Jorge Dot Saldaña (Navarra, 1963) dirige la empresa canaria Wunder Hexicon S.L. que se dedica al desarrollo de plataformas flotantes para generar energía eólica. La compañía participa en un proyecto pionero de investigación industrial que tiene el objetivo de utilizar el mar para producir hidrógeno verde. 

La empresa canaria que usted dirige, Wunder Hexicon S.L., participa en el proyecto de investigación industrial OCEANH2. ¿En qué consiste?

Es un proyecto de investigación y desarrollo muy importante a medio y largo plazo. Estamos en un estadio todavía incipiente, todavía no es comercial. Pero sí ha sido aprobado, por lo que es real. Tiene un presupuesto de seis millones de euros, de los cuales a nosotros nos corresponde un 11% aproximadamente. Y es un consorcio donde hay varias empresas.

¿Cuál es el objetivo del proyecto?

Desarrollar tecnología para producir hidrógeno verde en alta mar. Y este hidrógeno verde lo vamos a producir de dos formas. Una con energía fotovoltaica y otra con energía eólica, y nosotros estamos en la parte de energía eólica. Vamos a diseñar la plataforma y a probarla para producir hidrógeno verde con energía eólica.

¿Qué importancia tiene actualmente el hidrógeno verde en la producción de energía?

El hidrógeno es un componente que está en el agua, por lo que hay trillones de toneladas en el mar. Tiene una gran capacidad para almacenar energía y luego convertirla en electricidad. Nosotros tratamos de producir hidrógeno para que luego se pueda usar como combustible o se pueda transformar en energía eléctrica. El hidrógeno verde es un combustible que, si lo produces con energía renovable, no tiene emisiones de CO2. La única solución que va a servir en el futuro para descarbonizar el planeta pasa por el hidrógeno.

¿Esto se había hecho antes?

Es un proyecto absolutamente pionero. En Europa no hay ningún proyecto de desarrollo de tecnología para producir hidrógeno en el mar. La producción en tierra ya se hace, y actualmente se empieza a hacer de una forma industrial. Ahora lo que vamos a hacer es producir hidrógeno de una forma masiva y más barata.

¿Ya está en marcha?

El proyecto empezó en noviembre de 2020 y tiene tres años de duración. Cuando lleguemos al tercer año tendremos una solución precomercial para producir hidrógeno en el mar, y específicamente para producirlo en el mar de Canarias, concretamente en Gran Canaria. Posiblemente, en Juan Grande. Aunque todavía no es una decisión definitiva.

¿Y cuándo se podrá utilizar ese hidrógeno verde?

Esto lleva su tiempo. Si en tres años tenemos una solución desarrollada, que la vamos a tener, la siguiente fase será hacer un proyecto demostrativo que se puede demorar entre dos y tres años más, pero ese proyecto ya será una plataforma que esté flotando frente a la costa canaria y que esté produciendo hidrógeno.

¿Y qué países disfrutarán de la producción? ¿El beneficio se quedará en Canarias?

La idea es producir off shore. En Canarias tenéis el mejor recurso eólico de Europa. Yo diría que de los mejores del mundo. Ese recurso le permitió a Cristóbal Colón llegar a América. Me estoy refiriendo a los Alisios. Un viento constante y perfecto. Es como tener petróleo, pero no hace falta excavar porque pasa todos los días por el aire. Ese recurso ahora tiene muchas limitaciones porque está allí y no lo podemos capturar.

¿Cuál es la forma de capturar ese recurso?

Una forma de capturarlo es con plataformas flotantes, que están alejadas de la costa y que no tienen ningún impacto. Se unen con un sistema de anclaje, flotan y producen. Pero claro, si yo produzco allí la electricidad puedo producir muchísima. Con el viento que hay se podría producir electricidad para cubrir todas las necesidades de Canarias. Todas y más, nos daría para exportar. Pero te encuentras con un inconveniente, el de la infraestructura de red. Por lo que si en lugar de producir electricidad produzco hidrógeno, lo almaceno y lo vendo fuera, puedo producir hidrógeno para media Europa. En Canarias si pones una turbina, ésta puede trabajar a plena potencia durante 5.500 horas, cuando en la mayoría de parques eólicos se trabaja 3.000 horas. En el Archipiélago hay recursos suficientes y tecnología para producir muchísima electricidad, pero no se podría vender a ningún sitio, cosa que el hidrógeno sí te permite. No es necesario profundizar en el mar para sacar petróleo, ya está fuera en forma de viento.

¿Considera que Canarias aprovecha al máximo sus recursos para generar energía renovable?

Ni se aprovechan al máximo, ni al mínimo. Lo que está claro es que se puede aprovechar cien veces más de lo que se aprovechan ahora. Desgraciadamente la normativa no ha acompañado. Sin los planes de ordenación del espacio marítimo no se puede hacer nada. Hay muchas dificultades para hacer un proyecto en alta mar en el Archipiélago. La ordenación del espacio marítimo es muy antigua y no contempla para nada todas estas tecnologías. Ahora el ministerio lleva año y pico desarrollando los nuevos planes de ordenación y esto es clave para Canarias. El futuro de las Islas pasa por estos planes y eso lo gestiona Madrid, aunque en el Estatuto de Autonomía de Canarias ya hay referencias a eso. El futuro canario también pasa por un aprovechamiento ecológico y sostenible de ese espacio, y eso se puede hacer.

¿Cree que las autoridades canarias han apostado lo suficiente por este tipo de iniciativas vinculadas a las energías limpias?

Canarias en los últimos cuatro años ha hecho una apuesta fuerte por mirar al mar, por ver cómo se puede convivir con el mar y hacer uso de este recurso de una forma adecuada. Y se puede hacer porque hay tecnología para hacerlo. Yo he visto bastante implicado al Gobierno canario, lo que pasa es que en España nos hemos encontrados en los últimos años con algunos problemas como las elecciones continuas o la pandemia. Sin embargo, ahora sí que confluyen aspectos que pueden ayudar, que son fundamentalmente los fondos europeos. En los dos próximos meses se comenzará a ordenar la forma en la que llegan esos fondos. Si a eso le sumamos que la legislación va a cambiar este año y que puede haber un adecuado apoyo a la investigación y desarrollo, se pueden hacer muchísimas cosas.

¿Cree que las energías renovables son la llave para diversificar la económica canaria?

Esta pandemia nos ha enseñado que no es viable el monocultivo del turismo. Esta es la gran oportunidad de Canarias, y está en el mar. Yo convencí a mis socios suecos de venir a Canarias por el viento. El recurso eólico de Canarias es único en el mundo, existe en otros sitios, pero nunca están acompañados de puertos como los de las Islas, ni de la industria marina que hay en el Archipiélago. Produciendo diez plataformas de estas cargábamos de trabajo a los astilleros durante años, y si cargas a los astilleros cargas a toda la industria de alrededor. Es una oportunidad para generar mucho empleo y mucha riqueza.

¿Confía en que la descarbonización en Europa se producirá en las fechas que estima la Unión Europea (2050)?

Yo creo que sí. Si me preguntas esto hace cinco años, cuando monté la empresa, te diría que es inviable. Hoy sí lo veo posible porque es absolutamente necesario. Igual que es necesaria la digitalización de la economía, pues igual de necesaria es la descarbonización. Y la descarbonización en Europa no es posible sin contar con el recurso eólico del mar. No puedes tirar solo de la fotovoltaica, una única energía. Y la eólica en tierra tiene muchas limitaciones por el impacto ambiental, por el daño a las aves, a los espacios naturales, etcétera. El mar hay que protegerlo, no podemos convertirlo en un área industrial. Pero hay formas de hacer industria sostenible y esta, además, puede aportar mucha riqueza al propio mar. Creo que los gobiernos están dispuestos a apostar por esto y si esto es así, en 15 años estará hecho. Si no apuestan por ello, se hará dentro de 30.

Donald Trump ha salido de la Casa Blanca, ¿es esto una buena noticia para el medio ambiente?

La salida de Trump es absolutamente positiva. Si este señor hubiera estado otros cuatro años hubiera sido un desastre de tal magnitud que las consecuencias serían durísimas, hubiera sido un auténtico desastre.