Los comercios de las Islas dan el arreón final para evitar que el Black Friday resulte un fracaso y se convierta en un viernes negro en cuanto a negocio se refiere. Muchas tiendas llevan días, algunas incluso semanas, ofreciendo descuentos –con el objetivo de evitar aglomeraciones en mitad de la pandemia–, aunque confían en que sea el fin de semana, cuando los potenciales compradores disponen de más tiempo libre, el que logre aupar las ventas para evitar que la caída sea estrepitosa. Los peores augurios hablan de hasta un 30% de descenso que los establecimientos esperan reducir a la mitad abriendo también sus puertas el domingo.

“El ambiente está mucho más flojo que el año pasado, esperábamos más afluencia de público en las zonas comerciales y hasta ahora el ritmo ha sido muy lento, así que confiamos en que este fin de semana aumente, sobre todo en los espacios abiertos”, explica Abbas Moujir, secretario general de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca). Esta práctica comercial importada, como tantas otras, de Estados Unidos ha ido adquiriendo relevancia comercial en las Islas, donde comenzó tímidamente en 2013 a través de las grandes marcas para consolidarse tan sólo dos años después a nivel general. “Ahora el Black Friday supone un 25% de las ventas navideñas”, recuerda Moujir.

Sin embargo, la crisis económica motivada por el coronavirus ha motivado una pérdida de la confianza del consumidor y eso retrae el gasto ante un futuro incierto. “Es pronto para realizar previsiones porque hay que esperar al fin de semana, pero las expectativas son bastante malas”, reconoce José Juan Socas, presidente de la Confederación Canaria de la Pequeña y Mediana Empresa (Cecapyme), que señala que la estrecha vinculación que el comercio de las Islas tiene con el turismo resulta letal. “Se ha destruido mucho trabajo y se ha dejado a muchas personas en ERTE, lo que sin duda repercute en el gasto que realizan”, afirma.

Canarias lideró en octubre la caída de las ventas del comercio minorista con un 15,2% menos que el mismo mes del año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). “Esto afecta sobre todo a los pequeños comercios”, explica Moujir, que señala que los depósitos bancarios han crecido un 7% con respecto a 2019 y acumulan ya diez meses de ascenso, lo que significa que las personas con capacidad de gasto optan por ahorrar. Bajar el porcentaje de pérdidas hasta el 10% era la idea inicial “pero parece muy complicado tal y como están transcurriendo estos días”, reconoce el secretario general de Fauca.

Cambios por la pandemia

“Se ha producido una caída en la confianza del consumidor debido a la incertidumbre reinante”, coincide Alfredo Medina, secretario general de la Asociación Canaria de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), que aun así no pierde el optimismo. “La gente está respondiendo y adelantando sus compras, aunque realiza un consumo bastante calculado”, asegura Medina. “No hay que olvidar que el Black Friday es un indicador de cómo pueden ser las Navidades para el comercio”, recuerda a su vez Socas.

Además, la pandemia ha variado los hábitos de los consumidores. Hay dos sectores que han salido ganando, el de alimentación y el del bricolaje y los muebles –debido a que la gente pasa más tiempo en casa y a que han tenido que adaptar sus viviendas al teletrabajo–. “La previsión más optimista sería repetir las cifras de 2019, pero es difícil porque hay sectores que sufren mas que otros”, argumenta Medina. Entre los más perjudicados se encuentran la moda y sus complementos, que se está resintiendo bastante porque las restricciones sociales evitan que se renueve el armario.

La moda y sus complementos ceden terreno a los artículos de bricolaje y muebles

Otra de las alteraciones que ha causado el Covid ha sido el aumento de las compras por internet. Todavía resulta una incógnita saber cuánto crecerán las ventas online este Black Friday, resalta Medina, que prevé que probablemente dupliquen las del año pasado, aunque esto no conlleva per se buenos resultados para el comercio canario, pues muchas transacciones se realizan con multinacionales foráneas.

Esta incertidumbre en cuanto a las compras ya ha afectado al número de empleos generados, que en Canarias se situarán en cerca de las 1.380 contrataciones este año para el Black Friday y el Cyber Monday, un 7,4% menos respecto a 2019, cuando se firmaron unos 1.490 contratos, según las previsiones del grupo de recursos humanos Randstad. En el conjunto de España se estiman 27.430 contrataciones, un 5,4% menos que en 2019, cuando hubo poco más de 29.000, de las que hasta un 62,8% corresponden al sector logístico, en detrimento del comercio y la hostelería.

Una tendencia que seguirá en Navidad, cuando el transporte y la logística coparán el 44% de los más de 290.000 contratos que se firmarán en España. Los perfiles más demandados serán los de empaquetadores, carretilleros, mozos de almacén y transportistas, entre otros. Además, habrá una mayor demanda de profesionales destinados a la atención al cliente, tanto online como telefónica.