Canarian Airways, la marca comercial bajo la que operará la empresa Lattitude Hub –que aspira a volar desde Tenerife a siete destinos nacionales y europeos a partir de junio, a pesar de que todavía no cuenta con el certificado de operador aéreo necesario–, no tiene registrado su nombre comercial. A pesar de que la aerolínea –que cuenta con el apoyo del Cabildo de Tenerife y de 14 empresarios hoteleros– fue presentada el pasado miércoles 10 de febrero y dio a conocer sus planes de negocio, así como su nombre y el logotipo con el que pretende ser identificada por sus clientes, la marca todavía no ha completado su registro en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO por sus siglas en inglés), ni tampoco en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), tal y como se puede comprobar en la base de datos de ambos organismos.

La falta de registro de la marca se une a los numerosos trámites que la aerolínea todavía no ha completado, a pesar de haber sido ya presentada y después de haber anunciado que pretendía comenzar a vender billetes en marzo y a volar en la segunda quincena de junio. La aerolínea aún no dispone del certificado de operador aéreo necesario para el Airbus A319, el avión con el que pretenden comenzar a operar, pero tampoco cuenta con oficina o instalaciones en el Aeropuerto Tenerife Sur, lugar en el que se anunció que estaría la base de su aeronave.

Óscar Trujillo, director ejecutivo de la aerolínea, presentó el 20 de noviembre de 2020, como representante de la sociedad Lattitude Hub, una solicitud en la EUIPO para registrar no solo el nombre de Canarian Airways sino también su logo, pero lo cierto es que el procedimiento todavía no ha concluido. Tras un periodo de examen por parte de los técnicos de esta oficina dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en el que se analiza toda la documentación, el 17 de diciembre del año pasado la solicitud pasó a estar en fase de publicación, en la que durante tres meses pueden presentarse alegaciones al registro de la nueva marca.

Un plazo que en el caso de Canarian Airways no finalizará hasta el 17 de marzo. Este periodo tiene el objetivo de que empresas con nombres comerciales o logos similares a la nueva marca que se pretende registrar, puedan reclamar si creen que se ven conculcados sus derechos al considerar que puede existir confusión entre los consumidores.

Lo cierto es que tanto la Oficina Española de Patentes y Marcas como la oficina europea ya tienen registrado un nombre comercial muy similar al de Canarian Airways. Tan semejante que solo se diferencian en una letra. La marca Canarias Airways fue inscrita el 16 de junio de 2007 por la sociedad RNR Lareinuam y el derecho para utilizarla está todavía vigente, ya que aunque las autorizaciones tienen un plazo de diez años, fue renovada en 2017.

La Ley 17/2001, de 7 de diciembre, que regula en España la obtención y mantenimiento y los efectos jurídicos de las marcas y nombres comerciales, establece en su artículo siete que no podrán registrarse como marcas los signos que por ser idénticos o semejantes a un nombre comercial anterior y por ser idénticos o similares las actividades que realizan sus empresas o los productos que dispensa, pueda existir un riesgo de confusión en el público, incluyendo en ese riesgo la asociación con el nombre comercial registrado con anterioridad.

De esta manera, la legislación entiende como nombres comerciales anteriores aquellos registrados cuya solicitud tenga una fecha de presentación anterior a la de la solicitud objeto de examen.

En este caso, ambas marcas, tanto Canarias Airways como Canarian Airways desarrollan la actividad de transporte de pasajeros, a pesar de que la primera también desempeña servicios de organización de viajes, mientras que Canarian Airways ha incluido en su solicitud de registro de marca otras muchas actividades relacionadas con el transporte de mercancías o su asesoramiento, pero también con la restauración y la provisión de alimentos y bebidas.

Un procedimiento garantista para evitar apropiaciones

Las marcas registradas son nombres y signos distintivos que identifican a una empresa y la diferencian de la competencia. Aunque el registro de una marca no es obligatorio, es muy recomendable para evitar que otras empresas puedan apropiarse de la imagen que una compañía utiliza para ser reconocida entre sus clientes. Los trámites para registrar cualquier marca son un proceso muy garantista, que puede extenderse entre ocho y quince meses. Durante el procedimiento no solo se analiza la documentación presentada por la empresa que pretende inscribir algún logo o nombre comercial, sino que también da la oportunidad a las compañías competidoras de presentar alegaciones al registro de una marca que consideran que puede atentar contra sus derechos si ya tienen registrada una marca similar. Tanto si se tramita a través de la Oficina Española de Patentes y Marcas como en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea, tras un primer análisis técnico, la solicitud se hace pública. Se inicia entonces un plazo para que terceros puedan presentar reclamaciones a la petición presentando un procedimiento de oposición, que deberá ser también admitido a trámite. Tras esto, comienza un procedimiento denominado de reflexión en el que ambas compañías pueden tratar de llegar a un acuerdo. Si no fructifica la negociación, ambas partes deberán presentar argumentos a favor de sus posturas. Finalmente, la oficina tomará una decisión respecto a si la nueva marca interfiere de forma total, parcial o nula sobre los derechos de la anterior y si prospera o no la demanda.