Canarias afronta el tiempo de evaluar los daños que la pandemia global del Covid-19 ha causado a su mercado laboral. Conocida en abril la dimensión del desastre, las oficinas de empleo de las Islas aún sumaron 6.093 parados más (2,39%) el mes pasado. El incremento relativo en el conjunto del Estado fue mucho menor, del 0,69% (26.573 desempleados), lo que expone la mayor incidencia que el parón de la economía tiene en las comunidades autónomas más dependientes del turismo. También se deja sentir ya el mayor número de actividades que permiten las diferentes fases de la desescalada. La construcción, incluso, ya ve adelgazar el número de parados en su ámbito.

Incluso dentro del propio Archipiélago se deja notar ese factor. Las economías de Lanzarote y Fuerteventura son las que mayor porción de la tarta reservan para la actividad alojativa. En la primera, el incremento del número de parados con respecto a hace doce meses es del 55,58%; en la segunda, del 55,12%, y en el conjunto de las Islas, del 26,71%. Según los datos ofrecidos ayer por el Ministerio de Trabajo, al finalizar el mes de mayo buscaban empleo en Canarias 261.074 personas -3,86 millones en toda España- y otras 207.629, apuntó la Seguridad Social, estaban bajo el paraguas de los 29.515 expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que se han aprobado desde la declaración del estado de alarma.

Un refugio este último que permanece a la espera de que el Gobierno central establezca una excepción para que las regulaciones de empleo en el ámbito turístico se mantengan más allá del final de junio. El acuerdo está avanzado, pero el sector, trabajadores incluidos, respirará más tranquilo cuando lo vea rubricado. El objetivo es prolongar estos ERTE hasta que la actividad alojativa recobre el aliento.

La afiliación se aplana

La destrucción y la hibernación -los ERTE- del empleo por el Covid-19 se concentró en el mes de abril. De ahí que en mayo la afiliación a la Seguridad Social en las Islas se mantuviera ya plana. Solo 631 cotizantes menos (-0,08%), dato que revela que se ha tocado fondo y se intuyen las primeras rampas de la uve que devolverá la economía al punto que ocupaba antes de desatarse el problema mundial. Ahora bien, de nuevo en este apartado se demuestra la intensidad con que el producto interior bruto canario descansa sobre la ocupación de los hoteles y apartamentos. Otras comunidades autónomas logran revertir la situación y comenzar a crear empleo hasta dejar al conjunto del país con un saldo positivo de 97.462 cotizantes más (0,53%) en el quinto mes del año.

La salida del hoyo

Por tanto, la rapidez en la salida del hoyo dependerá en buena medida de los resultados que alcance el turismo para convencer a los viajeros de la seguridad del destino. Eso no se logrará en pocos meses. Además, cada país, ante la imposibilidad de lograr grandes volúmenes de clientes extranjeros, se han volcado en retener a los suyos para garantizar que la actividad alojativa vuelva a funcionar. Tampoco hace pensar en una rauda recuperación el tamaño del golpe: 50.929 afiliados menos que hace un año (-6,29%) y esos otros 207.629 puestos de trabajo pendiente de un ERTE.

Mientras la locomotora del turismo se engrasa y comienza a moverse, los brotes verdes comienzan a asomar en la construcción. La segunda fase de la desescalada ha permitido retomar las pequeñas obras dentro de los edificios. Por otro lado, el Gobierno canario no oculta su deseo de invertir en obra pública para dinamizar este sector de la economía.

Como resultado, el ladrillo fue el único rincón que en mayo dio buenas noticias, con 908 desempleados menos de los registrados en abril. Servicios (5.905), el grupo de quienes buscan su primer empleo (737), agricultura (220) e industria (139) continuaron sumando personas en busca de una oportunidad laboral. Si el reparto de malas noticias se establece entre provincias, fueron peores en la de Las Palmas (3.864 parados más) que en la de Santa Cruz de Tenerife (2.229).

En términos de creación de empleo, fueron 2.144 altas a la Seguridad Social las registradas en el ámbito de la construcción en mayo, según expuso la Confederación Canaria de Empresarios (CCE). Mientras, el comercio (-953 empleos), la Educación (-695) y las actividades administrativas (-445) fueron las que más puestos de trabajo vieron esfumarse. Desde CEOE-Tenerife alertaron de la necesidad de "poner en marcha cuanto antes el Plan de medidas conducentes al impulso de la actividad económica, recogidas en el reciente Pacto de reactivación de Canarias".