LLeidanet es la única empresa española que cotiza en el mercado OTC de Nueva York en el segmento de empresas internacionales. Llegó a principios de noviembre con ese decisivo paso con el que culmina la etapa de crecimiento iniciada con la salida al mercado Alternativo Bursátil (MAB), en el 2015, y en el segmento de compañías en crecimiento del Euronext (París) a partir del 2018.

"Pocas empresas españolas pueden decirlo», precisa Sisco Sapena, fundador y consejero delegado de la firma de servicios digitales. Él es el único de los tres amigos que iniciaron el proyecto hace 26 años que se mantiene en la gestión. «Nacimos, como aquel que dice, en un garaje", explica. Y su intención es convertir Lleidanet en una firma clave en los procesos de digitalización e internet en el mundo.

La pandemia del covid-19 se ha convertido en una gran oportunidad para llevar a cabo ese proyecto con el que pretende añadir un cero a todas las cifras de la compañía en cinco años. Cerró el 2019 con 13,5 millones de euros de facturación y 100 empleados.

¿Cómo ha ido la experiencia en el mercado de Nueva York?

Cuando eres una empresa pequeña o mediana puedes aparecer mucho en los medios y gastarte mucho dinero en esa publicidad. Pero también puedes utilizar otras estrategias. Cuando estudiaba, me enseñaron que toda finca es susceptible de mejora hasta la ruina de su dueño. Con lo que puedes invertir en la empresa lo que quieras hasta arruinarte. Nosotros tenemos que dar a conocer los servicios que realizamos y una de las maneras es estar cotizado en un mercado. Cuando cotizas, cualquier noticia que crees es publicada por la prensa. Además, lo bueno es que la valoración te la da el mercado, no un grupo de personas condicionado por intereses determinados

Salir a bolsa, además de la proyección externa, también implica una estrategia de crecimiento. ¿No es ese su caso?

La estrategia la creas tú. Puedes plantearte varias cosas: ir a buscar dinero, con una ampliación de capital. Pero nosotros ya hicimos esa ampliación en la salida al MAB. Ahí conseguimos 5 millones de euros. Las otras dos salidas han sido listings, lo que quiere decir que comienzas a cotizar simplemente. No vamos a buscar dinero.

¿Buscaban un efecto más emocional que económico?

No exactamente. Tú puedes hacer dos cosas; puedes conseguir valor porque haces una ampliación de capital o también porque se eleva el valor de la compañía en el mercado al darte a conocer mejor. Lo fácil es ir a buscar dinero. Es más complicado que se eleve el valor de la compañía. Porque precisamente como se da a conocer mejor, puede vender sus productos al tipo de clientes que estás buscando. Hay muchas maneras de ir a bolsa.

¿Vuestra estrategia bursátil les está dando a conocer lo suficiente?

Una de las cosas por las que también vas a cotizar es para conseguir financiación. Puedes emitir bonos o hacer una ampliación. Cuando estás dentro es más fácil. Y es una forma de diversificar la financiación. Si quisiera comprar una compañía se puede hacer mediante una emisión de acciones .

¿Entra en sus planes, ahora?

Sí y no. Si surge la oportunidad, sí. Pero no es el objetivo que tenemos con la salida a bolsa.. Nosotros estamos creciendo orgánicamente, por nuestros medios, durante la pandemia y esperamos que en la postpandemia también. Cuando una empresa crece tanto orgánicamente un crecimiento inorgánico puede ser contraproducente. Comprar es muy fácil, pero digerir la compra es dificilísimo. Puedes ocupar dos o tres años en esa tarea y tienes que emplear la parte en la que tienes menos recursos que es la del equipo directivo.

Lleidanet empezó el año con un valor de un euro por acción y ha llegado a estar por encima de los 11 euros durante este año. ¿Cómo se explica ese fenómeno?

La bolsa es el mercado de las expectativas. La valoración bursátil está en la previsión de que esta compañía lo hará muy bien y tiene mucho valor. Por eso los gestores nos tenemos que dedicar a que los fundamentales de la empresa sean buenos. Hemos sido capaces de anunciar al mercado muchos contactos, muchas patentes nuevas€ y, además, el mercado está creciendo. La contratación y notificación electrónica se ha disparado por la pandemia.

El covid ha sido nefasto para muchas empresas, pero para ustedes ha sido un impulso.

Una de las razones por las que salimos a bolsa fue para impulsar el negocio de la notificación y contratación electrónicas. En el momento del covid, cuando se decreta el estado de alarma, deja de existir la parte física de esa actividad y solo queda la electrónica, con lo cual se dispara tremendamente la utilización de nuestros productos. Durante los días iniciales del confinamiento tuve que llamar a todos los becarios que habíamos tenido en los últimos cuatro años para poder absorber la enorme cantidad de usuarios nuevos que estaban entrando. Durante toda esta pandemia hemos ido incrementando la plantilla porque hay mucha más demanda.

¿La vacuna puede acabar con esa tendencia ?

Con la salida de la vacuna se decía que ya habíamos perdido el momentum, pero no es cierto. La digitalización está aquí para quedarse. Ahora no volveremos atrás, al papel. Y luego, nos dedicamos a la notificación electrónica. Hay Gobiernos que han dado [créditos] icos, otros que han proporcionado cheques y otros, ayudas económicas diferentes. A la hora de pagar las deudas se ha mirado hacia otro sitio.

Pero ahora vendrán las reclamaciones y Lleidanet está especializada en la reclamación electrónica. Vendrán una montaña de impagados, en el mercado privado como en el público: habrá un montón de impuestos por pagar. Si el impuesto no se paga, hay que notificar que esa deuda está pendiente. La semana pasada el Ayuntamiento de Johanesburgo (Sudáfrica) nos ha contratado 10 millones de notificaciones por impuestos para el año que viene. Esta es una necesidad global.

¿Cuando se dice que Lleidanet tiene 192 patentes qué se está diciendo exactamente?

Se dice que tenemos (son ya 195) en 64 países el reconocimiento de nuestros métodos y están protegidos. Si otros quieren hacer lo mismo y de la misma forma, podemos demandarlos. Hemos protegido el método de cómo hacer las cosas. Esta metodología de notificar por correo electrónica, por SMS, o contratar electrónicamente es nuestra. Tenemos los derechos de propiedad porque hemos sido los primeros en registrarlos.

¿Las patentes son indispensables para vuestra actividad?

Claro. Tú quieres un negocio que tenga permanencia y profundidad y evitar que venga el vecino te copie y elimine tu valor. Evitamos una cosa muy habitual de internet que son los copycuts, que son copias de hasta las faltas de ortografía. Molesta mucho que hagas un esfuerzo importante en desarrollar algo y venga otro y se lo apropie.

Además son una operadora de telecomunicaciones.

Somos una operadora de telecomunicaciones y como servicio de comunicación solo tiene activado el SMS. Tenemos licencias como cualquier otra operadora, pero no damos voz. Y gracias a que somos una operadora, hemos podido construir el otro servicio, que es el testigo electrónico de lo que se ha enviado o se ha recibido.

Estos no eran los negocios originales de Lleidanet.

No. Y tampoco era una empresa de limpieza. Nacimos hace 26 años como proveedores de internet. Hemos apretado varias teclas desde entonces, pero la más importante la tocamos en el 2007 al convertirnos en una operadora de SMS y comenzar el servicio de certificación electrónica. Descubrimos que había una necesidad de este tipo de servicios. Yo había trabajado como perito de siniestros informáticos y tenía un conocimiento bastante profundo del sector.

¿Qué implicaciones tiene para las empresas ahora hablar de digitalización?

Supervivencia. No tienes capacidad de sobrevivir a largo plazo si no implementas la digitalización de la mayoría de tus procesos. Es clave para la supervivencia.

¿Las empresas se habían olvidado hasta ahora?

Las pymes no han entrado en la digitalización porque como sus procesos ya funcionaban no se planteaban cambiar prácticas. Y muchas veces los procesos los han diseñado los abuelos, los padres o personas que ya no están en la empresa con lo cual sabes que funcionan pero no siempre cómo funcionan. Son una cadena y todos conocen bien su eslabón de la cadena, pero no toda la cadena. Al interrumpirse muchas de estas cadenas por la pandemia, la digitalización ha sido forzosa en muchas empresas porque de lo contrario no vendes o no compras o no notificas o no puedes gestionar a tus trabajadores adecuadamente. Así que se ha producido una digitalización forzosa del segmento de pymes por la pandemia.. Llama la atención lo poco que conocen las empresas cómo funcionan sus procesos internos.

Una parte de los fondos europeos tienen que destinarse a la digitalización de las empresas. ¿Qué pasará?

Cuando se defina más claramente cómo se distribuirán esos fondos podremos decirlo. Estamos esperando que se aclare por dónde irá esa digitalización. Nuestro road map de desarrollo está claro: la cola llega a Barcelona. Tenemos mucho trabajo ya encargado, mucho y para bastantes meses. Lo que llegue estará bien, pero falta definición.

¿Hay escepticismo sobre que los fondos lleguen a las pymes?

Nosotros no contamos con ellos, porque no tenemos claridad en estos momentos. Cuento con nuestra propia planificación y todo lo que tenemos programado para el 2021 no tiene nada que ver con esos fondos. Las empresas seguirán su digitalización tanto si hay fondos de la UE como si no.

¿Qué planes de crecimiento tiene la empresa?

Tenemos clara la colaboración con empresas de correos nacionales. Seis son clientes. La más significativa es el servicio de correos de Colombia. Le proporcionamos la certificación electrónica. Son empresas que crecen a un ritmo del 15% mensual con este tipo de servicio porque hay una necesidad brutal de notificación porque las postales han dejado de funcionar bien o son muy costosas.