Los primeros turistas que visitarán Tenerife en la era poscoronavirus serán alemanes, ingleses y polacos. Canarias estrenará mañana su particular nueva normalidad, y con ella los aeropuertos de la Comunidad Autónoma darán un paso más hacia la plena recuperación de su actividad. En este caso recibiendo los primeros vuelos comerciales procedentes del extranjero, más concretamente de las ciudades de Düsseldorf, Mánchester y Katowice, una vez superado lo peor de la crisis sanitaria y coincidiendo con el fin del estado de alarma, en vigencia desde el 14 de marzo.

Según los datos suministrados a este diario por Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), el primero de los tres vuelos que tomará tierra en el sur de Tenerife será el proveniente de la industrial y artística Düsseldorf. El avión de la compañía Condor Flugdienst aterrizará en el Reina Sofía cinco minutos después de las nueve de la mañana, con lo que los primeros viajeros foráneos tras la reapertura de fronteras serán así alemanes. Ya para por la tarde, a eso de las 17.55 horas, está previsto que llegue la aeronave de la compañía de bajo coste Ryanair procedente de Mánchester. Poco más de una hora después, a alrededor de las 19.05 horas, hará lo propio el avión de la empresa húngara Wizz Air con origen en la polaca Katowice, ciudad al este de Cracovia ubicada en la provincia de Silesia del Sur.

Ya al margen de Tenerife, el Archipiélago también recibirá viajeros del extranjero en los aeropuertos de Gran Canaria, donde está previsto que aterrice un vuelo con origen en Londres y otro que despegará en Fráncfort.

Desde AENA explicaron, no obstante, que el número de conexiones internacionales será mañana casi ínfimo, al menos en comparación con lo que es habitual por estas fechas. En toda la red nacional de aeropuertos hay programados unos 650 vuelos, de los que aproximadamente la mitad son llegadas. Para hacerse una idea de hasta qué punto se ha reducido la conectividad aérea por la pandemia basta con apuntar que en estos días del año pasado se contabilizaron la friolera de 6.000 operaciones. Precisamente la recuperación de la conectividad perdida es una de las principales tareas que los Gobiernos, tanto el central como el regional, tienen por delante.