El año 2020 concluyó con una caída acumulada del 77,2% de los ingresos hoteleros, del 85% si se eliminan los meses de enero y de febrero, en los 97 destinos vacacionales y urbanos más relevantes del territorio español, según recoge el último Barómetro de Rentabilidad de Exceltur, con información del INE. El nivel de ingreso medio por habitación entre todas las categorías hoteleras fue de 31 euros, la mitad que en 2019.

A lo largo de 2020 el 54,7% de la planta hotelera no ha podido abrir, algo que se agudiza en los destinos vacacionales de sol y playa del litoral mediterráneo y Baleares, donde el 60% de establecimientos turísticos de todo tipo no han abierto. En el caso de los destinos urbanos, las ciudades de mayor tamaño y con mayor peso de la demanda internacional y de negocios se han visto fuertemente afectadas por los límites a la movilidad interfronteriza, los cierres perimetrales dentro de España y la expansión del teletrabajo que limita reuniones y viajes.

Como resultado, la facturación en sus hoteles se hundió un 77% en 2020 respecto a 2019, elevándose al 86,8% si se elimina el efecto del buen inicio de enero y febrero de 2020. En las ciudades se ha mantenido una mayor parte de planta abierta (un 50% en media de las plazas disponibles en 2019) que en el litoral, si bien con ocupaciones muy bajas del 40,8%, cubiertas en gran parte por demanda local, y profundas caídas en precios.

Por su parte, con una caída en ingresos del 77,2%, los destinos vacacionales de la costa presentaron una realidad muy marcada por el dispar desempeño del verano (su temporada punta), en función del posicionamiento de mercado de cada destino.

La temporada estival estuvo condicionada por la ausencia de demanda extranjera, lo que imposibilitó abrir al 60% de la oferta, muy concentrada en Baleares, Canarias, el litoral catalán, la Costa del Sol y la Costa Blanca. Por el contrario, los destinos de mayor demanda española, como la costa de Cádiz y Huelva, Levante y el norte de España, consiguieron cerrar con menos caídas.