Mientras no haya un retroceso en la pandemia global de coronavirus solo puede esperarse una colección de malas noticias en lo que respecta al desempleo. Más si, como es el caso de Canarias, la economía depende en gran medida del turismo, uno de los sectores más castigados por la pandemia. Las heridas del mercado laboral de las Islas son muy serias. Aun con los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) en plena vigencia, la destrucción de empleo en el Archipiélago triplica en el último año a la que padece el conjunto del Estado.

En Canarias hay 48.805 afiliados menos a la Seguridad Social en situación de alta que en febrero de 2020 y 45.177 de ellos, el 92%, los ha perdido el sector servicios. Además, la incertidumbre se cierne sobre los 84.403 asalariados a los que aún cubre el paraguas de los ERTE, 5.197 más en enero.

La traslación de estos datos publicados ayer por el Ministerio de Seguridad Social a los de paro registrado que ofreció el Ministerio de Trabajo tenía imposible ofrecer algo positivo. El Archipiélago sumó en los 31 días del primer mes del año otros 9.793 demandantes de empleo y tiene ahora un total de 279.230. En el conjunto del país, el incremento fue de 76.216 ciudadanos y son 3.964.353 los que aguardan por una oportunidad laboral.

De nuevo el sector servicios fue el protagonista en este capítulo en lo que respecta a Canarias, concentrando el 86% del aumento (8.512 altas en las oficinas de empleo). El resto de nichos de actividad económica siguieron el mismo rumbo, con 590 demandantes más entre los que buscan su primer empleo; 422, en la construcción; 218, en industria, y 51, en el sector agrícola.

La mayor subida de España

La dependencia de la actividad turística que tienen las Islas también se dejó notar en la evolución del número de parados. Lo deja claro la gran incidencia en el sector servicios y lo remata el incremento relativo global. Los 9.793 ciudadanos más que las Islas tienen ahora en paro, suponen un crecimiento del 3,63% y dicho porcentaje es el mayor de todas las comunidades autónomas.

La evidencia se repite en el conjunto del año. Desde el final de febrero de 2020, último mes no afectado por la pandemia, el desempleo ha crecido en Canarias un 34,35%, “12,2 puntos porcentuales más que en el total nacional “, alertó la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Por su parte, la presidenta del PP de Canarias, Australia Navarro, concluyó que los datos son “desastrosos y demoledores” además de reflejar “la incapacidad e ineptitud de nuestros gobiernos para hacer frente a la profunda crisis”. Por ello exigió una “reacción inmediata, tanto del Gobierno de España” como del autonómico, que preside Ángel Víctor Torres.

El viceconsejero de Empleo del Gobierno canario, Gustavo Santana, reconoció que el paro había dejado un “mal dato” y advirtió de que tampoco habrá buenas noticias en los próximos meses. El único aspecto positivo que pudo hallar fue la vigencia de los ERTE para frenar la pérdida de puestos de trabajo.

Por otra parte, detalló que desde que entraron en vigor las nuevas restricciones para frenar el avance del coronavirus en las Islas, la provincia de Las Palmas ha sumado 249 ERTE de limitación y 118 de impedimento, con “43 expedientes de afectación a nuevos trabajadores”, informa Efe.

Tampoco fue un buen mes para el colectivo de autónomos, que perdió 490 efectivos, con lo que el refugio que supone el trabajo por cuenta propia –aumentó en los meses pasados en el Archipiélago–, para aquellos que pierden el empleo parece haber tocado techo. Australia Navarro recordó que son ya 25.462 los autónomos que han suspendido su actividad desde el decreto de estado de alarma de marzo de 2020.

Otro dato que expone la gravedad del momento es la caída de la contratación, que durante el último año ha sido en la comunidad autónoma del 82,57%. Un panorama que, en opinión del secretario general de UGT-Canarias, Manuel Navarro, evidencia la “profunda crisis” para la que no parece existir receta en el corto plazo más allá de esperar que el proceso de vacunación dé resultados positivos.

Navarro volvió a alertar de la necesidad de diversificar la economía canaria, una meta que se presenta irrenunciable a la luz de los acontecimientos. Ahora bien, ese giro requiere de tiempo, y de eso carecen cada vez un mayor número de ciudadanos.

Reparto parejo en las Islas

El análisis desagregado por provincias de la evolución del desempleo no revela grandes diferencias. En el último año, Las Palmas ha sumado 35.305 y Santa Cruz de Tenerife 32.761. El incremento relativo en la primera ha sido del 32,35% y en la segunda, del 32,11%. El reparto es parejo porque las circunstancias en oriente y occidente también lo son, con una gran dependencia de un turismo que vive las horas más bajas de su historia. En el primer mes del año, fue Santa Cruz de Tenerife la que peor parada salió, con 5.097 (3,93%) desempleados más, con lo que el registro queda fijado ahora en 134.793. Mientras, el aumento en la de Las Palmas fue de 4.696 (3,36%) y el total de ciudadanos que demandan un puesto de trabajo es ahora de 144.437. Por sexos, la diferencia principal estriba en el acumulado global. La separación entre mujeres y hombres parados es de más de 24.000 demandantes. Varones en busca de una oportunidad laboral en el Archipiélago hay 127.504, 4.598 más que al arrancar 2021, mientras que el número de mujeres en idéntica circunstancia es de 151.726, tras sumar otras 5.195 en el primer mes de este año. El servicio de estudios de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) revela un dato que explica una de las reacciones sociales que se producen en tiempos de crisis. En números absolutos es cierto que se contabiliza un incremento de parados en el sector servicios mayor que en el resto (53.576 desde febrero del año pasado). Sin embargo, en términos relativos es mucho más intenso en el colectivo de quienes nunca antes estuvieron apuntados al paro; un 45,05% más de estos por el 33,39% en servicios. La pérdida de empleo de integrantes de la unidad familiar empuja al resto a buscarlo.