Canarias está preparada para acoger a los miles de turistas alemanes desviados por el turoperador TUI tras la recomendación del gobierno germano de no viajar a las Islas Baleares por el aumento de brotes de coronavirus, pero antes tendrá que competir con destinos como Turquía, Grecia, Croacia y otros países de la cuenca mediterránea, según explicó ayer el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT), José María Mañaricúa, quien auguró que solo una parte de los 30.000 turistas semanales que tenían previsto veranear en Baleares se decantará ahora por el Archipiélago canario.

"El destino de verano preferido por los alemanes es Baleares, por encima de Canarias, pues muchos tienen allí su segunda residencia, por lo que el cierre puede propiciar que vengan ahora a Canarias, pero también a Turquía, a Grecia o a otros destinos mediterráneos que están abiertos", declaró Mañaricúa.

El dirigente de la patronal turística aseguró que Canarias tiene capacidad para acoger a todos los alemanes que pensaban viajar a Baleares en lo que resta de verano, pero incluso en ese caso no se llegaría a la cifra que visitantes que tuvo el Archipiélago el año pasado.

"Todo va a depender de la evolución de la pandemia, porque de una semana a otra puede cambiar todo; estaríamos encantados de recibirlos a todos, pero las agencias de viajes y turoperadores les van a ofrecer todos los destinos que están abiertos, entre ellos Canarias, y ojalá que vengan aquí, pero hay que recordar que a los alemanes les gusta mucho Turquía, o destinos emergentes como Croacia o el sur de Italia", apuntó Mañaricúa, quien subrayó que también es posible que algunos opten por cancelar sus viajes y los dejen para un futuro, a la espera de ver cómo evoluciona la pandemia en esos lugares vacacionales y en su propio país.

"Canarias sí es la única alternativa en invierno para alemanes, ingleses o escandinavos, pero en verano hay múltiples destinos", recordó. Esa llegada de visitantes desviados desde Baleares no permitiría abrir los hoteles del sur de Gran Canaria que permanecen cerrados desde el confinamiento, pero sí mejoraría la ocupación de los que ya están abiertos.

Según el presidente de la FEHT, actualmente solo está funcionando la mitad de los establecimientos hoteleros de San Bartolomé de Tirajana y Mogán, y apenas a un 50% de su capacidad total. La mayoría de los clientes son los propios canarios, especialmente los fines de semana, seguidos de peninsulares y alemanes, cuando lo habitual era una alta ocupación con los británicos.