El universo de la financiación tampoco escapa al avance de la sostenibilidad. Y, aunque aún queda camino por recorrer para poder hablar de un acceso masivo a los productos financieros más verdes, sus ventajas pueden ser la clave para acabar de impulsarlos.

Certificado energético 'A+' o 'A': este es el principal requisito que debe tener una vivienda para poder pedir al banco una hipoteca de las denominadas 'verdes'. Hay entidades que aceptan certificados 'B', aunque «son las menos», asegura Miquel Riera, experto en hipotecas en HelpMyCash.

Pero, ¿qué tiene que ofrecer una hipoteca para tener esta denominación? ¿Cómo se puede acceder a esta modalidad de financiación? Riera apunta que estos productos no solo sirven para la compra de una vivienda, sino que también son válidos para realizar reformas que busquen mejorar el consumo energético, con una reducción de al menos un 30% de emisiones o energía tras la obra. «Estas hipotecas verdes ahora tienen un nicho de mercado sobre todo en las reformas. Porque, aunque existen constructoras que en algunas promociones edifican casas con estas calificaciones energéticas tan altas, la realidad es que la oferta es muy baja», explica el experto.

Préstamos muy atractivos

Este tipo de financiación tiene como objetivo impulsar la construcción o rehabilitación de viviendas para hacerlas más sostenibles, contribuyendo así a la conservación del medioambiente. Por eso, la principal característica que las diferencia de los préstamos hipotecarios tradicionales es la mejora de condiciones para el cliente. En concreto, la principal ventaja es que el tipo de interés es un poco más bajo que el que se suele ofrecer para una hipoteca normal. Según señala Riera, suele ser una diferencia de 0,10 puntos porcentuales, por lo que «si para comprar una casa normal un banco ofrece un interés de Euríbor +1,10%; para una casa eco será de Euríbor + 1%».

Además de la reducción del tipo de interés, existen otras ventajas como la que ofrece Hipotecas.com. Esta plataforma perteneciente a la Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI) ofrece financiar «un poco más» a aquellos clientes que vayan a comprarse una casa sostenible, normalmente un 5%. Por lo que en vez de prestar el 80% del valor de la vivienda, como hacen la mayoría de entidades bancarias, financiaría hasta el 85% del precio de la casa. Otro ejemplo es el de Liberbank, entidad que cuenta con la hipoteca Real Madrid. Este préstamo, dirigido a aficionados y socios del club deportivo madrileño, cuenta con una bonificación del interés si se presenta un certificado de eficiencia energética A o A+.

«Estos son casos excepcionales, normalmente la mejora es el tipo de interés. También existen casos en los que te pueden incluir menos comisiones aunque eso ya es algo que tienes que pactar con el banco», apunta el experto.

2020, ¿el año del despegue?

Eran pocas las entidades bancarias que hasta el año pasado contaban con estos préstamos entre sus productos financieros. Triodos Bank fue la pionera en este aspecto, ya que lo hizo en 2014 y Banco Santander le siguió en 2019.

Sin embargo, el último trimestre de 2020 fue clave. El préstamo de Liberbank antes citado se comenzó a ofrecer en diciembre, mes en el que también Banc Sabadell puso en marcha su oferta de hipotecas verdes. En noviembre fue BBVA el que anunció una hipoteca fija dirigida a comprar casas A o A+, si bien aún no son públicas sus condiciones; y en septiembre lo hizo Banco Mediolanum.

Bankia también tiene disponible un préstamo de este estilo, según aseguran desde la entidad, aunque al igual que en el caso del BBVA, no especifican sus condiciones.

A juicio de Càtia Alves, directora del Proyecto Green Mortgages & Loans de UCI, la menor presencia de este tipo de financiación entre el sector bancario se debe a que la eficiencia energética «es una de las grandes olvidadas en las operaciones de compraventa de inmuebles por parte de compradores y vendedores». De hecho, casi la mitad de los futuros propietarios, afirma, desconocen la existencia de ayudas y subvenciones públicas para la rehabilitación de sus inmuebles.

Todo este desconocimiento quizá empiece a cambiar a partir del plan de reformas que está diseñando el Gobierno para el acceso a los fondos europeos, que prevé destinar 5.300 millones a un programa masivo para la eficiencia energética de los edificios.

Además, Càtia Alves ve necesaria una mayor información, así como establecer unos parámetros estándares de eficiencia energética a nivel europeo, algo que se comenzó a hacer en 2018 a través del proyecto EeMAP.

Esta iniciativa, coordinada por la Federación Hipotecaria Europea y en la que está participando la entidad de la que es directiva Alves, busca crear una «hipoteca de eficiencia energética» estandarizada a nivel europeo. «Apostar por la sostenibilidad es hacerlo por el futuro. Este tipo de hipotecas son necesarias porque contribuyen a la descarbonización de las ciudades, fomentan el ahorro y mejoran la calidad de vida», concluye Alves.