Supongo que estos meses habrán sido el momento de actividad más intensa desde que nació JH Asesores Financieros y Bancarios.

Llevamos en actividad dos años y medio y trabajamos con 59 empresas. No ha sido solo la actividad más frenética del despacho, sino de toda mi carrera profesional. Ha sido un no parar, de lunes a domingo y de siete de la mañana hasta la noche, para poder ayudar a las empresas, porque al fin y al cabo fue un parón de la actividad para todas las compañías. Tenemos todo tipo de empresas: importadoras, comercializadoras, de servicios, hoteles... Para todas fue un golpe muy grande. Estaban muy desorientadas y no sabían cómo actuar.

¿Llegó a ver miedo en los clientes?

Había muchísimo pánico. Gran parte de los clientes trabajaban conmigo cuando estaba en Deutsche Bank y se vinieron cuando me instalé por mi cuenta. Han sido muchos años juntos y yo conocía sus íntringulis. Jamás los había visto tan preocupados. Sus empresas eran como sus hijos, las habían creado, desarrollado y visto crecer y tenían mucha gente que dependía de ellas: sus empleados y familias... Había mucho temor, las llamadas eran continuas. Yo cargaba la batería del móvil tres o cuatro veces al día. La crisis de 2008 fue complicada, pero no llega a lo de esta ni por asomo. Esta ha sido la más fuerte, sin lugar a dudas. Lo que hicimos fue reaccionar rápido. No sabíamos cuánto iba a durar el confinamiento y cada vez las noticias eran peores. Optamos por inyecciones de liquidez al máximo. Algunos clientes no sabían lo que era un préstamo ICO. También había algunas entidades financieras que no estaban duchas en cómo eran los parámetros y los requisitos del ICO.

¿Ponían pegas los bancos?

Al principio esto fue un sálvese quien pueda. Parecía que iba a caernos un meteorito encima. Empezamos a pedir las operaciones, los préstamos ICO. Nos pedían las previsiones de tesorería que establecía el ICO y el resto de requisitos y en algunas entidades nos planteaban la cancelación de las pólizas. ¿Cómo que cancelar las pólizas, si lo que yo quiero es liquidez? Luego ya el ICO les dio un toque de atención y fueron cambiando. Anticipamos las renovaciones de todas las pólizas de crédito y línea de pago a proveedores que vencían este año para meterlas con garantía del ICO a tres años. Para el cliente es bueno porque tiene durante tres años esa póliza de crédito de circulante y para el banco porque incorpora una garantía del 80% que es del Estado y se evita aprovisionar. ¿Pides un ICO a un solo banco o a todos? A mí me consultaban y yo decía que teníamos que inyectar liquidez al máximo. Luego vamos viendo y antes de final de año, con el cierre de ejercicio, si no tenemos necesidad cancelamos las operaciones.

¿Cómo ve la situación pasados cuatro meses desde que estalló la crisis?

Percibo un poco más de tranquilidad. Llegué a recibir llamadas de los bancos sábados y domingos, lo que nunca. No sabe los requisitos y la documentación que exigen los bancos y el ICO. Ahora me llevo sorpresas, porque tengo algunos clientes que este mes han vendido el triple que en el mismo del año pasado. Es como una campana de Gauss, que sube y luego tiene una bajada de nuevo. Ahora hay una tendencia de crecimiento que obedece a un aspecto psicológico después del confinamiento. Los que no han tenido tanta fortuna son las empresas turísticas, hoteles, complejos de apartamentos... Y no solo ellas, sino todas las empresas relacionadas, que venden a hoteles o a bares y restaurantes que están en zonas turísticas, las agencias de viajes... No levantan cabeza. Están aguantando por los ERTE.

¿Se quedarán muchas empresas por el camino?

Una de las opciones era endeudarse financieramente, con el objetivo de inyectar liquidez, cruzar los dedos y esperar a remontar ventas al salir del confinamiento y antes de final de año cancelar esas operaciones de préstamos ICO para no apalancar la compañía. Pero sé de buena tinta que hubo muchas empresas que no estuvieron tan bien asesoradas, no tenían esa experiencia en banca y han sufrido bastante con las entidades financieras. Aquí hace falta conocimiento financiero. Los clientes a los que asesoramos tienen una inyección brutal para poder aguantar. A muchas empresas ahora les va muy bien, pero otras no facturan ni un 25% de lo que vendían antes y con eso no les da para pagar nada.

¿Qué supondría un nuevo confinamiento?

Si hubiera un segundo confinamiento sería muy complicado, letal. Muchas empresas se han quedado sin la liquidez necesaria para poder continuar. Esto es como un estanque con un gran agujero por el que sale el agua. ¿Qué gobierno puede aguantar así? Cuando salgan los préstamos del Fondo Europeo de Inversiones (FEI) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para seguir inyectando liquidez, tendremos que volver a dar lo que ya se ha inyectado. Más de una empresa pensará en llenar un poco más la hucha por si luego hay restricciones de crédito. Temo que se produzca una restricción al crédito y se sume una crisis bancaria... No me gusta nada. Lo mejor es hacer los deberes con antelación e inyectar el máximo de liquidez.

La actuación de los gobiernos y la Unión Europea ante esta crisis ha sido muy distinta de la de 2008. ¿Se ha aprendido de errores pasados?

Creo que sí, que se ha actuado correctamente. Han sido rápidos. Lo que no sé es cuánto tendrá la hucha y cuánto podrá aguantar. La anterior fue una crisis financiera y cada estado actuó a su manera. Benditos ICO, aunque no son suficientes. Deberían ayudar más a la empresa. Algunos clientes, por falta de conocimientos financieros, hablan de los préstamos del Gobierno. No, esto son préstamos del banco que se dan si la empresa cumple unos requisitos y las entidades financieras incorporan la garantía del 80% del ICO. Se ha hecho bien, pero no es suficiente. Algunas ayudas se quedan cortas. El Cabildo de Tenerife ha anunciado un paquete de ayudas, pero lees la letra pequeña y son mil euros por empresa. Luego vas a Sodecan porque has llegado al límite con los bancos y son solo para proyectos de inversión. Aval Canarias ofrece garantías, pero los préstamos son a través de los bancos. La realidad pura y dura es sálvese quien pueda y búscate la vida. Es triste. El empresario tiene que ir al banco a buscar la financiación para continuar con su actividad.

El Gobierno central ha anunciado una estrategia fiscal para afrontar la crisis, con impuestos a las multinacionales financieras o tributos ambientales. Por su parte, Canarias ha preferido no tocar la fiscalidad, ni al alza ni a la baja, mientras duren los efectos de la crisis. ¿Qué opción le parece más correcta?

El Gobierno canario está actuando correctamente, aunque estemos gobernados en parte por los mismos partidos que gobiernan en Madrid. Chapeau por Román Rodríguez. Pero ahí no acaba todo. Deberíamos bajar impuestos. Ahora toca pagar el impuesto de sociedades y el IGIC. ¿Cómo lo hacemos si ya hemos fraccionado y no podemos volver a hacerlo? Las empresas tienen que pagarlo todo de su bolsillo, pero no tienen liquidez. Cogemos los recursos del ICO para pagar los impuestos y ahí empieza a formarse una bola. Gracias a Dios, los bancos tienen otros instrumentos. Tenemos que estar muy agradecidos a la banca. Pero hay que cruzar los dedos y esperar que no haya un nuevo confinamiento y que se pueda reactivar el consumo. Tenemos que ayudar a las empresas y la forma de hacerlo es bajando los impuestos durante un periodo de seis meses. Sería una buena iniciativa por parte del Gobierno canario. Pero se olvidan de las ayudas. Las del Cabildo son mil euros. ¿Dónde está el resto? La ministra de Hacienda ha anunciado un fondo para ayudar a empresas, pero tienen que ser compañías estratégicas. ¿Quién valora eso? ¿Y cuántas son en Canarias? ¿Diez?