El Tesoro tendrá que emitir este año 15.000 millones menos de lo que estimó que sería necesario en mayo, cuando actualizó su plan de acción a las exigencias de la pandemia. En mayo elevó en 100.000 millones la necesidad de emisión de deuda, pero ahora esta previsión se recortará en 15.000 millones, según anunció ayer la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en la Ser.

Según explicó el secretario general del Tesoro, Carlos San Basilio, en un encuentro informativo posterior, esta menor necesidad de financiación tiene que ver, sobre todo, con el hecho de que las comunidades autónomas prevén preamortizar deuda que mantienen con el Estado por unos 10.000 millones. Ello es porque las administraciones autonómicas encuentran ahora tipos de interés más baratos en los bancos que en los instrumentos que el Estado ha puesto a su disposición desde el 2012. Ya el pasado año, siete comunidades redujeron su dependencia financiera del Estado (Aragón, Asturias, Baleares, Castilla La Mancha, Castilla y León, Galicia y Madrid).

La favorable evolución de los tipos de interés en la última parte del año es la segunda razón que permite al Tesoro reducir su necesidad de financiación.

En el inicio del año, el Tesoro estimó una necesidad neta de financiación por 32.500 millones, en mayo revisó el programa y lo elevó hasta los 130.000 millones. Ahora, la programación del Tesoro prevé una emisión neta por 115.000 millones este año (282.137 millones brutos).