El barómetro de situación publicado recientemente por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) cifra en 60.000 millones las pérdidas de los trabajadores por cuenta ajena españoles a lo largo del año pasado. El presidente de la organización en las Islas, Juan Carlos Arricivita, calcula que no menos del 5% de esa cantidad corresponde a los autónomos del Archipiélago, que habrían dejado de ingresar de ese modo 3.000 millones de euros.

El problema es que la realidad continúa siendo un plano inclinado, una cuesta arriba que pocos son capaces de superar “sin las ayudas directas que tienen otros países”, señala Arricivita. Antes de poder asomarse a la era postcovid, el presidente de ATA-Canarias asegura que resbalarán y “caerán entre el 25% y el 30%”.

El sector tenía la mira puesta en el último Consejo de Ministros del año pasado. Se había anunciado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez iba a detallar un plan de choque para nichos económicos como la hostelería y el turismo. “Se quitaron de en medio y lo dejaron en manos de las comunidades autónomas”, continúa Juan Carlos Arricivita.

El presidente de ATA-Canarias Canarias explica que en otras circunstancias podría ser una fórmula válida, “pero ahora el Gobierno autónomo dice que está trabajando en ello cuando hace meses que era el momento para poner soluciones sobre la mesa”, lamenta. De tal manera que los susceptibles de recibir ayudas no saben “ni cuánto ni cuándo ocurrirá. Mucho nos tememos que el día que se anuncien habrán desaparecido ya entre el 25% y el 30%” de los trabajadores por cuenta propia del Archipiélago, calcula Arricivita.

Ese mal presagio tiene su explicación en “el mal inicio de año” que se va a vivir; “todo el semestre lo va a ser”, revela el presidente de ATA-Canarias. Los hoteleros no van a volver a abrir los establecimientos, porque eso les supone un coste de entre 50.000 y 80.000 euros, y ya lo han intentado en varias ocasiones para ver cómo al final la expansión de la pandemia acaba con sus esperanzas de remontar el vuelo. Muchos de los autónomos –taxistas, guías, tiendas de alimentación o souvenirs, por ejemplo– dependen directamente del negocio alojativo. “Al menos, que nos garanticen el 75% de los ingresos”, clama Arricivita, “no para ganar dinero, sino para no tener que cerrar”.

Las ayudas al arrendamiento tampoco han sido tales en su opinión. Como ejemplo, exhibe los problemas de los gimnasios de Tenerife, “cerrados desde hace tres y vamos a por la cuarta semana. Si al menos te garantizan el pago del alquiler, no pierdes el local, pero si no lo hacen, pues no queda más remedio que cerrar y despedir al personal que estuviera contratado”, enfatiza Juan Carlos Arricivita.

Los trabajadores por cuenta propia de las Islas afirman que miran con “envidia” a sus colegas alemanes. “El otro día hablé con uno que en 72 horas tenía 12.000 euros en su cuenta”, relata Juan Carlos Arricivita. “Son ayudas a fondo perdido, sí, pero el Estado alemán ya lo recuperará a largo plazo a través de subidas de impuestos”, continúa el presidente de los autónomos del Archipiélago.

La “falta de capacidad de la Administración” también “les tiene en pie de guerra”. En opinión de los trabajadores por cuenta propia de Canarias, “no es de recibo” que se aluda a problema de falta de personal o logísticos como la imposibilidad de tener a todos los trabajadores a la vez en el centro de trabajo. “Algunos colegios han puesto a nuestros hijos en turno de tarde, y lo afrontamos”, ejemplifica Juan Carlos Arricivita.