Durante el pasado año los inversores destinaron 140 millones de euros al cambio de manos de hoteles en Canarias. Como era de esperar, la incertidumbre desatada por la pandemia redujo drásticamente las operaciones –en 2019 se alcanzaron los 383 millones– con respecto a ejercicios anteriores. La caída relativa en el Archipiélago fue del 63,4%, cuatro puntos más intensa que la media nacional. En todo el país, se movieron 859 millones de euros en este mercado, e un 59,3% menos.

Son datos de la ya tradicional Radiografía del Mercado de Inversión Hotelera que cada año realiza la multinacional Colliers International y que destaca dos de las operaciones realizadas en las Islas entre las seis más importantes firmadas en España: la venta del hotel Cristina, en Las Palmas de Gran Canaria, y la del portfolio de Gema Hoteles, en Tenerife.

Dos negociaciones con marcadas diferencias, solo tienen en común el año. Lo del emblemático Cristina, el inmueble alojativo situado en primera línea de la playa de Las Canteras, venía fraguándose durante mucho tiempo. El grupo tinerfeño Dreamplace se hizo finalmente con él por un precio no revelado y que fuentes cercanas a la operación situaron entre los 40 y los 50 millones de euros. Todo ocurrió en el inicio de febrero, antes de que la propagación del coronavirus obligara al confinamiento de la población.

Sin embargo, la compra de tres de los activos de Gema Hoteles por parte del fondo británico Blantyre Capital –los gestionará Apple Leisure Group– tuvo que ver con la inmediata necesidad de liquidez. “Gema logró salir de la concursal e inmediatamente se topó con la pandemia”, detalló Miguel Vázquez, managing partner de Hoteles de Colliers.

No se prevén ventas en masa

Una urgencia que podría pensarse que se va a extender a gran parte del sector en España. Sin embargo, Laura Hernando, managing director de Hoteles en Colliers International, señaló que, “en general”, no son esas las previsiones para este año. “Los niveles de endeudamiento del sector son significativamente inferiores a los existentes al inicio de la crisis financiera, y los grupos hoteleros están, en su mayoría, más capitalizados como resultado de la bonanza experimentada en los últimos años”, expuso Hernando.

De tal modo, que solo los que ya no tengan otra salida venderán. El resto resistirá. Saben que, de lo contrario tendrán que aceptar “descuentos de entre el 15% y el 20% en el precio”, aclaró Vázquez.

Quienes queden mal situados tras superar el trance, podrán negociar más tarde con un fondo la venta de algún activo para tomar aire, incluso quedándose al cargo de la gestión “y ya con descuentos más razonables, de entre el 8% y el 10%”, expuso el directivo de Colliers. Él mismo reconoció que en marzo recibió “infinitas llamadas de fondos preguntando si iba a haber sangre”. No sucedió y la previsión es que el mercado comience a ganar cuotas de tranquilidad a partir del segundo semestre.