¿Qué balance hace después de más de dos meses de crisis y tras la avalancha de expedientes de regulación temporal de empleo que ha tenido que tramitar la Dirección General de Trabajo?

Han sido unos meses muy duros en un departamento en el que lo habitual era analizar entre 80 y 100 ERTE al año y que en apenas dos meses y medio hayamos superado los 30.000. Esto se ha hecho gracias al esfuerzo de los funcionarios de la Dirección General de Trabajo, intentando ponernos al día con los medios informáticos, compaginándolo en muchas ocasiones con el teletrabajo y, lo más importante, con cuestiones que quisimos que fueran determinantes y que otras comunidades nos copiaron: que las resoluciones fueran colectivas, que la forma de comunicar las incidencias fuera lo más fácil posible para las empresas y, sobre todo, echándole muchas horas. Lo más importante es que supimos resolver este problema para dar seguridad a las empresas y a los trabajadores porque así no se tenía la incertidumbre del silencio positivo.

Más de 30.000 ERTE, más de 220.000 trabajadores afectados... Son cifras inéditas en la historial laboral de Canarias ¿no?

La verdad es que nadie se esperaba esto porque veníamos de un momento de estabilidad política, con una economía que caminaba bien y veíamos muy lejana esta pandemia. Cualquier familia, incluida la mía, está afectada por un ERTE y por el cierre de empresas y eso produce una enorme tristeza y desconcierto. Hemos trabajado muchísimo y echado muchas horas para dar respuesta a esos 30.000 ERTE, que en un primer momento entraban por miles diariamente. Lo habitual era tener seis funcionarios en la Dirección General de Trabajo y pasamos a 56 colaborando y centrados en resolver expedientes.

¿Han habido refuerzos y movilidad interna en este periodo para incrementar el personal?

Los primeros días, y ante la previsión de lo que sucedía, tomé la decisión de pedir ayuda y empezar a formar a trabajadores de otros departamentos de la Consejería para una labor que era mayúscula y veíamos casi imposible de resolver. Este es el verdadero mérito al haber concluido todo estos ERTE de fuerza mayor para dar seguridad jurídica a las empresas. El personal trabajó de lunes a domingo y durante todo el día para sacar adelante ese trabajo que quizá no hemos valorado en toda su dimensión.

El Colegio Profesional de Graduados Sociales afirma que muchos ERTE en Canarias salieron por el silencio administrativo positivo. ¿Es así?

Hay que diferenciar dos cuestiones: la autorización y la notificación final del expediente. Nosotros teníamos claro que había que autorizar y para ello la disposición a hablar con todos los agentes sociales y económicos de Canarias y los colegios profesionales era vital, de tal forma que cada vez que se firmaban autorizaciones de ERTE emitíamos ese listado a los colegios profesionales para que trasladasen a sus empresas representadas que se estaba cumpliendo. Es posible que ante la urgencia algún listado se dilatase más allá de los cinco días fijados de plazo y lo diesen por autorizados, pero lo que sí podemos decir es que estas resoluciones no se han aprobado por silencio, sino por la propia resolución para evitar esta figura y dar más seguridad.

¿Se van a revisar los ERTE a posteriori para detectar anomalías o ERE encubiertos como se dijo inicialmente?

Teníamos claro que íbamos revisando uno por uno a medida que entraban. De hecho se organizaron varios filtros entre los funcionarios y habían determinadas empresas que si incluían despidos anulábamos el expediente y, en algunos casos, solicitamos informes a la Inspección de Trabajo. Tuvimos que parar expedientes que estaban aprovechando la situación para despedir, por fortuna no fueron muchos y el resto se iba constatando el sector porque la evidencia de la fuerza mayor ya lo incluía el decreto del estado de alarma y aquellos donde podíamos fijar criterios lo hicimos.

¿Hay porcentaje o número de empresas que intentaron hacer despidos en esta coyuntura?

Creo que no fueron más de 15 o 20 empresas aproximadamente las que utilizaron paralelamente la fuerza mayor con los despidos. Un gran porcentaje utilizaron la figura de la fuerza mayor porque el real decreto 8/2020 ha sido una norma beneficiosa tanto para las empresas como para los trabajadores.

Canarias es la quinta comunidad con más afectados por ERTE. ¿Esta salvaguarda es suficiente para frenar la destrucción de empleo por la crisis?

Por mi experiencia como abogado de UGT el ERTE es una figura que ya conocía de la anterior crisis de 2008 y, efectivamente, es una salvaguarda para preservar los puestos de trabajo por causas productivas o económicas. Lo que ha cambiado ahora es que con este tipo de expedientes y la simplificación de su procedimiento se ha convertido en la principal protección de las familias canarias porque las empresas se han podido acoger a los expedientes y ha generado alivio a los trabajadores, de tal forma que a medida que se reactive la economía se vayan incorporando a las empresas. Es una figura que ha logrado sostener el mercado laboral para evitar la incertidumbre y la inseguridad.

¿Canarias tendrá que seguir con ERTE hasta final de año como piden los empresarios turísticos para evitar que se dispare de nuevo el paro?

Hay que destacar el anuncio de la consejera en el Parlamento del documento firmado con las organizaciones empresariales y los sindicatos para ir de la mano y mantener nuestro planteamiento en Madrid y es que, como mínimo, se tienen que alargar los ERTE en la actividad turística porque en ella se engloban también sectores que se nutren del turismo como el comercio minorista, mayoristas de alimentación, rent a car, transporte de viajeros, flores y plantas y otras muchas actividades dependientes que viven de lo que genera un hotel y sus alrededores. Creemos que el decreto 8/2020 es el modelo a seguir con la exoneración de las cuotas a la Seguridad Social y que se tengan en cuenta la apertura por centros de trabajo y no por empresas. Además, el objetivo no es que se prorroguen los ERTE solo a la actividad turística sino también a otras actividades económicas que se constate que deben mantenerse en la fuerza mayor hasta que se reactiven del todo.

Esta crisis ha vuelto a demostrar la fragilidad del mercado laboral canario porque más del 57% de los afectados por ERTE provienen de la hostelería y el comercio ¿no?

En otras comunidades la crisis también ha provocado estragos. Esta situación ha afectado a todos por igual sin distinción de territorios o sectores. Evidentemente la particularidad en Canarias por ser un destino turístico ha tenido una mayor repercusión pero también en las pymes, que es la mayoría del tejido productivo en Canarias pero también a nivel nacional. El cierre en los servicios ha dañado mucho al sector.

¿Tienen indicios de cómo se va a comportar el mercado laboral cuando acaben los seis meses en los que no puede haber despidos en las empresas con ERTE? En la anterior crisis se llegó al 33% de taso de paro ¿volveremos a esas cifras o incluso superar?

La confianza que tengo es que hay un Gobierno progresista en España y hay un presidente en Canarias que conoce los problemas que sufren los canarios. Tenemos que ser capaces de que se tenga en cuenta la singularidad de las Islas y la dependencia que tenemos del turismo, por eso las medidas de flexibilidad laboral deberían ser el mecanismo para evitar hablar de despidos. Estoy convencido de que si se sigue aplicando esta medida de prolongación de los ERTE no tiene ningún sentido despedir por parte de las empresas porque resulta mucho más cómodo estar en un ERTE con la exoneración de las cuotas de la Seguridad Social y con la salvaguarda del empleo garantizada. Se trata de estar en una situación de refugio antes que hacer números para despedir a unos trabajadores que en esta situación no representan ningún coste a las empresas. Los distintos decretos que se han aprobado hasta ahora vienen a marcar esa intención del Gobierno desde el inicio para evitar despidos y mantener las plantillas.

Antes de que explotara la crisis del Covid-19

Se estaba vislumbrando un momento de estabilidad política y todos los sectores nos trasladaban optimismo. Con la quiebra de Thomas Cook, al poco de incorporarme a la Dirección General de Trabajo, tuvimos el temor de cómo afectaría al sector pero aquello pasó de largo sin problemas. Vamos a ser optimistas porque no sabemos aún las consecuencias de la desescalada y creo que el espíritu de muchos empresarios en Canarias es seguir manteniendo la actividad económica, crear empleo y de las crisis surgen oportunidades que hay que saber aprovechar.

¿Las características que lastran al mercado laboral canario -estacionalidad, temporalidad, sueldos por debajo de la media- pueden dificultar la salida de la crisis?

Si hay algo que nos ha enseñado esta crisis es la apuesta por los servicios públicos de calidad. Serían impensables políticas que establezcan recortes en la sanidad o en la educación pero también tenemos que plantearnos ir hacia un modelo de estabilidad laboral de contratos indefinidos y de retribuciones que se ajusten a la media nacional, ese debe ser el modelo a seguir. Por eso resalto la figura de los ERTE, porque ni siquiera se han dejado atrás a los trabajadores con contratos temporales y cobran prestaciones por desempleo incluso sin tener suficiente periodo de cotización. Si hay algo que ha funcionado bien es que el Gobierno se ha dado cuenta de que hay mucha temporalidad y esto hay que cambiarlo. Debemos ir hacia una reforma laboral donde se establezca el contrato indefinido como el esencial y no utilizar el fraude de ley para justificar una contratación.

Pero tampoco se ha cambiado el modelo productivo y depender del sector servicios provoca esa temporalidad ¿no?

Pero fíjese como en la hostelería el convenio marca un porcentaje de la plantilla estable, es vital la negociación colectiva pero lo que no debería caber en Canarias es la temporalidad porque tenemos un tipo de turismo diferente al de Baleares, aquí hay turismo todo el año y debe abogarse por la contratación indefinida porque así se da estabilidad a las familias y se mejora el consumo. Hay que apostar por la derogación de la reforma laboral y suprimir la externalización de servicios porque genera precariedad.

¿Se dificulta la derogación de la reforma laboral que va en el programa del PSOE con este acuerdo con programa del PSOEBildu

El PSOE ha tenido ese compromiso de derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral. En un momento como este es necesaria una reforma laboral que sea entendida y trabajada con sindicatos y empresarios en la mesa del diálogo social y todo aquello que ha empeorado las relaciones laborales desde la recesión de 2008 hay que cambiarlo. Hemos visto como muchas actividades gracias a la mejora del SMI han intentado cambiar la situación.

¿No hay que tener cuidado con los compañeros de viaje para hacer esta reforma, como es el caso de Bildu?

Hay partidos que no generan empatía y confianza por la problemática que existe en la precampaña del País Vasco. Lo importante es que esto sirva para hablar y para poner sobre la mesa un tema tan importante como un cambio normativo en las relaciones laborales y este es el momento de hacerlo, tanto por la parte política como social, pero debe ser un elemento consensuado.

¿Cuál ha sido el nivel de coordinación en este periodo con el Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe

El 28 de marzo cambió la normativa y en ese decreto las competencias en el trámite de las prestaciones las asumió completamente el Sepe. Eso conllevó que el Sepe asumiera toda esa carga de trabajo. Incluso aquellos que tenían resoluciones favorables desde el 14 de marzo tuvieron que volver a transmitir la documentación de las plantillas al Sepe para el cobro de las prestaciones. Por ello, los retrasos que han existido se deben a la carga de trabajo que ha tenido el Sepe al tener que tramitar todas las resoluciones en este tiempo.

Los asesores laborales y graduados sociales denuncian que hay un gran volumen de afectados por ERTE que no han cobrado aún ¿Se debe a esto? ¿No se puede agilizar más la tramitación?

La comunicación entre la Dirección General de Trabajo y el Sepe siempre ha sido fluida así como con el Servicio Canario de Empleo. Pero en este caso nosotros no tenemos capacidad de entrometernos en un trabajo que tienen que hacer ellos porque la norma cambió. Es un organismo estatal que se dota de sus propios efectivos y en este caso es verdad que hemos visto esa avalancha como la hemos tenido nosotros. El cambio de la norma fue el 28 de marzo y el cierre de las nóminas fue dos días más tarde, por lo que ese retraso acumulado, a pesar del esfuerzo que han desarrollado, se han visto incapaces de asumir tantas prestaciones.

¿Pero los errores son realmente insalvables para no tramitar la prestación?

Lo que ha dicho el Sepe es que se corregirán muchos de esos errores de oficio, es decir, una vez que se tramitan las prestaciones para pagarlas se revisan aquellos cambios personales que se detecten en los trabajadores y después se complementan.