El sector turístico canario irá este año mejor que en 2020. Pero solo porque es casi imposible que le vaya peor que en el último ejercicio. Las empresas del ramo prevén facturar en 2021 un 48,3% menos que antes de la pandemia, lo que es tanto como decir que el negocio se ha quedado reducido a la mitad. A las pérdidas acumuladas en 2020 se sumarán así otros 7.700 millones de euros, que es la cantidad aproximada que los negocios de la región dejarán de facturar a lo largo del Año II del coronavirus según sus propias previsiones. En esta difícil coyuntura, las voces que exigen al Gobierno de Pedro Sánchez el rescate de la hostelería con ayudas directas, esto es, a fondo perdido, suenan cada vez con más fuerza. Ayer se sumó la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), que alertó de miles de quiebras empresariales si el Ejecutivo central no inyecta al sector un montante no inferior a 5.300 millones de euros.

Exceltur, el lobby que armoniza los intereses y demandas de 29 de las firmas más importante del turismo —entre ellas, por ejemplo, están Globalia, Hotelbeds, Iberia, Meliá o las canarias Loro Parque, Binter y Lopesan—, presentó ayer su informe sobre 2020 y las previsiones de cara a 2021. Y ni lo uno ni lo otro invitan al optimismo. El subsector del alojamiento turístico —hoteles, apartamentos, casas rurales, campings...— perdió el año pasado en la Comunidad Autónoma el 67% de su facturación, si bien en determinadas islas la caída fue incluso mayor. Los hoteles de Lanzarote vieron esfumarse tres cuartas partes de su volumen de negocio, en concreto el 75,2%. En Fuerteventura, el coronavirus y la paralización de la economía se llevaron consigo hasta el 73,2% de la facturación. Y no les fue mucho mejor a los empresarios de Tenerife, donde las ventas cayeron el 72,1%. La actividad perdió en Gran Canaria el 69,6%, y en La Gomera, el 58%.

El daño de las PCR

Al margen de lo evidente, es decir, de la crisis sanitaria y de las restricciones de movilidad en media Europa, Exceltur apunta la imposición de las PCR por el Gobierno de España como una de las causas que hundieron aún más la demanda turística en el Archipiélago. “El anuncio y aplicación del requerimiento de PCR para entrar en España a partir del 23 noviembre —en vez de otras pruebas más asequibles— ha acabado de cercenar las opciones de recuperar la temporada [de invierno] en Canarias”, reza el informe. De esta forma, el lobby empresarial se posiciona del lado del Ejecutivo de Ángel Víctor Torres, que incluso aprobó un decreto ley para validar los test de antígenos —mucho más rápidos y baratos que las PCR— en las Islas, un decreto que el Gobierno central se encargó de vaciar de contenido de inmediato y que de he hecho ha abierto un nuevo conflicto de competencias. Sea como sea, lo cierto es que la segunda y tercera oleadas de casos de coronavirus han perjudicado a un destino por encima de cualquier otro: Canarias. “Han impedido la salida de los españoles y la entrada de turistas extranjeros, sufriendo los efectos el turismo de ciudad y los destinos canarios, en temporada alta durante estos meses”, recuerda Exceltur.

En cuanto al escenario de este año, los empresarios de la región no prevén una reactivación “significativa” hasta los meses de verano, si bien no habrá recuperación propiamente dicha hasta la siguiente temporada invernal. “La reactivación tomaría entidad en su temporada alta 21-22; los empresarios sugieren caídas medias de la facturación para 2021 del 48,3% en relación con 2019”, señala el informe. De cumplirse la previsión, el negocio generará este año unos 8.300 millones, 7.700 menos que antes de la crisis.

Apoyo a las Islas: “No vale con créditos”

El vicepresidente ejecutivo de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), José Luis Zoreda, explicó ayer durante la presentación del informe sobre 2020 y las perspectivas para este año que ha llegado el momento de que el Gobierno de Pedro Sánchez dé ayudas directas a las empresas del ramo, sobre todo a las pymes. Exceltur se suma así a la petición de la patronal y los sindicatos de Canarias, que llevan meses reclamando al Ejecutivo estatal un plan de rescate específico para las Islas y con ayudas directas, es decir, a fondo perdido. “Las ayudas deben centrarse en las pymes y deben ser a fondo perdido. Ya no valen más créditos o endeudamiento por la creciente situación de insolvencia que afecta al sector”, ahondó Zoreda, que calculó en un mínimo de 5.300 millones el montante del rescate.