Alemania reabre la puerta a las vacaciones en el extranjero, en formato limitado, según evolucione la pandemia, y consensuado con los destinos de preferencia de sus ciudadanos en la Unión Europea, incluidas España e Italia, los socios más golpeados por la crisis de la Covid-19.

De la recomendación general de no viajar a ningún país del mundo, vigente desde mediados de marzo, el Gobierno de Angela Merkel quiere pasar a "indicaciones específicas y diferenciadas", explicó ayer su ministro de Exteriores, Heiko Maas.

El marco previsto para levantar esa advertencia es el 15 de junio, fecha en que expiraría el aviso vigente. Ese es, además, el día que mencionó la canciller la semana pasada ante el Bundestag (Parlamento federal) a partir del cual deben ir cayendo las restricciones fronterizas implantadas en el espacio Schengen.

"Está claro que no puede contarse con un rápido regreso a lo que era habitual", advirtió Maas, quien recordó que eso depende también de las restricciones que se mantengan en cada uno de los países comunitarios y a la evolución de la pandemia.

Maas hizo esta declaración tras la reunión virtual mantenida con homólogos de diez países -España, Italia, Portugal, Croacia, Malta, Grecia, Austria, Bulgaria, Eslovenia y Chipre- y a la que seguirá un nuevo encuentro en 15 días para abordar las medidas concretas a seguir para una país "campeón del mundo en viajes", afirmó Maas, en alusión a su condición de país emisor de turistas. De hecho es el primer mercado para España con 11,1 millones el pasado año y el segundo para Canarias, que en 2019 recibió a 2,6 millones de germanos. De su llegada depende en buena medida el sector turístico de las Islas, que es al tiempo el motor económicos de las mismas.

El encuentro virtual del ministro alemán con sus homólogos de esos países preferenciales tuvo lugar cinco días después de que Alemana empezara a reducir los controles fronterizos terrestres con sus vecinos.

Primero se levantaron las restricciones con Luxemburgo y Suiza, mientras que con Dinamarca, Austria y Francia se ha procedido a aliviarlas, a la espera de su total desaparición, a más tardar, el 15 de junio.