Canarias estudia seguir el ejemplo de Madeira y regular la obligatoriedad de que los visitantes que llegan a las Islas se hagan la prueba del coronavirusen el caso de que no se la hayan hecho en su país de origen. Se trata de uno de los aspectos que se abordaron ayer en la reunión telemática que celebraron los gobiernos de ambos archipiélagos y en la que se acordó establecer un corredor turístico, convirtiéndose así en las primeras regiones de Europa en contar con esta figura que garantiza el flujo de visitantes entre dos zonas con una incidencia de la pandemia similar y siempre siguiendo unos protocolos y medidas de seguridad durante todo el proceso.

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y su homólogo en Madeira, Miguel Filipe Machado de Albuquerque, lideraron un encuentro en el que las autoridades de la Región Ultraperiférica (RUP) portuguesa explicaron que todo turista que llega a este territorio sin un test que demuestre que está libre de Covid-19 debe realizarse una prueba en el propio aeropuerto y luego dirigirse al hotel en el que se aloje, de donde no puede salir hasta que no obtenga los resultados, lo que suele tardar unas diez horas. En caso de negarse a realizar el PCR, el visitante en cuestión tiene dos opciones, regresar a su país o permanecer en cuarentena en el archipiélago portugués durante dos semanas. Una medida que el Gobierno canario estudia ahora aplicar con el fin de que la necesaria reactivación turística no suponga poner en riesgo la seguridad sanitaria en las Islas.

En cuanto a la financiación de estos test, ambas RUP exigirán que sea la Unión Europea (UE) la que las subvencione, aunque de no conseguirlo no se descarta que sean los propios turistas quienes tengan que abonarlas, al igual que para acudir a ciertos países se paga por las vacunas obligatorias. Además, Madeira, Azores y Canarias enviarán una carta a Bruselas para reclamar que en los fondos de reconstrucción europeos "se priorice el turismo y haya cuantías suficientes para las regiones ultraperiféricas atlánticas", anunció Torres tras la reunión, en la que también participaron la consejera de Turismo, Yaiza Castilla; el consejero de Sanidad, Julio Pérez; y el consejero de Asuntos Europeos, Román Rodríguez. Por parte del Gobierno de Madeira asistieron el secretario de Turismo, Eduardo Jesus, y el secretario de Salud, Pedro Ramos.

El corredor verde entre ambos archipiélagos beneficia especialmente a Canarias, uno de los principales destinos de los habitantes de Madeira cuando viajan fuera de Portugal. Esta región, que reiniciará la actividad turística el próximo 1 de julio -cuando terminará la cuarentena decretada por el Gobierno luso-, fue la primera apuesta de conexión internacional que realizó la compañía Binter hace 15 años. En 2019, la aerolínea de capital canario transportó a un total de 35.000 pasajeros entre ambos archipiélagos y de cara a este año, el propósito que ha trasladado a la Consejería de Turismo es reanudar los vuelos en cuanto finalicen las restricciones actuales.

Turistas alemanes y nórdicos

A este corredor pionero entre regiones de Europa se sumarán los que el Gobierno central quiere establecer con Baleares y Canarias para que reciban turistas extranjeros, posiblemente alemanes y nórdicos. Éste sería un paso previo para que España se abra gradualmente al turismo internacional desde el 22 de junio. "Las islas se han ofrecido a hacer estos corredores y hablaré también con otras comunidades que tengan interés para poder definir qué corredores y con qué garantías", explicó la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en una entrevista con Efe.

La idea es que el flujo de turistas foráneos arranque en los archipiélagos la segunda mitad de junio porque "necesitamos que los territorios estén mejor epidemiológicamente", explicó Maroto, que considera que se puede recuperar una parte de la campaña de verano.