El precio del alquiler en las Islas Canarias registró en abril una bajada del 6,29 por ciento respecto al mismo mes de 2019 y del 1,76% si se compara con el mes de marzo, según el informe mensual de precios de alquiler elaborado por pisos.com, que añade que el archipiélago registró una renta media de 848 euros mensuales y una superficie media de 94 metros cuadrados.

Por provincias, Santa Cruz de Tenerife disminuyó el precio un 4,41%, situándose en 862 euros y 96 metros cuadrados; y en Las Palmas hubo una caída anual del 6,44%, hasta los 932 euros con 93 metros cuadrados de media.

Mientras, en el conjunto de España, el precio medio de la vivienda en alquiler se situó en los 995 euros al mes con una superficie media de 121 metros cuadrados en abril, lo que supone un incremento del 8,34% en comparación con el mismo mes del año anterior, pero una caída de casi el 0,7% en comparación con marzo.

Por regiones, las comunidades con los alquileres más caros fueron Madrid (1.828 euros), Baleares (1.476 euros) y Cataluña (1.285 euros), mientras que Extremadura (460 euros), Castilla-La Mancha (578 euros) y Galicia (608 euros) fueron las más baratas.

Baleares fue la comunidad donde se registró un mayor incremento respecto al año pasado (+15,49%), seguido de Madrid (+12,70%) y Cataluña (+8,97%). En este periodo, el precio solo descendió en Canarias (-6,29%), La Rioja (-2,72%) y Comunidad Valenciana (-1,86%).

El director de estudios de pisos.com, Ferran Font, ha afirmado que la situación excepcional que vive el país por la crisis sanitaria también ha tenido su efecto en el mercado del alquiler.

De hecho, cree que la subida de las rentas ya estaba empezando a enfriarse en las ciudades con mayor presión y que la llegada de la pandemia ha favorecido a que la desaceleración se produzca más rápido.

El experto cree que la razón se fundamenta en el impacto que el coronavirus está teniendo en los ingresos de los hogares. "La difícil situación laboral a la que se están enfrentando muchas familias está promoviendo la negociación de las mensualidades a la baja y, en algunos casos, la rescisión de contratos de arrendamiento.

Para Font, aunque las ayudas del Gobierno ayudarán a aliviar las finanzas de muchos afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), el desfase entre la solicitud de las mismas y el cobro "dejará por el camino a muchos inquilinos".

No obstante, cree que en ciertas capitales el efecto en el precio del alquiler será contenido porque sigue habiendo más demanda que oferta. También considera que este desequilibrio podría suavizarse gracias al alquiler turístico, aunque de forma puntual.

"Aunque existe cierto trasvase de pisos vacacionales al alquiler residencial, es poco probable que se consolide, pues está motivado por las limitaciones de movilidad del contexto actual", ha añadido.