Visitado el fondo solo resta mejorar y así le ocurrirá a la economía canaria, según el informe de seguimiento de impacto del Covid-19 en la actividad productiva del Archipiélago presentado ayer. El riesgo cierto es que los rebrotes que se multiplican por la geografía española nos obliguen nuevamente a recluirnos en casa. Sin embargo, hasta en ese indeseado escenario, el producto interior bruto (PIB) se contraería un 18,3%, es decir la caída sería un punto menor que la apuntada en el informe de mayo.

La mirada está puesta en el turismo, porque es la actividad que sustenta el 35% de la actividad económica canaria y el 40% del empleo. En función de cómo evolucione la llegada de visitantes, contará con más oxígeno el PIB del Archipiélago. Y la clientela se desplazará a las Islas en función de cómo evolucione la pandemia. En resumen, tal y como explicó la viceconsejera de Economía, Almudena Estévez, "si existen rebrotes, la recuperación será más lenta".

El Gobierno de Canarias se ha comprometido a presentar cada dos meses el análisis de situación. Este de ayer mejora el de mayo. Lógico teniendo en cuenta que los resultados beben en gran medida de la oferta de plazas aéreas y esta se ha incrementado notablemente desde entonces. El escenario más optimista, en el que nada se tuerce y la recepción de turistas gana vigor de manera paulatina, revela un batacazo del 12,9%. Duro golpe pero muy lejos del despeñe "de casi el 30%", recordó la consejera de Economía, Empleo y Conocimiento del Ejecutivo canario, Elena Máñez, que se llegó a intuir al atravesar la zona más oscura del agujero en el que nos metió la pandemia global.

Digamos que ni el 18,3% derivado de que todo vaya mal, ni ese 12,9% en el que todo el mundo observa las normas y se evitan nuevos contagios. También existe un escenario central, en el que el PIB adelgazaría un 14,1%. Y, eso sí, independientemente de cuál sea la evolución de la enfermedad siempre habrá crecimiento el año próximo; del 10,3% en el segmento de predicción más templado.

El modelo econométrico contratado al Ceprede (Centro de Predicciones Económicas) señala que la reactivación progresiva de la actividad turística permitirá recuperar a la economía canaria en 2021 "entre 3.368 y 4.019 millones de euros", apuntó Máñez.

Además, también mejoran las previsiones de la Consejería de Hacienda. "La caída de ingresos se sitúa ahora en 928 millones de euros, con lo que se recuperan 620 millones sobre la previsión inicial", continuó la consejera, con lo que las heridas, graves, que sufrirán las arcas públicas también serán menos dolorosas de lo que se pensó.

¿Y qué ocurrirá con el empleo? Se destruirá en un volumen importante, "50.000 puestos de trabajo al final de este año", detalló Elena Máñez. Sin embargo, descartó que la pérdida de empleo alcance los niveles que se llegaron a registrar en la anterior crisis, cuando la Encuesta de Población Activa (EPA) dio una tasa de paro de hasta el 33% a Canarias. "Siendo muy pesimistas, llegaríamos al 27%", expuso Almudena Estévez.

"Se empieza a ver cierta recuperación económica y también un aplanamiento de la destrucción de empleo", subrayó la consejera Máñez, que insistió en que no se alcanzará la "plena recuperación" hasta que la demanda turística retorne a volúmenes normales.

Buena culpa de la mejoría la tiene la inversión pública realizada hasta el momento, bien para atender necesidades sanitarias, o bien para atenuar la pérdida de ingresos de empresas y familias. Máñez celebró el acuerdo alcanzado durante la madrugada de ayer en Bruselas por los representantes de los países miembros de la Unión Europea (UE) y que, en parte, servirá para satisfacer ese necesario incremento del gasto público.

La previsión para el año próximo es que todos los sectores mejoren salvo la construcción. Obra pública aparte, en este momento "son inversiones importantes para los ciudadanos", explico Estévez.