Plan Reactiva

El mercado de trabajo no da más de sí. Octubre fue un espejismo. Las contrataciones en el sector público para hacer frente a la segunda oleada de la pandemia, sobre todo en sanidad y educación, hicieron posible que el empleo creciera en el décimo mes del año. Pero en realidad la economía canaria ya había perdido el pequeño empuje que en junio le dio la desescalada. Una vez reforzadas las plantillas públicas en colegios, institutos y hospitales, las Islas han cerrado noviembre con 296 trabajadores menos que en octubre. En estos momentos hay en el Archipiélago 780.767 empleados afiliados a la Seguridad Social, lo que supone volver a cifras de octubre-noviembre de 2017. En otras palabras: los puestos de trabajo destruidos por la crisis del coronavirus han dejado el empleo en la región en cifras de hace tres años.

En febrero, cuando en España aún había quienes negaban que la Covid-19 fuera un problema pese al brote en la vecina Italia, la Comunidad Autónoma tenía 818.141 trabajadores en alta laboral. En mayo, tras casi tres meses de confinamiento y paralización de la actividad productiva, ya solo eran 758.715. Se perdieron de golpe, por tanto, 59.426 empleos. En consecuencia, esos 780.767 afiliados con los que se despidió noviembre implican que desde la desescalada se han recuperado 22.052 puestos de trabajo; o lo que es lo mismo: faltan 37.374 para el pleno restablecimiento del mercado laboral. Con todo, lo peor es que buena parte de lo recuperado obedece a los miles de contratos temporales de maestros, profesores y sanitarios, contratos de corta duración que, en todo caso, están subordinados a la evolución de la pandemia. Es decir, que no se trata de empleos mínimamente estables. Tan es así, que en el pleno celebrado esta semana en el Parlamento regional, la oposición ha interpelado a la consejera de Educación, Manuela Armas, sobre si los docentes de refuerzo continuarán o no hasta junio, y en principio solo estarán en plantilla hasta finales de este mes. En términos interanuales, las Islas tienen ahora 44.099 afiliados menos que en noviembre de 2019, una caída de un 5,35%. No en vano, a finales del año pasado llegó a haber un máximo de hasta 827.428 trabajadores en alta laboral.

Este noviembre negro tampoco dejó datos positivos a los que aferrarse en la otra vertiente del mercado de trabajo: la del desempleo. Un total de 5.832 canarios engrosaron el mes pasado la cola del paro. La bolsa de desempleados se incrementó así un 2,2% y ya tiene atrapadas a 268.319 personas. El paro subió en todos los sectores de actividad, pero de nuevo fueron los servicios donde más lo hizo. De los casi 6.000 nuevos desempleados, hasta 4.079 corresponden al sector terciario, lo que en el Archipiélago se traduce básicamente en el negocio turístico. El parón en que está instalada la primera industria regional es la razón de que Canarias sufra más que las restantes comunidades autónomas —a excepción, quizá, de Baleares— los embates de la crisis en el mercado de trabajo. Por eso el desempleo creció en noviembre en las Islas a un ritmo casi cuatro veces mayor que en el conjunto de España, donde el incremento no llegó ni al 1% (0,66). La menor dependencia del turismo es lo que permite a País Vasco, una región eminentemente industrial, reducir su tasa de paro un 4,36%. En todo el país fueron 25.269 las personas que en noviembre se sumaron a la población desempleada. Y hay que insistir en que de esa cantidad, hasta 5.832 son canarios, esto es, un 23%. Dicho de otro modo: uno de cada cuatro españoles que caen en la lacra del paro reside en el Archipiélago. No sorprende así, de nuevo en términos interanuales, que hoy haya en las Islas 57.426 parados más que en noviembre de 2019, un 27,23% más.

En línea con lo anterior, el mismo presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, reconoció ayer que los números son “preocupantes”. “Son preocupantes. Subimos dos puntos, pasando del 25 al 27% de tasa de paro, aunque es cierto que se incorpora más gente al mercado laboral", ahondó Torres, que insistió aquí en la importancia de los ERTE.

Uno de cada cuatro españoles que cayeron en el paro el mes pasado reside en el Archipiélago

El jefe del Ejecutivo autonómico puso énfasis en la necesidad de mantener los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de fuerza mayor —que reducen la carga de las empresas— para evitar que el paro se desboque. Tal es la necesidad que el número de trabajadores incluidos en estos ERTE no solo no se reduce, sino que aumenta. Otros 651 asalariados pasaron a la incertidumbre del expediente de regulación —de fuerza mayor o por causas relacionadas con la pandemia— a lo largo de noviembre, con lo que ya son 80.006 los isleños en esta circunstancia (eran 79.355 en octubre). En todos los casos se trata de personas, en su gran mayoría trabajadores de la actividad turística (empleados de hoteles, apartamentos, restaurantes, cafés, tiendas de souvenirs...), que permanecen en sus casas o como poco han visto reducida su jornada laboral por culpa de la pandemia. El problema es que del ERTE solo se sale de dos maneras: o se recupera el puesto de trabajo o se acaba en el paro, y sin recuperación turística, la segunda vía será mayoritaria.

A la cola de la recuperación

La Confederación Canaria de Empresarios (CCE) hizo ayer hincapié en que las Islas han perdido cuatro veces más empleo que el conjunto de España a lo largo de la crisis del coronavirus. La patronal de la provincia de Las Palmas apuntó que desde la irrupción de la Covid-19, el empleo en el Archipiélago se ha reducido un 4,57%, frente a la disminución del 1,19% en el ámbito nacional. Por su parte, la división tinerfeña de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE-Tenerife) puso énfasis en la necesidad de poner en práctica cuanto antes las medidas del

. Son “imprescindibles”, a juicio de la patronal de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, medidas como la flexibilización del Régimen Económico y Fiscal (REF) para adaptarlo a los efectos de las restricciones impuestas por la pandemia. Con una subida del paro en noviembre de más de un 27% con respecto al mismo mes del año anterior y de 5.832 personas sobre octubre, los empresarios creen que estas medidas ayudarían a la “supervivencia” del tejido productivo y el empleo, por lo que requieren de una rápida aplicación. El panorama es tan delicado, algo en lo que ahondó el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, que “además de la imprescindible reactivación del turismo, serán necesarias medidas extraordinarias que eviten un deterioro insostenible del mercado de trabajo en las Islas”. En este sentido, Sesé reiteró la propuesta que desde hace meses lleva reclamando la institución al amparo del Régimen Económico y Fiscal (REF) y de la condición de región ultraperiférica, esto es, bonificar de forma transitoria las cotizaciones sociales de los trabajadores, con lo que se conseguiría respaldar el empleo. “Una medida de impacto, de carácter integral y directa que favorecería la contratación”, agregó.