Tras un 2020 marcado por la crisis de la covid, la banca afronta con importantes cambios el nuevo año, en que CaixaBank materializará su fusión con Bankia, creando el mayor banco del país, y el Sabadell, tras romper negociaciones con el BBVA, seguirá su andadura en solitario bajo una nueva dirección. En el caso de CaixaBank y Bankia, éstas suman 302 oficinas y 1.898 empleados en Canarias, mientras que el Sabadell tiene 176 trabajadores en las Islas.

La banca española comenzó 2020 con buenas perspectivas y con el foco puesto en cuestiones como la mejora de la eficiencia o la digitalización, hasta que en marzo estalló la pandemia y, con ella, arreciaron las presiones sobre el sector para avanzar hacia la consolidación. Buena nota de ello tomó CaixaBank, que no dudó en dar un paso al frente para protagonizar la operación financiera del año: la fusión por absorción de Bankia. La tercera y la quinta entidad bancaria española se integrarán para crear el primer banco del país, con un volumen de activos de más de 600.000 millones de euros, unas 6.000 sucursales y cerca de 47.000 trabajadores.

El 'sí, quiero' de CaixaBank y Bankia pareció animar el proceso de consolidación del sector financiero en España y otras cuatro entidades anunciaron oficialmente su flirteo para una posible fusión: Unicaja y Liberbank, por un lado, y el Banco Sabadell y el BBVA, por el otro. Por el momento, sin mucho éxito.

A finales de noviembre, el Sabadell y el BBVA, ambos con una larga experiencia en fusiones, comunicaron que rompían las negociaciones de integración por desacuerdos económicos. Su unión hubiera dado lugar al segundo grupo financiero del país, pisándole los talones al nuevo CaixaBank. Desafiando la presión institucional para acelerar la consolidación financiera en España, el Sabadell, con 139 años de historia, en los que ha crecido a golpe de adquisiciones, tanto en España como en el extranjero, comunicó su intención de seguir en solitario y anunció el desarrollo de un nuevo plan estratégico, focalizado en el mercado doméstico.