No suele ocurrir que empresarios y trabajadores vayan de la mano en una reivindicación. Ha ocurrido con el cobro de los alquileres por parte de AENA a los negocios de los aeropuertos españoles y ante la inminente destrucción de hasta 12.000 puestos de trabajo en toda España –hay 4.000 empleados entre los ocho aeródromos canarios– que aseguran se va a producir a no ser que lo remedie un acuerdo. Ayer, patronales y sindicatos enviaron una carta al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, alertándole de la situación y reclamando que convenza a AENA de la necesidad de aceptar una rebaja.

El acuerdo estaba prácticamente hecho el pasado año, tanto que el operador aeroportuario llegó a rubricarlo con los negocios de alquiler de vehículos. Sin embargo, a última hora AENA decidió subirse al carro del real decreto 35/20 con el que el Ejecutivo central pretende ayudar a la hostelería y el turismo. El problema es que en ese texto normativo se calculan las rebajas según un alquiler que varía en función de los metros cuadrados, mientras que en los contratos de concesión de AENA son las maltrechas ventas –caídas de hasta el 80% el pasado año– las protagonistas.

Desaparición de la renta mínima durante los meses de confinamiento y cobrar la mitad desde junio del año pasado son, principalmente, las medidas que AENA puso encima de la mesa. Con la fecha del próximo 1 de septiembre como límite para retornar a una normalidad que la IATA no ve llegar hasta 2024. A quienes rechazaron el acuerdo, se les pasaron al cobro los recibos como si no hubiera habido una pandemia.

Desde la empresa mixta de mayoría pública se califica la oferta como “equilibrado” y se alude a la necesidad de que todas las partes contribuyan para dejar atrás el mal momento actual. No obstante, la mercantil se autofinancia.

Así las cosas, Hostelería de España, Marcas de Restauración, CCOO y UGT se dirigieron ayer a Pedro Sánchez para reclamar su mediación en el conflicto. Califican la situación como “extremadamente grave” y alerta de que muchas de las empresas desaparecerán en el corto plazo a no ser que el operador varíe su postura.

“Si AENA no cede en su inmovilismo y adapta el canon a la facturación real que están teniendo las empresas durante la pandemia, y por contra lleva a cabo el ultimátum que les ha dado para asumir las condiciones de las concesiones, estaríamos ante una inminente situación de insolvencia para la mayoría”, exponen.

La mayoría de los empleados –tres de cada cuatro– de estos negocios están en la actualidad dentro de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Si la caída del tráfico de pasajeros durante el pasado año fue del 72% en toda España, las empresas sitas en los aeródromos de las Islas aseguran que el impacto aquí ha sido mayor, por encima del 80%. Con el agravante de que

AENA explica que su oferta es “mucho más generosa” que la recogida en el real decreto de apoyo a la hostelería, pues los descuentos del 50% que incluye van hasta el próximo septiembre, cuatro meses después de que, si la vacunación funciona, previsiblemente acabe. Los descuentos son del 100% si la terminal está cerrada por decisión operativa del gestor.