El tinerfeño Javier Hernández tiene 52 años y es piloto de aviación comercial. Pero no activa los mandos en una cabina desde el pasado 8 de enero. Vive pendiente de la maraña que supone un proceso judicial complejo para poder subsistir. Asegura que lleva sin cobrar un euro desde junio y tiene cuatro hijos. Ha tenido que vender su casa y un coche para ir afrontando los gastos corrientes. Pero, al menos, él ha podido percibir ese dinero con el que ir tirando. Otros compañeros en su misma situación no han tenido esa posibilidad.

Hernández trabaja para Ryanair y es uno de los afectados por el cierre de las bases de dicha compañía en Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote a comienzos del presente año. Más de 220 personas, entre pilotos y auxiliares de vuelo, sin incluir a los que estaban contratados por las agencias Crewlink y Workforce, están afectados por este caso, ya que no perciben ingresos ni por el inicial Expediente de Regulación de Empleo (ERE), ni por el posterior Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), ni por desempleo.

Recurso al cierre en Canarias

El Comité de Empresa recurrió el ERE que se hizo efectivo el 8 de enero. Y el 24 de abril, la Audiencia Nacional dio la razón a los trabajadores perjudicados, pues consideró que los despidos eran nulos. Ryanair no recurrió, por lo que dicha sentencia se convirtió en firme, y, en teoría, eso significaba que los empleados debían ser readmitidos. Pero el siguiente movimiento de la compañía fue aplicar un ERTE de fuerza mayor a todo el personal despedido de las bases canarias, pero lo hizo con fecha del 15 de marzo, al amparo del estado de alarma. Esa medida de la empresa se aprobó, como la inmensa mayoría, por silencio administrativo.

En el documento, los responsables de la aerolínea reconocen que las bases del Archipiélago están cerradas y que no tienen intención de reabrirlas. Y los representantes de los sindicatos USO y Sitcpla (Sindicato independiente de trabajadores de cabina de pasajeros de líneas aéreas) recurrieron este procedimiento ante la Dirección General de Trabajo y denunciaron ante la Inspección de Trabajo, con el argumento de que el ERTE era fraudulento y no tenía nada que ver con la pandemia. Uno de los representantes de USO, Jairo Gonzalo, explica que, "una vez examinado el recurso de alzada, la Dirección General del Trabajo, con informe del inspector, anuló el ERTE por fuerza mayor, al estimar que hay un posible fraude.

Javier recuerda que la vivienda que tuvo que vender la adquirió hace 18 años. Pero los ahorros que ha obtenido "se van" muy rápido. La pregunta que se hace él y otros compañeros es qué pasará si el procedimiento sigue prolongándose en el tiempo. Sobre todo porque la actividad en el transporte aéreo de pasajeros se ha reducido de forma muy considerable a raíz de la pandemia del covid-19 y no resulta sencillo encontrar trabajo de piloto en España o en otros países.

Gastos prioritarios

En su caso, lo prioritario resulta comprar la comida y pagar el colegio de uno de sus hijos, que está en un centro concertado. Pero, en el caso de este último, no asiste al comedor y tampoco se ha inscrito en actividades extraescolares. "Algunos compañeros y yo estamos ahogándonos", señala. Se pregunta cómo es posible que no exista un organismo capaz de atender las necesidades de personas que, debido a la dilación de los procesos judiciales, están en una coyuntura en que reciben "cero euros al mes". Mientras, Javier Hernández mira las ofertas que la compañía sigue haciendo a sus potenciales clientes y la imagen de poder que refleja. Él está a la espera de las resoluciones judiciales. Los más perjudicados son aquellos trabajadores que llegaron a Ryanair procedentes de otras compañías y llevaban poco tiempo en la citada empresa de vuelos de bajo coste.

Este tinerfeño ya vivió el cierre de la aerolínea Futura a finales del 2008. En los siguientes años, obtuvo trabajo como piloto fuera de nuestras fronteras. Voló en países como India o Egipto, por ejemplo. Pero siempre pensaba en la posibilidad de regresar a Canarias. Por eso, un buen día decidió aceptar las condiciones laborales de Ryanair para trabajar en su tierra y estar cerca de su familia. Hoy piensa que, en la vida, a veces, se toman decisiones equivocadas. Reconoce que ahora "no hay trabajo en ningún sitio del mundo y a todas las aerolíneas les sobran pilotos y auxiliares de vuelo".

Según este profesional, todos los pilotos de Ryanair en España están en un ERTE. Algunos son llamados para realizar una serie de horas a lo largo de varios días y perciben el dinero que les corresponde por ello, pero después regresan al ERTE y los ingresos por lo que resta de mes lo perciben del Estado. En otros casos, sólo cobran del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE). Los pilotos de aviación son ciudadanos, en general, con un nivel de ingresos y un estatus social "medio alto", en palabras de Hernández. Y, por lo tanto, no están habituados a afrontar una situación económica límite como la actual. Afirma que "la gente lo esconde como puede, hasta que pueda". Algunos afectados tienen el apoyo de sus familias y así sobrellevan mejor la coyuntura de incertidumbre. Pero otros se encuentran sin ayuda familiar alguna para afrontarla.

Personal que sobra

Cuando desde los sindicatos le vuelven a decir que hay que esperar por la celebración de juicios, los recursos y las ejecuciones de sentencia, él piensa: "Yo no puedo". Jairo Gonzalo explica que "a Ryanair le sobran más de 300 tripulantes de cabina en toda España". Como representante sindical, indica que la mayoría de los trabajadores dejó de cobrar la prestación de desempleo el pasado 10 de agosto, aunque reconoce que no todo el personal está sujeto a las mismas condiciones en la referida aerolínea, ni tiene la misma antigüedad en la empresa.