El Gobierno de Canarias quiere actuar con rapidez para salvar el mayor número de negocios posible. Román Rodríguez, vicepresidente y consejero de Hacienda, explora los caminos que posibiliten llevar liquidez a la mayor brevedad a las maltrechas arcas de las empresas. Encajar esas ayudas directas en los fondos europeos anticovid complica la consecución del objetivo con rapidez, por lo que Rodríguez y su equipo trabajan en la apertura de una línea de crédito a la que se acudirá de forma “moderada” aunque la salud de las arcas regionales dejan “mucho margen” para el endeudamiento.

¿De cuántos millones? “Aún no lo sabemos”, expuso ayer el vicepresidente. Serán las necesidades que muestre el sector las que determinen la cantidad. Al mediodía de hoy, la consejera de Turismo autonómica, Yaiza Castilla, se ha citado con las patronales para comenzar a perfilar el plan. El Consejo de Gobierno tiene previsto tratar mañana este asunto, si no finiquitarlo, al menos tenerlo todo claro para una reunión posterior.

Para hacerse una idea de cuánto puede costar el rescate, se mira hacia el plan presentado la semana pasada por el Govern balear y que está dotado con 103,5 millones de euros, y al que aprobó Euskadi en el tramo final del pasado año como salvavidas para la hostelería, otros 30 millones.

Otro de los factores a determinar es el flanco sobre el que actuar. Es decir, cómo se traspasan esos fondos públicos al sector privado sin que eso genere problemas legales. En el caso de bares, restaurantes o gimnasios el trasvase parece ya definido. “El año pasado ya pusimos 11 millones en el agricultura, 32 millones en el transporte de viajeros, más de 10 en turismo, otros 8 o 9 en el sector marítimo”, enumeró Rodríguez. Es decir, esa máquina está engrasada, solo hay que alimentarla.

Ayuda con los impuestos

El problema a resolver se sitúa en el ámbito de los grandes hoteles y la solución, en la exoneración de impuestos que las patronales alojativas de toda España vienen pidiendo desde la semana pasada ante la falta de actividad. “No podemos actuar en cuestiones como el incremento de la bonificación de la tasas de la Seguridad Socia, eso es estatal”, matizó.

“Tampoco los impuestos municipales son de nuestra competencia, pero entendemos que establecer ayudas para pagarlos sí está en nuestra mano”, explicó el consejero de Hacienda. En realidad, el turismo no está entre las competencias autonómicas, ha sido la “insuficiente”, a juicio del vicepresidente, implicación del Gobierno central la que ha llevado a actuar al Ejecutivo canario.

El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) –los hoteles por su ubicación tienen el coeficiente de pago más alto–, el Impuesto de Actividades Económica (IAE) o la tasa de recogida de basuras, entre otros, serán la vía de entrada para esas ayudas directas. Aparte, Hacienda –la canaria– está dipuesta a una demora en el cobro de deudas que ya están negociadas y a aceptar retrasos en la liquidación de impuestos ordinarios.

En todo caso, el vicepresidente del Gobierno de Canarias se mostró convencido de que no está agotada la vía de hallar encaje para estas ayudas directas en los 630 millones de euros provenientes de la Unión Europea que llegarán al Archipiélago. Sus colaboradores trabajan con Madrid y Bruselas para convencerles de la importancia que tiene prestar asistencia a un sector que supone “el 12% del PIB del país y el 35% del de las Islas”, recalcó Rodríguez.