Dos de cada diez empresas canarias están en riesgo de quiebra por la crisis económica desencadenada por el coronavirus. Y la gran mayoría de las que no están en tan delicada situación tendrá que hacer ajustes para no acercarse al precipicio. Así lo revela el Barómetro empresas canarias Covid-19, elaborado por la consultoría GBL Investrategy y a cuyos primeros resultados ha tenido acceso este diario.

El análisis del despacho especializado en digitalización e internacionalización pone de manifiesto hasta qué punto ha golpeado la pandemia el tejido productivo isleño y, por extensión, el empleo. Exactamente un 21% de las empresas de la región está ya al borde de la quiebra, es decir, 11.869 de las 56.521 entidades inscritas en la Seguridad Social según los últimos datos oficiales. Se trata de negocios que directamente achacan su probable e inminente bancarrota a los efectos de la Covid-19 en la economía. Hay que recordar que en el primer trimestre de este año, que solo abarcó los primeros 17 días del estado de alarma, ya desaparecieron en el Archipiélago un total de 5.426 empresas, con lo que de cumplirse los peores augurios del barómetro, el coronavirus dará la puntilla en Canarias a unos 17.300 negocios. En otras palabras: acabaría con un 28% de las firmas radicadas en la Comunidad Autónoma a cierre de 2019, con casi tres de cada diez.

La investigación de GBL Investrategy, que sigue en desarrollo con las aportaciones de más empresas, también descubre, en el otro extremo, que las entidades que confían en superar la coyuntura sin hacer ajustes, o con mínimos ajustes, son una clara minoría. Apenas un 12% de los empresarios, poco más de uno de cada diez, ve sus negocios en tan sólida situación. Así pues, hay un 21% de las firmas que se asoma al abismo y otro 12% que apenas está sufriendo las consecuencias de la pandemia en su actividad. ¿Qué ocurre con el 67% restante? Pues que está más cerca del 21% al borde del precipicio que del 12% que ni siquiera tendrá que apretarse el cinturón, un dato acaso tanto o más preocupante que el de las inminentes quiebras porque indica que la destrucción de tejido productivo por el virus podría prolongarse indefinidamente.

Ese 67% de negocios se divide en dos grandes bloques: el de las empresas que están convencidas de su supervivencia aunque son conscientes de que deberán hacer ajustes, con el riesgo que ello supone para sus trabajadores, y el de aquellas otras que ni aun poniendo en marcha planes de contingencia o planes anticrisis ven su continuidad garantizada. Y el problema es que estas últimas son mayoría, de ahí que el mayor o menor éxito de las medidas de auxilio de los Gobiernos central y autonómico será un factor clave para que la destrucción del tejido empresarial del Archipiélago no acabe siendo una auténtica hecatombe.

Incremento de la morosidad

El trabajo de la consultoría que dirigen Javier Garabal y Alejandro Izquierdo también corrobora los vaticinios de un próximo y notable incremento de la morosidad del que ya han advertido otros estudios. En este sentido, hasta un 58% de las empresas canarias, prácticamente seis de cada diez, da por descontado que o bien tendrá que recortar gastos o bien tendrá que demorarse en los pagos, lo que a su vez influye en la liquidez de las entidades proveedoras, suministradoras o colaboradoras, que cobrarán más tarde sus facturas. El alivio temporal en la liquidez que experimenta un negocio al retrasar pagos es muchas veces un problema de liquidez para otros negocios, lo que se agrava en un momento tan delicado como el actual.

Los créditos bancarios

Un 27% de las firmas isleñas ya ha recurrido a los créditos bancarios, del ICO o incluso a la ampliación de capital para capear la tormenta, y solo un 10%, en consonancia con el susodicho 12% que no está afectado por la crisis, no cree necesitar financiación extra.

Además, la investigación de GBL Investrategy, que servirá tanto al sector público como al privado para la elaboración de medidas de recuperación, confirma que la mayoría de negocios considera que las consecuencias de la Covid-19 durarán más de año y medio. Es más, lo más preocupante es que uno de cada diez, un 10%, cree que la Comunidad Autónoma no recuperará la situación económica precoronavirus ni a corto ni a medio plazo.