El desplome de la recaudación por los tributos del Régimen Económico y Fiscal (REF) se aceleró en noviembre sin el empuje de los turistas. Las compras de los visitantes en los supermercados, tiendas, bares, restaurantes o cafeterías dejan dinero en las arcas autonómicas por el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC). El IGIC es, con mucha diferencia, la principal fuente de ingresos del Bloque de Financiación Canario. Es el tributo que grava el consumo en el Archipiélago, y ocurre que los niveles de consumo se han reducido de manera drástica. Por un lado, el gasto de los turistas está en mínimos históricos, básicamente porque casi no hay turistas; por otro, tampoco los residentes están en las mejores condiciones para consumir más allá de lo estrictamente necesario. No en vano hay 350.000 personas desempleadas, ya estén paradas en sentido estricto o en expedientes de regulación. En este escenario, el agujero en la recaudación por el REF ya supera los 320 millones de euros, de los que hasta 318 millones se han perdido por el hundimiento del IGIC.

De enero a noviembre, según los datos de la Agencia Tributaria Canaria, los ingresos públicos por el Bloque de Financiación Canario ascendieron a 1.295,3 millones de euros. ¿Mucho o poco? Poquísimo. En los once primeros meses de 2019 ya se habían recaudado 1.615,9 millones. La caída es de un 20% cuando aún faltan por contabilizar las cifras de diciembre. Son exactamente 320,6 millones menos. Y el último mes del año no solo no ayudará a amortiguar la caída, sino que la acelerará. Las nuevas restricciones de movilidad decretadas por el Gobierno de Canarias, y sobre todo el cierre al que se ven abocadas miles de empresas del sector de la restauración en Tenerife, reducirán la recaudación por el IGIC aún más de lo que ya se habría reducido sin las últimas medidas para contener el avance del virus. El consumo y la inversión empresarial entrarán este mes en barrena, más si cabe en Tenerife y a pesar de la campaña navideña, y eso se trasladará a los ingresos públicos. Ayer avisó la Confederación Canaria de Empresarios (CCE): “Sin ayudas, las empresas acabarán en un punto de no retorno”. Y menos empresas significa menos empleos y menos recaudación.

Desde la patronal insistieron en que la prolongación de los expedientes de regulación temporal de empleo de fuerza mayor es “imperativo”, y no solo durante unos meses —están garantizados hasta el 31 de enero—, sino “durante el período que sea necesario”. Sin embargo, el cero turístico y las medidas contra la pandemia, especialmente duras para los bares, cafeterías y restaurantes de Tenerife —más si cabe en el caso de los pequeños que no tienen terraza—, obligan, a juicio del empresariado, a dar “ayudas directas” a las empresas para evitar cierres masivos y una mayor destrucción de empleo. Algo en lo que, además, coinciden patronal y sindicatos.

Paso atrás

Lo cierto es que el desplome de la recaudación se había moderado desde junio coincidiendo con aquella primera desescalada. La recaudación por los tributos del REF sumó 492,2 millones de euros entre julio y octubre, solamente 51,6 millones menos que en los mismos meses de 2019 —hay que tener en cuenta que de enero a junio se perdieron la friolera de 201,1 millones de euros—. Pero llegó noviembre, el mes que en años normales abre la temporada alta turística, y los ingresos de la Hacienda regional se quedaron en 82,7 millones, frente a los 150,6 de 2019, es decir, en solo un mes se perdieron 16,3 millones más que en los cuatro anteriores.

Por impuestos, la recaudación por el IGIC es de 1.154,8 millones hasta el mes pasado, 318 menos que en 2019. El Impuesto de Matriculación ha dejado en las arcas autonómicas 12,9 millones de euros a falta de diciembre, 7,8 millones menos. La excepción es el AIEM, que le ha reportado a la Hacienda canaria 127,6 millones, 5,1 millones más que el año pasado.

En cuanto a la recaudación del Estado en las Islas —sobre todo por el IRPF y el Impuesto sobre Sociedades—, la caída hasta octubre es de un 14,2%, esto es, 367,3 millones menos. Pero supera el 39% —189,3 millones menos— en el Impuesto sobre Sociedades.