar, eso sí, que en el top ten entraron el año pasado dos nuevos productos: el fuel para determinados usos con un contenido de azufre de entre un 0,1 y un 0,5%, cuyo volumen de ventas al exterior llegó a 117,5 millones, y el fuel con más de un 0,5% de azufre, con poco más de 42 millones de euros.

Tomates y cigarrillos

Tampoco fue el último un buen año para los exportadores de productos más clásicos del comercio exterior del Archipiélago. La facturación por los envíos de cigarrillos disminuyó un 41,4%, hasta poco más de 26,3 millones de euros, y las ventas de tomates sumaron algo menos de 24 millones, una caída de un 23%.

Lo más positivo de un año negro para el negocio exportador se encuentra en las ventas de cajas de papel o cartón, que se incrementaron el 53,4% –hasta casi 26,1 millones–; de jugos, que subieron un 9% –15 millones de euros–; y de puros, con un notabilísimo aumento del 82% –13,7 millones–.