Varias estaciones de ITV no abrieron al público ayer, a pesar del anuncio del Gobierno, mientras en otras se atendió con cita previa y a quienes fueron de forma directa. En algunos talleres se planificó el trabajo con tiempo y desde la semana pasada se abrió el periodo para solicitar servicios. En otros, se controla el acceso y se cubre la demanda con parte del personal.

Carreteras. Las carreteras vuelven a recuperar, poco a poco, el movimiento de vehículos, pero sin llegar a la "masificación" previa al estado de alarma. En la autopista del Sur de Tenerife ayer por la mañana era evidente que la normalidad anterior al 14 de marzo no ha llegado aún. Hay más tráfico, pero más espaciado y fluido que hasta hace siete semanas. Por ejemplo, en Guaza no había cola en dirección a Las Américas y Costa Adeje. En la autopista del Norte, en el tramo Santa Cruz-La Laguna, la circulación sí presentaba mayor densidad.

Algunas ITV cerradas. Una de las sorpresas que se llevaron algunos ciudadanos fue que algunas estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) todavía están cerradas, a pesar de que se les permitió abrir. Es el caso de los centros de Applus, media docena en toda la Isla (Adeje, San Miguel, Güímar, El Mayorazgo, Cuesta-Taco y Los Rodeos). Un conductor de más de 60 años se aproximó a la valla de la entrada de este último recinto, que estaba cerrada, y le preguntó a un empleado que cuándo podría estar abierta. Todavía no hay una fecha concreta, pero todo indica que en los primeros días tendrán prioridad quienes pidan cita previa. En dicho recinto, varios trabajadores realizaban en la mañana de ayer diversos trabajos de acondicionamiento. Todo indica que el anuncio gubernamental ha cogido a algunas empresas sin estar completamente preparadas para atender a los ciudadanos.

Tacoronte. Una de las ITV que sí funcionó ayer fue la de Tacoronte. Algunos clientes solicitaron cita previa y pudieron ponerse, de forma inmediata, en la cola para intentar pasar las diferentes pruebas. Al mediodía, mientras tres conductores ya eran atendidos en la nave, un motorista y tres ciudadanos más con sus turismos esperaban para acceder. Y otros ocho esperaban de pie para que los atendieran en la oficina, ya que acudieron de forma directa.

Conductores. Entre quienes fueron previsores estaba Ana Escobar, vecina de La Victoria, que acudió con su marido y su hijo. Apostó por pedir cita por internet, ya que así, además de un servicio más rápido, obtuvo un ligero descuento. Otro de los clientes es Abel Nicolás Mesa, de Automóviles Abli, en La Perdoma (La Orotava). Por su actividad profesional acude con mucha frecuencia a estas instalaciones, unas semanas más que otras. Este joven, que también es piloto de rallyes (como en su día lo fue su padre), acude a la ITV de Tacoronte por su rapidez en la atención y por el trato del personal. En la cola también se hallaba Cristóbal Socas. La anterior inspección se le venció a finales de marzo, pero, ante la situación de alarma, su obligatoriedad de renovarla quedó paralizada. Como reside en Bajamar y trabaja en Santa Cruz de Tenerife, tener en vigor la ITV le resulta esencial.

Sin cerrar. El Paso 2000 de Camino San Lázaro ha sido uno de los denominados servicios esenciales que no cerró a partir del 14 de marzo. Su encargado, Omar Barrios, reconoció que ayer por la mañana hubo más trabajo que el anterior lunes. En las pasadas siete semanas han atendido a vehículos de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y a ambulancias, por ejemplo. Dicha empresa creó una campaña de ayuda a quienes están en primera línea (agentes de seguridad, bomberos, personal de ambulancias, trabajadores de supermercados o transportistas, entre otros), por la que no cobraba los arreglos de pinchazos. Como usuario de las carreteras en estos casi dos meses, Barrios reconoce que ayer sí ha notado un incremento en la circulación. Y también más afluencia de clientes. A todos se les atiende con cita previa, por lo que la carga de trabajo está controlada.

Empresario y piloto. Enrique Cruz, campeón de Canarias de Rallyes de Asfalto en diversas temporadas y con muchas victorias en pruebas de Montaña, también está al frente de un taller y de un establecimiento de venta de vehículos en La Laguna. Cruz explica que "los clientes ya los esperábamos, porque tenían cita desde la semana pasada para venir hoy". Desde su punto de vista, lo más complicado ha sido "adaptarnos a la nueve normativa de seguridad, tanto nuestra como de los clientes". Colocó una mampara en la oficina de atención, puso gel para personal y ciudadanos y adquirió paquetes de mascarillas para los empleados; a cada uno le asigna una bolsa que contiene varias y cada una puede ser sometida a un centenar de lavados. Si el trabajador tiene que hablar con un cliente, en el taller o en la prueba de un coche, se le da una visera para que disponga de más protección. Reconoce que "lo que más nos cuesta es pedir las citas en algunas ITV", que supuestamente empiezan a recibir clientes con cita a partir del jueves.

Con menos personal. Antonio Henríquez Negrín es el dueño, con su esposa e hijos, del Taller Internacional, entre la carretera Cuesta-Taco y la Autopista del Norte. Este empresario desde los 24 años y natural de Agulo, mantuvo su negocio abierto hasta el 24 de marzo. Con la puerta cerrada, sus empleados terminaron el trabajo que quedó sin acabar 10 días antes. Pero, poco a poco, dejaron de funcionar los servicios de recambios o los desguaces. Desde el 25 de marzo aplicó un ERTE a sus 11 empleados. Retomó la actividad el pasado 4 de mayo, "con poco más de la mitad del personal, para empezar a caminar". "En las últimas semanas, -dice- apenas ha habido coches en las carreteras y, por tanto, tampoco han existido muchos accidentes". "Si ahora me obligan a sacar del ERTE a todo el personal, tendría que cerrar", apunta. Junto a él y su hijo, en la nave trabajan seis empleados ahora. La puerta de la nave está cerrada casi en su totalidad, menos el hueco para que pase el cliente. Tras hacerle la orden de reparación, en primer lugar, el vehículo se desinfecta en la calle. Y después se entra al taller. Ha pedido máquinas de ozono para desinfectar cada turismo por dentro, "pero en la Isla no hay".