Ni paños calientes ni medias tintas. Pese a la recuperación de la conectividad -cifrada en el 48% para final de mes-, los hoteleros canarios advierten que la situación que atraviesa el sector es complicada. Las compañías aéreas, indican, cancelan vuelos de última hora ante la escasa demanda y los aviones que aterrizan en las islas lo hacen con una baja ocupación. El sector, ante tal panorama, reclama con insistencia las medidas de incentivación de la demanda y de cobertura a las empresas que llevan pidiendo desde el inicio de la crisis del coronavirus para garantizar su supervivencia en tiempos de pandemia.

Basta con echar un vistazo al tráfico aéreo registrado en las Islas el mes pasado para darse cuenta de la situación a la que se enfrentan. Los ocho aeropuertos canarios dieron servicio a 327.445 pasajeros, un 90,7% menos que el ejercicio anterior pese a crecer por encima del 300% con respecto a mayo. Los aeródromos de Gran Canaria y Tenerife Norte fueron, con 106.541 y 99.703 pasajeros, los recintos aeroportuarios con mayor movimiento del Archipiélago; el cuarto y quinto de todo el país. Pese al sensible incremento con respecto a mayo, la media de pasajeros por vuelos evidencia que los aviones operaron casi vacíos: 91 por aparato. La media de viajeros por vuelo en Fuerteventura y La Palma fue de 53, seguida de los 50 de Tenerife Norte, los 44 de Gran Canaria, los 40 de El Hierro, los 29 de Tenerife Sur y los nueve de La Gomera.

"La demanda de compra de vacaciones no resurge y las ocupaciones no son buenas", recalca José María Mañaricua, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT). El sector mira al turismo local como su tabla de salvación para sobrellevar el verano en medio del desasosiego que causa la incertidumbre de lo que pueda ocurrir a partir de septiembre. Con todas las economías afectadas por el Covid-19 y con un paro creciente, "difícilmente se puede ser optimista", esgrime. Sobre todo por el temor que suscita que las compañías aéreas, ante la constatación de la baja demanda, reduzcan frecuencias o, simplemente, desaparezcan por la nula rentabilidad que obtienen.

Su homólogo en la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) y también presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Jorge Marichal, señala que ni siquiera una recuperación de la capacidad al 50%, pese a ser significativa, es un buen dato porque no repercute en un equilibrio entre gastos e ingresos. Marichal solicita al presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, que se deje de "paños calientes" y que se siente con Pedro Sánchez, presidente estatal, para poner sobre la mesa un plan diferencial con Canarias. No ya para el próximo invierno, sino para este mismo verano. Sin incentivos a la demanda ni la cobertura adecuada a las empresas -como la flexibilización de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y su adaptación a la realidad del sector- no se articula, apunta, el marco ideal para que los hoteleros tomen decisiones sin peligro de suicidarse. "Tenemos que convivir con el virus y es necesario que las empresas puedan adaptar su actividad en función de la demanda existente. Los ERTE tienen que ser flexibles, que permitan sacar o meter gente en función de la demanda", expone.

Lanzarote, de las 78.000 camas regladas con las que cuenta, estarán en agosto en el mercado unas 15.000. Un "buen dato", asegura el vicepresidente de la Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (Asolan), Francisco Martínez, si se tiene en cuenta la situación actual. Martínez ve aún lejos el 60% de turismo que Torres pronosticó para final de año. La programación de las aerolíneas, remarca, no siempre se lleva a la realidad porque en los últimos días se han producido varias cancelaciones de vuelos, por lo que llama a la cautela. No hay que asustar, afirma, pero tampoco "dar esperanzas extrañas".

El presidente de la patronal turística de Fuerteventura (Asofuer), Antonio Hormiga, estima que el 50% de las plazas pueden estar ya en oferta el próximo mes. Hormiga confía en que la reciente visita de la expedición de la Organización Mundial del Turismo (OMT) tenga repercusión y que la demanda vaya en aumento a medida que el número de plazas aéreas se recupera.