Endesa niega que infle la factura de su labor de generación de energía eléctrica en los territorios insulares y extrapeninsulares, y atribuye el desfase de 2015, que le obliga a retornar 358,6 millones de euros que el sistema le adelantó de más, a la caída en ese ejercicio del precio del petróleo. La eléctrica contesta así a una información titulada Competencia frena el intento de Endesa de inflar sus sobrecostes y publicada en EL DÍA y La Provincia esta semana.

La compañía destaca "que todas las estimaciones de costes que se usan en las distintas liquidaciones son realizadas por el ministerio y el operador del sistema". Es decir, no participa en el proceso en el que se decide la cantidad de dinero que recibe por adelantado. A ello añade que las alegaciones que presenta a la liquidación que finalmente se establece "responden al mejor entendimiento de la compañía de lo recogido en la normativa en vigor".

La empresa explica que resulta "práctica habitual" que las cantidades recibidas se ajusten con posterioridad, cuando la CNMC realiza "las liquidaciones definitivas". De esa operación, "regulada en todo detalle" y que no deja margen para ninguna actuación de Endesa, surge una cantidad a devolver o a ingresar. El ministerio utiliza para realizar la previsión por la que se rigen las entregas a cuenta los datos de los años anteriores. Como quiera que el precio del petróleo sufrió en 2015 un desplome imprevisto, resultó que adelantó, y ahora reclama, mucho más dinero del necesario.

Al respecto, Endesa detalla que en los primeros quince años de este siglo, "solamente en lo 2012 y 2015" la liquidación definitiva "ha arrojado una diferencia negativa (a la baja) respecto a las cuantías provisionales". En el resto de ejercicios, el sistema ha tenido que completar la suma entregada a lo largo del año para completar el pago de los costes reconocidos a la compañía. Esa tónica es la que, a juicio de la energética, se mantendrá en los ejercicios que van de 2016 a 2020 (a cierre de septiembre), todos pendientes de liquidación definitiva.

En cuanto a la repercusión en sus cuentas de la devolución de los 358,6 millones de euros, asegura que "no tiene ningún efecto", ya que "los ingresos se contabilizan en los estados financieros de acuerdo con la mejor estimación disponible de los parámetros que intervienen en el cálculo del coste, siendo la diferencia un importe a cobrar o pagar por la diferencia respecto a lo liquidado a cuenta".

"Negamos rotundamente, como se insinúa, que nuestra compañía realice prácticas no reconocidas por la legislación vigente que nos afecta como parte relevante del sector eléctrico. La normativa y su aplicación contempla la presentación de alegaciones a posibles interpretaciones que tienen cabida en el marco de los procedimientos de liquidación, son legales y legítimas", concluye el comunicado.