Las líneas marítimas de pasajeros y mercancías entre Canarias y la Península llevan dos meses resultando deficitarias para las tres compañías que continúan operándolas. El tráfico de pasajeros se ha convertido en testimonial por la limitación de desplazamientos para mitigar la propagación del nuevo coronavirus y a la vez el movimiento de carga también se ha reducido de manera considerable como consecuencia de la desaparición del turismo, pero las frecuencias prácticamente no se han reducido durante estas ocho semanas de estado de alarma. Las navieras que operan estas rutas subrayan que el abastecimiento de las Islas está garantizado, aunque reclaman a las administraciones un programa de ayudas para paliar una situación que se alarga en el tiempo.

"Los servicios que existían anteriormente están sobredimensionados con respecto a la necesidad actual de los movimientos de carga", indica Jaime Cabrera, director comercial y jefe de fletamentos de Naviera Armas Trasmediterránea.

La compañía canaria opera dos frecuencias semanales entre Cádiz y el Archipiélago con el ferri Ciudad de Palma de Trasmediterránea, aunque el directivo reconoce que "se hace muy difícil el sostenimiento de las rotaciones de los barcos" en la situación actual. "El 50% de los ingresos se frenó de inmediato el 14 de marzo y el otro 50% también se ha reducido porque el volumen de carga ha disminuido porque las necesidades que hay ahora son menores", señala en referencia al descenso del consumo asociado con la desaparición del turismo, una población flotante a la que va destinada una importante proporción de las mercancías que llegan al Archipiélago.

Viajes garantizados

Juan Ignacio Liaño, director de flota de Fred. Olsen Express, que comparte una ruta a Huelva con Baleària de dos frecuencias semanales operada por el ferri Marie Curie, subraya por su parte que las navieras continúan "garantizando el transporte marítimo en Canarias, los alimentos, los artículos de primera necesidad o los medicamentos". En cualquier caso, insiste en que todas las empresas que operan estas rutas lo hacen "a pérdidas" ahora mismo. "Parando la flota perderíamos menos dinero, pero evidentemente no lo vamos a hacer", aclara.

Parte de los ingresos de estas compañías provenía hasta mediados de marzo de los pasajeros que preferían el barco como medio de transporte hasta el territorio peninsular español, aunque el número de personas que ahora se desplaza en sus buques "se ha ido casi a cero", destaca Javier Jalvo, director comercial de la línea semanal a Huelva que opera la naviera FRS con el ferri Volcán del Teide. Esta compañía ha detectado un descenso en la mercancía rodada en el entorno del 50%, aunque no por la desaparición de sus clientes, sino por la menor demanda que existe en estos momentos en el Archipiélago. "No es que los hayamos perdido, sino que no tienen tanto movimiento", detalla Jalvo.

Los tres directivos insisten en que a pesar de las pérdidas que están experimentando las navieras no hay que temer una falta de suministros en Canarias. "Habrá empresas que empiecen a mirar si tendrán que reducir las líneas regulares, porque los costos no se podrán mantener, y puede que la amplia oferta que hay hoy se vea reducida por cualquiera de los actores, pero de desabastecimiento no se puede hablar hoy por hoy", subraya Cabrera, mientras que Liaño añade que "el abastecimiento en las islas nunca ha estado en peligro".

Jalvo, por su parte, insiste en que la demostración de que no hay peligro de desabastecimiento es el mantenimiento de las operaciones a pesar de la merma económica que está suponiendo para las compañías: "Está garantizado; por ejemplo, en lo que a mi empresa respecta no hemos dejado de dar el servicio y por eso estamos viéndonos así".

Medidas urgentes

La compensación a ese esfuerzo que afrontan las compañías navieras pasa, a su juicio, por la aplicación a las rutas con la Península de medidas similares a las que ya hay en marcha para los movimientos entre las Islas. También reclaman su inclusión en los paquetes de ayudas que está diseñando el Gobierno de España para apoyar a compañías de distintos sectores. "Esa inyección de apoyo económico no es que vaya a cubrir el servicio, ni mucho menos, pero mejorará la situación, que ahora mismo es complicada", advierte Cabrera.

Otra opción puesta en consideración por estas compañías es el fomento de más ayudas a los pasajeros para reducir el precio de los billetes cuando se pueda volver a viajar: "Tenemos que ver cómo hacer para atraer a la gente, porque habrá que animarles a coger confianza", abunda Liaño.

Por último, también apuntan a la reducción de las tasas portuarias. Algunas de ellas, las vinculadas al pasaje o la mercancía, han disminuido a la par que el volumen de los tráficos, pero no así la que se paga por la estancia de los buques en las instalaciones portuarias: "No se pueden pagar las mismas tasas cuando el barco va al 20% que cuando va al 100%", concluye Jalvo.