Las aerolíneas empiezan a recuperar su actividad de manera tímida en las Islas. Después de que el 16 de marzo se cerraran las fronteras y se limitaran los viajes a cuestiones de necesidad justificada, el final del estado de alarma supondrá la vuelta a la movilidad entre las comunidades autónomas y los países europeos que también han levantando sus restricciones. Será a partir del próximo mes cuando las compañías comiencen a ofrecer sus primeros asientos, por ahora 125.000 semanales que conectarán el Archipiélago con 62 destinos, 18 de ellos nacionales y 44 europeos. Unas cifras que quedan muy lejos del mismo mes del año pasado, que se cerró con casi 1,5 millones de asientos, según los datos de Promotur Turismo de Canarias.

"Es una buena noticia, pero hay que tomarla con cautela puesto que se trata de apenas el 8,5% de la capacidad operada en julio de 2019", señala la consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla. El coronavirus se ha convertido en un enemigo letal para el turismo por varios motivos. No sólo por el ya mencionado cierre de fronteras, que conllevó una paralización total del sector, sino también por el miedo a viajar que se ha instalado en gran parte de los ciudadanos de todo el planeta -el semanario germano Spiegel publicaba la semana pasada una encuesta según la cual el 60% de los alemanes tenían miedo a contagiarse del Covid-19 en un avión-. A esta precaución sanitaria se añaden las consecuencia de una grave crisis económica, que no sólo merma las posibilidad de los bolsillos de los potenciales visitantes, sino que además impulsa a que los diferentes países fomenten el turismo interior para regenerar la economía doméstica.

Precisamente para paliar el miedo al contagio y garantizar la seguridad sanitaria no sólo de los viajeros, sino también de los residentes isleños, hoy resultará esencial la reunión bilateral entre Canarias y el Estado. El comité técnico formado por personal de las consejerías de Sanidad, Turismo y Transportes trasladará a la representación del Gobierno central la propuesta de que al menos un 25% de los que provengan de países Schengen se sometan a la prueba del Covid-19, concretamente quienes procedan de zonas más afectadas por la pandemia y a quienes presenten determinadas cuestiones sanitarias, como una temperatura más elevada de lo normal. Se trata del último cartucho que le queda al Gobierno canario -después de que el Ministerio de Sanidad descartase la realización de test masivos en destino- en su tenaz decisión de garantizar la seguridad del turismo que llega a las Islas. Una decisión que se sitúa en las antípodas de la tomada por Baleares, inmersa en el programa de vuelos piloto ofrecido por el Estado y que esta semana comenzó a recibir a miles de alemanes que llegaron sin las pruebas del Covid-19, lo que ha generado división de opiniones en los sectores turístico y sanitario de este archipiélago.

Las compañías que vienen

Las aerolíneas que han confirmado su programación para julio con Canarias son 16, entre las que destaca Ryanair, que lidera el mercado pues prevé mover a 33.800 pasajeros en 169 vuelos semanales que unirán Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote y Fuerteventura con 29 aeropuertos. Le siguen a moderada distancia las tres compañías del grupo International Airlines Group (IAG), Iberia, Air Nostrum y Vueling, con 19.310 plazas previstas a la semana, todas ellas en vuelos con la Península. A éstas se sumarían los 12.400 asientos de Air Europa, cuya compra por parte de IAG quedó en el aire con motivo de la pandemia.

Además, Condor operará en la Islas 17.200 plazas a la semana con ocho destinos, todos ellos alemanes, mientras que Jet2 no arrancará hasta el 15 de julio, cuando prevé poner en marcha 12.500 asientos a la semana. EeasyJet podría mover a 11.400 pasajeros entre el Archipiélago y un variado abanico de destinos -Reino Unido, Francia, Suiza, Alemania e Italia-. Además, Binter retomará sus vuelos con la Península, con 3.168 plazas cada siete días. Aer Lingus, Brussels Airlines, Norwegian, Swiss Air, Transavia, TUIfly Belgium y Wizzair completan la lista de las aerolíneas que comenzarán a traer a los primeros turistas a un Archipiélago ansioso por recuperar el rugir de su motor económico sin descuidar la seguridad de su población.