El banquero Francisco Luzón (1 de enero de 1948, El Cañavate, Cuenca), símbolo de la lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), falleció ayer en Madrid a los 73 años. El ejecutivo, conocido como Paco, fue uno de los directivos bancarios más destacados de las últimas décadas. Poco después de su salida del Santander en 2012, se le detectó la enfermedad y posteriormente creó la Fundación Luzón Unidos contra la ELA para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

Luzón provenía de una familia pobre de una pequeña aldea. A los cinco años se trasladaron a Cruces, un barrio obrero de Baracaldo (Vizcaya). Tras pasar por el seminario para poder estudiar, se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Pública del País Vasco en 1971 gracias a una beca por su buen expediente académico.

Inició su carrera en el Banco de Vizcaya en 1972. En poco tiempo ocupó cargos cada vez más relevantes y llegó a ser consejero ejecutivo, desde donde participó en la fusión de la entidad con el Banco de Bilbao. Carlos Solchaga, ministro de Economía con Felipe González con quien había coincidido en el Vizcaya, le fichó para sustituir al exministro Miguel Boyer como presidente del estatal Banco Exterior de España (1988-1996).

Desde esa posición pilotó la fusión de los bancos del Estado en Argentaria, que presidió entre 1991 y 1996. Emilio Botín, presidente del Santander, le fichó entonces para su banco y la expansión por latinoamérica. En 2012 se anunció su sorpresiva salida con 65 millones de pensión (32 millones que el Banco de España le obligó a invertir en acciones del banco y no tocar hasta 2017).