La preocupación de las instituciones y empresas del Archipiélago es cuándo volverán los turistas. Pero tanto o más importante es tener la seguridad de que todos podrán venir a las Islas cuando se reactive el negocio. De nada servirá que británicos, alemanes o neerlandeses puedan retomar sus vacaciones si para entonces Canarias no cuenta con rutas ni vuelos suficientes. Es decir, si no hay aviones en los que traerlos. Un riesgo que se acrecienta conforme pasan las semanas mientras media Europa sigue cerrada a cal y canto para evitar la propagación del coronavirus. No en vano, las compañías aéreas acumulan cada día más y más pérdidas con las aeronaves en los hangares, reduciendo al mínimo los trayectos y sin que el Gobierno de Pedro Sánchez haya aprobado aún el plan de ayudas que el sector lleva meses reclamando. Para cuando la vacuna contra la Covid-19 permita a los europeos subirse al avión sin preocupaciones, muchos de los vuelos y rutas que existían antes de la pandemia ya no podrán reactivarse. No al menos de forma inmediata. Las aerolíneas tendrán que digerir la crisis antes de recuperar toda la operatividad, con lo que la demanda de los turistas superará las plazas ofertadas por las compañías. Una encrucijada que amenaza de forma especial al Archipiélago, avisa la Asociación de Líneas Aéreas (ALA). ¿Por qué? Porque el Archipiélago, como tal, es la Comunidad Autónoma más dependiente de la conectividad aérea.

Así pues, si a la economía regional le va la vida en el regreso de los turistas, no menos le va en contar con la suficiente conectividad cuando aquellos puedan volver. De ahí que las aerolíneas insistan en la necesidad de que el Estado apruebe un plan de ayudas “específico” para el sector, subraya el presidente de ALA, Javier Gándara. “Llevamos diciéndolo desde el primer momento: si en España el 85% de los turistas entra por vía aérea, en Canarias hablamos de casi el cien por cien, con lo que la única forma de garantizar la supervivencia de la actividad es ayudando a las compañías”, ahonda el también director de la firma Easyjet para los países del sur de Europa.

Las aerolíneas calcan así las quejas de las empresas canarias de la hostelería, que también vienen exigiendo al Gobierno un plan de rescate que las saque del atolladero. En el caso de los hoteles, apartamentos, bares o restaurantes, la patronal y los sindicatos tratan de hacer ver al Ejecutivo estatal que si la actividad ha resultado especialmente dañada por el virus en todo el país, en las Islas lo ha sido aún más por la desaparición de los turistas. Mientras, las compañías aéreas avisan que no ayudar a la aviación comercial es tanto como no ayudar al turismo. En última instancia, lo cierto es que los dos pilares de la economía de la región —la hostelería y la aviación comercial— no han merecido todavía la especial atención del Estado. “Parece que no creen en las empresas”, sentencia el secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), José Cristóbal García.

El también presidente del Consejo Económico y Social (CES) de la Comunidad Autónoma recuerda que un avión estacionado en los hangares “también genera costes”. García expone que tanto en el caso de los hoteles o restaurantes que permanecen cerrados como en el de las aerolíneas que guardan sus aeronaves en los garajes, “el deterioro de los activos está siendo muy importante”. “En Canarias estamos en riesgo en todos los sentidos, y da la sensación de que creemos que las empresas aguantan porque aguantan, es decir, sin más”, explica el presidente del CES.

Paralización

En estos momentos, las compañías están prácticamente paralizadas. La aerolínea y turoperador Jet2.com ya ha dado por perdida toda la temporada de invierno, que es la temporada alta en Canarias. La firma ha suspendido todos sus vuelos hasta el 25 de marzo con la esperanza de retomarlos en abril con la primavera.

También Norwegian ha tenido que adoptar medidas extraordinarias. En su caso, la aerolínea noruega —la tercera del mercado europeo de las low cost— ha optado por suprimir los vuelos de larga distancia. La compañía, que lucha por sobrevivir a la crisis del coronavirus, aún no ha aclarado si las Islas siguen estando en sus planes de futuro —todo parece que sí— y en qué medida, pero por ahora van a centrarse en su principal mercado. “Vamos a concentrar esfuerzos en nuestro negocio principal en los países nórdicos, operando una red europea de corto radio con aviones de pasillo único”, informó Norwegian. Y tampoco le va mucho mejor al gigante TUI, que incluso ha tenido que ser rescatado por el Gobierno alemán.

Es más, son ya tres veces las que el Ejecutivo germano ha tenido que echar un cable al turoperador y aerolínea, lo que contrasta con la falta de ayudas al sector por parte de España. “Están bien los ERTE y los créditos, y los valoramos, pero los créditos hay que devolverlos y los ERTE [expedientes de regulación temporal de empleo de fuerza mayor] son para todas las empresas”, puntualiza Javier Gándara. “Creo que el sector merecería algún tipo de ayuda específica”, agrega el presidente de ALA, que recuerda que “la gente quiere seguir viniendo a destinos como Canarias, por eso hay que procurar garantizar la conectividad”.

Al hilo de lo anterior, Gándara hace hincapié en que una de las fortalezas del Archipiélago es que es un destino “de corto o medio radio” para sus mercados emisores de turistas, y son justo estas rutas las que antes se recuperan. El ejemplo es el de la susodicha Norwegian, que ha suprimido sus vuelos de larga distancia. Además, el presidente de ALA y director de Easyjet para el sur de Europa explica que muchas aerolíneas están optando por suprimir vuelos y no tanto rutas. ¿Qué quiere esto decir? Pues que si normalmente hay una ruta entre Londres y Canarias con cuatro vuelos por semana, por ejemplo, la compañía prefiere reducir los vuelos a solo dos o uno semanales pero al menos mantener la ruta viva. En cualquier caso, Gándara reconoce que la conectividad “está muy resentida” y vaticina que su plena recuperación será un proceso que durará varios años.

La recuperación no llegará antes de 2023

Ni la recuperación del turismo ni la recuperación de la plena conectividad aérea en Canarias serán algo inmediato. Pasarán algunos años antes de que los aeropuertos del Archipiélago recuperen el trasiego habitual. ¿Cuántos? La respuesta en estos momentos es casi un imposible porque depende de muchos factores, pero si la demanda no se recuperará hasta el bienio 2023-2024, es obvio que hasta entonces tampoco lo hará la conectividad. En todo caso, de lo que se trata es de que esta última sea en cada momento la suficiente para traer al Archipiélago a todos los potenciales turistas que haya en cada momento. Algo a lo que ayudarían, a juicio de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), esas ayudas que las compañías llevan meses reclamando. Mientras que España no ha dado subvenciones directas al sector —como tampoco a la hostelería, especialmente reclamadas desde Canarias—, las principales economías europeas han rescatado a sus firmas con una inyección global de más de 20.000 millones de euros. Con menos músculo, el presidente de ALA, Javier Gándara, no descarta que la plena recuperación de la conectividad aérea en el Archipiélago pueda llegar a demorarse hasta 2025, incluso una vez recuperado todo el mercado turístico.