Varios grupos de militares exigieron ayer frente al Congreso de los Diputados y en diversos puntos de otras diez ciudades españolas unas retribuciones y una carrera militar “justas y dignas”, ya que necesitan con urgencia “ver en las nóminas de cada mes el reconocimiento a la profesión” que están recibiendo en la pandemia.

La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas, Asfaspro, que cuenta con 5.500 afiliados en toda España, celebró concentraciones en Santa Cruz de Tenerife, Madrid, Alicante, Cádiz, Cartagena (Murcia), Córdoba, Murcia, Palma de Mallorca, Salamanca, Valencia y Zaragoza con pancartas para demandar “carrera y retribuciones dignas”. La concentración de Madrid se desarrolló frente al Congreso de los Diputados y participaron una veintena de militares con mascarilla y respetando la distancia de seguridad para evitar la propagación del coronavirus.

Quince participantes lucieron chalecos amarillos para simbolizar que la última reforma retributiva la tuvieron hace ya 15 años, cuando el entonces ministro de Defensa, José Bono, reconoció “que no era justo que un brigada con 21 años de servicio cobrara menos que un mosso d’esquadra acabado de salir”, y sostuvieron que la situación ahora es “mucho peor”.

En el manifiesto pusieron de relieve que “los suboficiales están opositando para quitarse los galones y convertirse en guardia civil para tener la nómina adecuada que merece su familia”. Y se mostraron “hartos de que se gratifique solamente con elogios y buenas palabras”, porque “eso no es más que un abuso y una falta de respeto”.

El vicepresidente de Asfaspro, Javier Paniagua, destacó que “un soldado gana exactamente la mitad que un policía o un guardia civil egresado de su centro de formación (que acaba de salir de la academia), y este policía y este guardia ganan más que un suboficial con treinta años de servicio y que un teniente de las Fuerzas Armadas, que tiene un grado universitario”. Por eso se consideran “abandonados por el Ministerio de Defensa”.