Que al 'club de los frugales', el grupo de países conformado por Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia, no les gusta el Fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, propuesto por la Comisión Europea para apoyar a los países más golpeados por la pandemia del coronavirus como España e Italia, no es ningún secreto. Pero a tres días de la cumbre de líderes europeos que tomará por primera vez la temperatura a este divisivo debate, este próximo 19 de junio, los cuatro países han vuelto a reafirmar sus líneas rojas y a rechazar rotundamente la concesión de subsidios.

"Los trabajadores de Volvo en Suecia y Philips en Holanda dependen del desarrollo económico en Grecia y Eslovaquia. Cuanto más fuerte estén las economías italiana y española mejor para Dinamarca y Austria y viceversa" y "por tanto los cuatro damos nuestro pleno apoyo a construir un camino conjunto", aseguran en un artículo escrito por el primer ministro sueco, Stefan Lofven y firmado también por sus homólogos de Holanda (Mark Rutte), Austria (Sebastian Kurz) y Dinamarca Mette Frederiksen).

Pero al hacer esto, prosigue el artículo publicado en el Financial Times, "no se deben arrojar principios importantes por la borda" porque "¿cómo podría ser repentinamente responsable gastar 500.000 millones de dinero prestado y enviar la factura al futuro?", preguntan subrayando que los fondos que se gasten "tendrán que obtenerse y ser devueltos por los contribuyentes". Una postura que no ha cambiado ni un milímetro y que confirma que la negociación entre los Veintisiete líderes de la UE será complicada. "Creemos que cuando pedimos prestado dinero juntos en la EU la manera más sensata de usarlo es convertirlo en préstamos para aquellos que realmente los necesitan, en los mejores términos posibles", insisten.

Un fondo solo hasta finales de 2022

En resumen, los cuatro países del norte aceptan crear un fondo de recuperación de emergencia pero solo si es limitado en el tiempo y está disponible hasta finales de 2022. "Tiene que tener un tamaño significativo pero no mayor de lo que podría ser absorbido por los Estados miembros de forma útil durante la presente emergencia", estiman. En cuanto a las condiciones que exigen a cambio de lo que llaman "inversiones", mencionan reformas para reiniciar la economía y hacerla más resistente con la transición verde y digital como guía.

Además, el fondo deberá estar dirigido a los países más afectados por la crisis del covid19 y deberán tomarse en cuenta criterios vinculados exclusivamente al coronavirus de forma que las condiciones sobre el terreno determinen donde se distribuye el dinero. "Tomar decisiones en base a estadísticas pre-crisis simplemente no tienen sentido", advierten en relación a las cifras utilizadas por Bruselas como clave de reparto para el fondo de 750.000 millones propuesto, 500.000 millones en forma de subvenciones y 250.000 millones en préstamos baratos.

Primer asalto, el viernes

"Todos somos conscientes de la complejidad de las propuestas y del tiempo necesario para abordarlas" pero "la reunión del viernes debe ser un punto de partida hacia un acuerdo en una cumbre física posterior", ha apuntado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su tradicional carta de invitación a los líderes europeos sobre los dos elementos en los que se centrará el Consejo Europeo del viernes: el futuro marco presupuestario para el período 2021-2027 y el nuevo fondo de recuperación.

La cita, de nuevo por videoconferencia y que arrancará el viernes a las 10 de la mañana, debe servir, según el político belga, para acercar posturas en cuanto al volumen y duración del fondo de recuperación, si se concede en forma de transferencias a fondo perdido, de préstamos o ambas, con qué condicionalidad y el tamaño y el contenido del nuevo presupuesto de la UE, incluidos los nuevos recursos propios y las compensaciones que reciben algunos países contribuyentes netos. "Nuestro objetivo final es llegar lo antes posible a un acuerdo" aunque "todavía queda camino para un acuerdo", admite Michel.

"Como siempre que el dinero está en medio hay la tentación de mirarlo desde la optica nacional", ha alertado el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, tras el debate preparatorio de los ministros de asuntos europeos. "Ahora necesitamos liderazgo político. El plan de recuperación nos beneficia a todos. Los Estados miebros deben ser capaces de encontrar una solución porque es responsabilidad común", ha reivindicado alertando que el precio político de no lograr un acuerdo será mayor que el del fondo de recuperación. "Esperamos progresos significativos este viernes y un acuerdo final en julio", ha vaticinado.