La aerolínea easyJet anunció ayer que no espera operar más del 20% de la capacidad planificada para el primer trimestre de 2021. Se enfocará pues en los vuelos que generen liquidez durante el invierno, aunque con flexibilidad para ponerse en marcha cuando regrese la demanda. En esos planes Canarias es fundamental: “Sabemos que los clientes quieren volar con nosotros y la demanda subyacente es fuerte, tal y como evidencia el aumento del 900% en ventas durante los días en los que se eliminó la cuarentena en Canarias en octubre”, señaló Johan Lundgren, consejero delegado de easyJet.

La compañía low cost puso a la venta vuelos adicionales en sus rutas a las Islas desde los aeropuertos de Londres Gatwick, Londres Luton, Bristol, Manchester, Liverpool, Edimburgo, Glasgow y Belfast, añadiendo más de 180.000 asientos adicionales desde noviembre a finales de marzo de 2021.

El optimismo del representante de la aerolínea contrasta con sus resultados contables. La compañía registró unas pérdidas netas anuales de 1.200 millones de euros en el último ejercicio fiscal (que finalizó en septiembre), frente al beneficio de 388 millones que obtuvo en 2019, según remitió a la Bolsa de Londres. Son las primeras pérdidas anuales que sufre desde su fundación, en 1995.

Lundgren aseguró que, tras recaudar más de 3.400 millones de euros hasta la fecha, easyJet goza de “una posición sólida para ser líder en la recuperación de la industria aérea europea”. Así, los retos a los que el sector se enfrenta por la Covid-19 no frenan la apuesta de easyJet por España. Anuncia una nueva base estacional en Málaga para la primavera de 2021 con tres aviones de la familia A320 y que comportará la creación de unos 100 puestos de trabajo.

“EasyJet no solo resistió el impacto de la pandemia, sino que ahora dispone de unos cimientos sin precedentes sobre los que reconstruirse sólidamente tras la crisis. Nuestra red de corta distancia sin parangón y la confianza depositada en la marca harán que los clientes escojan a easyJet”, remarcó Lundgren.