La Comisión Europea ha asignado este lunes a España un préstamo de 21.300 millones de euros para costear las principales medidas del 'escudo social' contra el desempleo provocado por la crisis de la Covid. Una bola de oxígeno para costear medidas como los ERTE o las prestaciones extraordinarias para los trabajadores autónomos. España será el segundo estado miembro que más se beneficie del fondo conocido como SURE, por sus siglas en inglés. Solo por detrás de Italia, con 27.400 millones, según el planteamiento concretado este lunes por la Comisión y que ahora debe ser debatido y rubricado por el Consejo Europeo. El monto total de préstamos contra el desempleo asciende a 81.400 millones de euros.

La inyección de liquidez aprobada este lunes por Bruselas viene a apuntalar el despliegue de recursos llevado a cabo desde el mes de marzo por los Estados europeos con el objetivo de proteger rentas ante la parálisis económica. España recibirá un total de 21.324,8 millones de euros de préstamos europeos. Queda pendiente por definir cuándo llegará -es probable que un primer pago llegue en otoño- y qué intereses tendrá que pagar el erario público español a la hora de retornar dichos préstamos. No obstante, la concreción de esa cifra ha permitido un primer respiro a las tensionadas arcas españolas.

La cantidad asignada desde Europa equivale más o menos al desembolso que ha realizado España hasta ahora para poner en marcha el mecanismos de los ERTE. La barrera más extendida para blindar la cadena de pagos durante los meses de mayor confinamiento de la economía acumula un coste aproximado de 20.000 millones de euros, entre las exoneraciones de cuotas a la Seguridad Social para las empresas y las prestaciones por desempleo para los trabajadores afectados asumidas por el SEPE; según cálculos de los diferentes departamentos del propio Ejecutivo español.

En los meses de mayor parálisis -abril y mayo- cerca de 3,4 millones de trabajadores se vieron afectados por un expediente de suspensión. El progresivo levantamiento de las restricciones a la movilidad, la campaña turística de verano y el sistema de incentivos habilitado desde la Seguridad Social para premiar en mayor medida a aquellas empresas que salieran progresivamente del erte han contribuido ha reducir significativamente la cifra de afectados. Según los últimos datos oficiales, la tercera semana de agosto un total de 843.000 trabajadores continuaban afectados por expedientes de suspensión.

El gasto público sigue creciendo

El gasto público que han tenido que asumir las arcas públicas desde el mes de marzo se ha disparado. En los primeros compases la inversión en desempleo creció el 205% respecto a la etapa precovid. Pues a los ertes cabe sumar las prestaciones para casi un millón de nuevos parados, los cerca de 1,5 millones de trabajadores autónomos que hasta junio se beneficiaron de la prestación especial por cese de actividad o los subsidios especiales para trabajadoras del hogar. Esa inyección de 21.300 millones de euros llega para aliviar parte de la tensión acumulada en las arcas públicas.

Y es que esa lista de nuevos gastos sigue creciendo, pues Gobierno, patronal y sindicatos y queda por ver cuánto más sigue subiendo la factura. La previsible cuarta prórroga de los ERTE comenzará a negociarse formalmente el 4 de septiembre y la patronal pide alargarla hasta primavera. Los agentes sociales también están ultimando junto al Gobierno los últimos flecos de un nuevo subsidio para 550.000 personas en paro que se hayan quedado sin prestación o subsidio durante la pandemia. Pendiente de los últimos detalles, fuentes conocedoras de las conversaciones apuntaron a que esta nueva ayuda podría ser aprobada en el Consejo de Ministros del próximo 1 de septiembre.

España lidera el repunte del desempleo en la UE

La propuesta oficializada este lunes llega tras culimnar el proceso de consultas en el seno de la Comisión, liderada por Ursula von der Leyen. En el caso de España fue el primer país que la solicitó y situó su petición en torno a 20.000 millones. Pues la pandemia ha golpeado muy duramente en lo económico a la economía española. Uno de cada tres nuevos desempleados en toda Europa se han producido en España.

La idea es que 15 países de la UE dispongan de unos 81.400 millones de este instrumento en un primer momento. De esta forma, Bélgica recibirá 7.800 millones, Bulgaria, 515, Chequia, 2.000, Grecia, 2.700, Croacia, 1.000. Así como Italia 27.400 millones, Chipre, 479, Letonia, 192, Lituania, 602, Malta, 244, Polonia, 11.200, Rumania, 4.000, Eslovaquia, 631, y Eslovenia, 1.100 millones. Portugal y Hungría también han presentado solicitudes formales pero éstas siguen bajo estudio de la Comisión. Ahora es el turno del Consejo de la UE para determinar la cifra final del préstamo que recibirá cada país.

El crédito se desembolsará a los estados que soliciten este instrumento en varios tramos, de manera que el primero podría recibirse en otoño de este año y, el resto, en el 2021. La cuantía total de las ayudas podría alcanzar los 100.000 millones con la tramitación de peticiones de última hora.