Alemania sufrió en 2020 la segunda peor recesión de su historia reciente: el PIB de la llamada locomotora económica europea retrocedió un 5% con respecto al 2019, según informó este jueves la Oficina Federal Estadística (Destatis). Solo hay un peor precedente en la historia alemana tras la Segunda Guerra Mundial: la crisis financiera de hace más de una década, en la que el PIB de Alemania se contrajo un 5,7% en el 2009, muy golpeado en aquel entonces por la reducción de las exportaciones, sector clave para la mayor economía de la Unión Europea. Alemania venía de crecer un pobre 0,6% en el 2019, año en el que consiguió esquivar la recesión por poco.

En esta ocasión, el detonador de la recesión no ha sido una crisis de los mercados financieros, sino un virus: las restricciones sociales y de movimiento para enfrentar la pandemia del Covid-19 paralizaron la pasada primavera amplios sectores de la economía y golpearon con fuerza a la demanda interna. El cierre de fronteras, con su correspondiente ruptura de las cadenas globales de abastecimiento, también impactó en la industria y en las exportaciones del país - estas últimas cayeron casi un 10% respecto al 2019.

La reapertura parcial de la economía durante el verano y parte del otoño, sumada al gasto público, las ayudas estatales directas a empresas y al desempeño del sector de construcción - que incluso creció un 1,4% con respecto al año 2019 -, evitó una recesión aún mayor, explicaron los analistas de Destatis.

Las nuevas restricciones de la vida pública introducidas el pasado diciembre para hacer frente a la segunda ola de infecciones por coronavirus parecen haber tenido un impacto menor en la economía, gracias al crecimiento del comercio digital y a una clara recuperación de la industria. El último trimestre del 2020, la economía alemana se estancó más que hundirse en la recesión, lo que da cierta esperanza de que 2021 sea un año de recuperación económica, siempre y cuando la actual campaña de vacunación avance con éxito.

Déficit público

En un país tan poco amante del endeudamiento, hay un dato que no gusta en Alemania: por primera vez desde el 2011, el estado gastó más de lo que ingresó, concretamente algo más de 158.000 millones de euros. Ello supone un déficit público de un 4,8%. Se trata del mayor déficit público desde la reunificación del país en 1990, solo superado por el de 1995, cuando la República Federal tuvo que asumir las deudas acumuladas por la Treuhand - la agencia encargada del proceso de privatización exprés de empresas públicas y el patrimonio de la República Democrática Alemana, el desaparecido estado socialista alemán .

La mayoría de economistas consultados por medios y agencias de información alemanas creen que la locomotora económica europea difícilmente recuperará sus niveles de crecimiento previos a la pandemia hasta finales de este año o inicios del que viene.