Agentes de la Policía Nacional, adscritos a la Brigada Provincial de la Policía Judicial, procedían en la mañana de ayer a la detención de Santiago Fuentes Jover, propietario de la empresa Arbistar 2.0, con sede en Tenerife y dedicada a operar con criptomonedas, las conocidas como bitcoins.

El apresamiento del líder de esta firma tuvo lugar en el sur de Tenerife, en uno de las cuatro viviendas propiedad del acusado, quien, por seguridad, dado que decía sentirse amenazado, iba alternando el lugar de las pernoctaciones de manera periódica. Los agentes de la Judicial efectuaron registros tanto en el domicilio donde fue arrestado Fuentes, como también en los otros tres, y a continuación lo trasladaron a las dependencias de la Comisaría, donde permanece desde ayer. Según fuentes consultadas por este periódico, el arrestado está previsto que pase hoy a disposición del Juzgado nº 3 de Arona, y lo hará acusado de los delitos de fraude, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Una vez tuvo lugar el arresto, la autoridad judicial determinó levantar el secreto del sumario.

La investigación estaba abierta desde el pasado mes de septiembre, tras las demandas presentadas por algunos clientes ante lo que consideraban un presunto delito de estafa piramidal. El escándalo estallaba cuando el pasado 12 de septiembre, la empresa Arbistar 2.0 determinaba la cancelación de uno de los productos estrellas de la compañía, el llamado Community Bot, lo que implicaba que más de 32.000 familias no pudieran acceder a los ahorros en forma de bitcoins que habían depositado en productos de esa firma, una situación que afectaría como mínimo a inversiones por valor de 9,34 millones de euros, según había reconocido entonces la propia empresa.

"Ni estafa ni quiebra"

En ese momento, el mismo Santiago Fuentes, en unas declaraciones realizadas por videoconferencia a RTVC, explicaba que "una mala gestión hizo que cayera el Community Bot", abundando en que se trataba "de un robot de arbitraje, un proceso informático que se encargaba de comprar barato (las criptomonedas) y venderlas caro de forma automática".

En su alocución, Fuentes confirmaba que existía un problema con dicho producto, "pero es falso que exista una estafa o una quiebra", asegurando que el resto del grupo estaba funcionando con total normalidad. "No tiene que ver una cosa con la otra", subrayó. "Cuando avisé a los clientes de que se cerraba este producto, estaba en mi casa y ustedes comprenderán que si la intención fuera estafar, a nadie se le ocurriría hacerlo de esta manera".

En su idea de lanzar un mensaje de tranquilidad, el propietario de la empresa Arbistar 2.0 insistía en que iban a seguir trabajando en buscar soluciones para las personas que se habían visto afectadas, al tiempo que aseguraba que por aquellos días ya habían cobrado unos 1.000 y, es más, anunciaba "una acción directa con cada uno para que puedan ganar el máximo posible" en unas negociaciones que, sostuvo, incluirían ventajas en otros productos de la firma.

Lo cierto es que, a pesar de tanta buena disposición, las oficinas de la firma permanecían cerradas, una circunstancia que Fuentes reconocía y explicaba que era así por razones de seguridad: "Hemos recibido amenazas".

Unos 32.000 afectados

En un primer momento, en Tenerife se habían registrado una decena de denuncias contra Arbistar 2.0, por valor de más de 300.000 euros, y otras cinco en la Península, en este caso por otros 100.000 euros presuntamente estafados, según los últimos datos que trascendieron de una investigación que se encontraba bajo secreto de sumario. El director de la firma, Santiago Fuentes, confirmaba entonces que "hay alrededor de unas 32.000 familias afectadas", e insistía en que todo se debía a un "error informático", defendiendo que en ningún momento habían pretendido "cerrar y desaparecer".

Según la compañía Tulip Research, encargada de investigar operaciones de carácter fraudulento, en el caso de la empresa Arbistar 2.0 el volumen del engaño podría llegar a alcanzar los 850 millones de euros.

El cebo de la rentabilidad

La elevada rentabilidad que se promete por la inversión en bitcoins es el mejor de los cebos para atraer a las víctimas de las llamadas estafas piramidales. En algunas ocasiones, los expertos en este tipo de temas señalan que el perfil más común de los afectados se acerca mucho al de un empresario que decide aventurarse a la inversión y lo suele hacer a título personal, pero con el grave inconveniente de no contar con asesoramiento por parte de expertos.

También el anonimato en las transacciones es otro de los elementos que provoca una enorme atracción hacia este tipo de productos, sobre todo para aquellas personas ligadas con actividades de narcotráfico o bien otro tipo de acciones relacionadas con la delincuencia organizada, y cuyo objetivo principal no es otro que el de blanquear sus ingresos.