El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) reclaman a los gobiernos que utilicen las pruebas de Covid-19 como medio para reabrir las fronteras de forma segura y restablecer la conectividad mundial, así como para evitar el colapso de la industria de la aviación con un apoyo financiero que no genere deuda.

Una y otra organización defienden que esas medidas protegerían a los países de la importación de casos de Covid-19, evitarían una crisis de empleo en el sector de los viajes y el turismo, y asegurarían que la estructura crítica de la aviación siga siendo viable.

El Grupo de Acción sobre el Transporte Aéreo (ATAG) estima que 46 millones de puestos de trabajo en el mundo están en peligro debido a la pérdida de conectividad causada por la crisis sanitaria . La gran mayoría de ellos (41,2 millones de empleos) se encuentran en el sector de los viajes y el turismo que depende de la aviación, mientras que el resto (4,8 millones de empleos) se reparten entre el empleo directo en la aviación, incluidos los aeropuertos y las aerolíneas. La Asociación de Aeropuertos prevé que sufrirá una reducción del 60% en sus ingresos, mientras que la organización de las aerolíneas estima que los ingresos del sector caerán un 50%.

Para corroborar los temores del sector, el gestor de la red de aeropuertos de España, Aena, admitía ayer una pérdida del 79,9% de viajeros en septiembre. De los 5,4 millones de viajeros comerciales, de los que 3,4 millones viajaron en vuelos nacionales, un 56,0% menos que el mismo mes de 2019, y apenas 1,9 millones en rutas internacionales, un 89,8% menos. En el caso los principales canarios la caída para Gran Canaria es del 70%, para Tenerife Sur del 83,8%, en Lanzarote del 73% y del 69,7% en Fuerteventura. Tenerife Norte cerró el mes con un 46,3% menos.