La reapertura de las fronteras exteriores de la Unión Europea, que entrará en vigor el 1 de julio, será muy limitada. Los socios del club comunitario debatían ayer cómo se desarrollará este proceso y qué terceros países se podrán beneficiar de él. Según adelantó El País, la lista que maneja la UE mantiene el veto a los viajeros de la mayoría de naciones externas, entre ellas Estados Unidos, Rusia, Brasil, México, Argentina, Perú, Chile, Arabia Saudí, Sudáfrica y Singapur. Esta medida, sin embargo, no afectará a los ciudadanos comunitarios que retornen de los países incluidos en el listado.

La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó ayer que España exigirá un acuerdo de apertura de fronteras de todos los países de la UE "sin riesgo para la salud y seguridad". Así lo señaló Montero en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, en la que explicó que lo más importante es que todos los países europeos logren ponerse de acuerdo para identificar y homogeneizar los parámetros que van a regir la entrada de personas en territorio europeo y las medidas y controles de seguridad que se van a desarrollar, según informó Europa Press.

Desde el Ejecutivo español se considera "imprescindible" que se produzca un acuerdo a nivel europeo, por lo que urge a alcanzarlo "pronto". "España exige que haya un acuerdo de todos los países miembros, de manera que no haya ningún riesgo para la salud ni para la seguridad", explicó la ministra, que confía en que las negociaciones logren dar su fruto antes del 1 de julio, cuando se prevén abrir las fronteras para el tráfico internacional que marque la UE.

"Nos vamos a acomodar a los criterios que marque Europa. Tenemos que hacer un equilibrio entre la apertura gradual del tráfico aéreo internacional con visitas de turistas con la seguridad de las personas que llegan y de las personas que están en el país", dijo la ministra. Moreno advirtió de que es "imposible" descartar que se puedan producir brotes por personas que vengan o por personas asintomáticas de las que no se sepa que son portadoras. Las garantías sanitarias -remarcó- no dependen del porcentaje de contagios, sino también de si en los países se produce un control adecuado de todas las personas asintomáticas"