Las medidas de distanciamiento social impuestas en las aulas de las jefaturas provinciales de Tráfico de Canarias para evitar el contagio del coronavirus junto a la falta de examinadores ha triplicado la larga espera que ya sufrían los alumnos que han pagado sus tasas para obtener el carné de conducir. Hasta tres meses se prolonga ahora el periodo de demora que transcurre desde que se solicita la cita para la prueba teórica hasta que se consigue, una vez superada la misma, la nueva fecha para la realizar la práctica, asegura Marco Déniz, presidente de la Asociación provincial de Autoescuelas de Las Palmas.

Cerca de unos 2.000 alumnos en Canarias se están viendo perjudicados en la actualidad por este atasco, y va en aumento. Este dato lo apuntan desde la patronal del sector, que aglutina a unas 200 autoescuelas en el Archipiélago, en base a calcular que cada centro tiene una media de diez a doce aspirantes a obtener la licencia de conductor.

"La capacidad de las aulas se ha recortado a la mitad y, aunque han puesto más turnos de examen, lo cierto es que antes del Covid la cifra de alumnos que se presentaban a las pruebas cada día, de lunes a viernes, era el doble que ahora" recalca Déniz. Tal es así, que de los 28 aspirantes por aula que concurrían antes de este marzo por turno a la prueba teórica ahora sólo lo hacen 14 debido al distanciamiento al que ha obligado este virus, por lo que en lugar de 188 aspirantes ahora sólo pueden hacerlo 94.

Añade el presidente de la Asociación de Autoescuelas de Las Palmas que, si bien las jefaturas de Tráfico han ampliado de cinco a siete los turnos diarios para efectuar dicho examen, la medida no ha servido para resolver el cuello de botella que ha provocado la reducción de la capacidad por aula. Insiste en que antes un alumno sólo esperaba una semana para acceder a la prueba teórica, ahora la falta de personal y examinadores en Tráfico y el virus han abocado a que la situación se haya agravado. Ya en la primera semana de agosto la fecha que se concedía para el primer examen era para el 24 de septiembre.

"Este problema viene de atrás y con esta pandemia ha ido a más" remarca Rosana Yánez, responsable de las autoescuelas Trébol. Denuncia que hace un año el máximo responsable de la Dirección General de Tráfico, Pere Navarro, se comprometió a incrementar las plantillas de examinadores con la incorporación de guardias civiles hasta que se resolvieran las oposiciones, cuestión que siguen reclamando. En marzo de convocó una oferta de empleo que aún está por resolver. Son apenas 40 plazas para toda España que a duras penas van a lograr solucionar la falta de personal denunciado durante años, señala el sector.

Yánez denuncia también los efectos de la entrada en vigor del sistema CAPA (Capacidad de las Pruebas de Actitud) que regula el acceso a las pruebas prácticas del examen para obtener el permiso de conducir. En este sentido advierte que no todos los alumnos esperan el mismo tiempo puesto que se ha establecido un ratio que da prioridad a las autoescuelas que tienen un mayor número de aprobados en el primer intento. Así, los centros con mejores resultados pueden llevar a un mayor número de estudiantes a la prueba práctica.

Carmelo Reyes, que dirige una autoescuela en Fuerteventura, se queja de que "la incapacidad de la administración" esté limitando la gestión de las empresas de este sector, que han tenido que recortar el personal o aplicar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), y no consiguen remontar.

Reyes explica que en la isla majorera hay dos examinadores, uno itinerante, que viene de la Península, y otro que estuvo de baja por la situación del Covid, lo que evidencia que en las Islas no capitalinas la espera es aún mayor. "Se permiten carros y carretones en Tráfico, y ahora más que nunca porque todo es por cita previa, nadie puede quejarse ni siquiera y eso que pagas por todo". Unos 1.200 euros cuesta prepararse para obtener el carné, de los que 96 son tasas.