Al ministro de Consumo, Alberto Garzón, le llovieron ayer las críticas tras asegurar en el Congreso de los Diputados que el sector turístico español no aporta valor añadido y genera precariedad. Desde los ámbitos político y empresarial partieron ayer diferentes advertencias sobre el daño que afirmaciones de este tenor tienen para la recuperación de una actividad que sostiene el 35% del producto interior bruto (PIB) canario y el 40% de los puestos de trabajo.

El "desprecio" con que, según la Mesa del Turismo, se pronunció el ministro llevó a este lobby, integrado por medio centenar de los empresarios alojativos más poderosos, a exigir una rectificación "inmediata" o su dimisión. "Es inaceptable que una persona que ocupa un cargo de su relevancia demuestre semejante ignorancia y desconocimiento", explicó esta asociación, que preside Juan Molas, basándose en el liderazgo que el Foro Económico Mundial otorga al turismo español en el apartado de competitividad.

En realidad, el ministro Garzón no alumbró con sus afirmaciones un debate novedoso. Se refirió a las mayores dificultades que tienen las economías muy dependientes de un único sector, como España lo es del de los servicios -mucho más Canarias-, cuando se produce un parón en él. El problema estriba en la intensidad de sus afirmaciones y, sobre todo, en el momento elegido, cuando los indicadores del sector alojativo se acuestan sobre el cero.

"Las declaraciones son desafortunadas y no ayudan", señaló la consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla. No por ello negó estar de acuerdo con la necesidad de contar con " una economía más diversificada, especialmente el Archipiélago en el que casi el 80% depende de este sector, pero este no es momento para reinventarnos", detalló.

En los mismos términos, el presidente de la patronal turística de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), Jorge Marichal, admitió aspirar a que la economía de España "tenga varios sectores pujantes y basados en ámbitos con alto nivel de conocimiento y especialización". Sin embargo, recordó que la actividad alojativa fue la que hizo "una mayor aportación a la economía española" en 2019; el 14,3% del PIB estatal le otorgó un estudio elaborado por el World Travel & Tourism Council. "Este porcentaje es equivalente a 176.000 millones de euros", señaló el también presidente -sucesor de Molas- de la de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat).

"De momento necesitamos cortar la hemorragia, recuperar actividad económica de nuestra principal fuente de ingresos y para eso el sector necesita confianza y apoyo, y declaraciones como las del ministro Garzón no ayudan", abundó la consejera Castilla, para quien resulta esencial que los representantes públicos "conozcan el impacto de las actividades de las que hablan".

Cuestión esta última que tampoco dejó pasar el presidente de la Federación de Hostelería y Turismo (FEHT) de la provincia de Las Palmas, José María Mañaricua. "Gracias a los ingresos del turismo se equilibra la balanza de pagos de España", expuso. El directivo empresarial se mostró sorprendido por que "un economista" -Garzón lo es- obvie factores tan decisivos como ese.

En su opinión, el ministro mostró con sus afirmaciones "un desconocimiento absoluto" de la importancia que tiene el turismo para España. "Cuando quiera tomar medidas sociales se dará cuenta de la imposibilidad de hacerlo por la falta de ingresos fiscales que supone este parón", recalcó.

Los grupos que forman la oposición en el Congreso de los Diputados tampoco dejaron pasar la oportunidad de castigar al Ejecutivo por las palabras de Garzón. "La calidad de nuestra hostelería y turismo es de las mejores del mundo", señaló la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Su homólogo en el PP, Pablo Casado, rechazó los 14 días de cuarentena impuestos por el Ejecutivo de Pedro Sánchez a todos los provenientes del extranjero.