El sector comercial en Canarias ha registrado un descenso del 6,3% en el primer trimestre como consecuencia del cierre de negocios debido a la declaración del estado de alarma por la Covid-19, un cierre que ha provocado que el sector haya retrocedido a cifras de hace seis años, justo antes de la recuperación económica. Asimismo, en solo dos meses -marzo y abril- la cifra de parados del sector comercial se ha disparado hasta casi 7.000 personas.

Éstos son sólo algunos de los datos que se extraen del 'Boletín de Coyuntura Sectorial de Comercio', correspondiente al primer trimestre de 2020, que ha sido presentado hoy viernes en rueda de prensa por el presidente de la Cámara de Comercio, Santiago Sesé; la directora general, Lola Pérez, y el director general de Cajasiete, Manuel del Castillo.

El presidente de la Cámara ha afirmado que han bastado quince días para provocar un "auténtico desplome" de la actividad y de los resultados del comercio en Canarias, afectando a todos los indicadores, tanto la cifra de empresas, como el empleo, las ventas y la confianza de los empresarios del sector.

Santiago Sesé ha advertido de que esta tendencia negativa se profundizará en los próximos meses y añadió que el tejido empresarial se encuentra en una situación "inédita". Para superar esta situación considera que hacen falta medidas "excepcionales y valientes", sobre todo porque el comercio es "una actividad fundamental y esencial de cara al empleo".

Sesé apuntó que hay que tener en cuenta que Canarias ha dejado de contar con un gran potencial, como son los cerca de 14.000 millones de turistas que cada año visitan el archipiélago, a lo que hay que unir que el consumo residente ha quedado "prácticamente deprimido" por el colapso de la economía.

Por ello, la Cámara de Comercio demanda un conjunto de actuaciones urgentes para sostener una transición que va a ser "muy dura" y "durante un tiempo determinado". En este sentido, Santiago Sesé insiste en que hay que intentar mantener el tejido productivo porque "es fundamental darle continuidad, pensando siempre en lo que puede ser la recuperación posterior". Por ello, también pide medidas de acompañamiento a las empresas para que puedan mantenerse abiertas y, sobre todo, conservar los puestos de trabajo.

En el plano sanitario, ve clave implantar protocolos de seguridad tanto para trabajadores como clientes. Así, sostiene que, antes de abrir los establecimientos, hay que saber cómo aplicar esos protocolos sin que haya improvisación porque eso genera inseguridad y no ayuda a recuperar la confianza y poder retomar la actividad y el consumo. Además, ve imprescindible garantizar que los establecimientos tengan todo el material de protección necesario antes de la apertura, en referencia a los EPI.

Seguridad económica

Santiago Sesé defiende, además, la seguridad económica para la supervivencia de las empresas. Para ello, considera que el Estado tiene que hacer un esfuerzo en la prórroga de los ERTE y su flexibilización, permitiendo que los trabajadores se vayan incorporando a las empresas de forma paulatina en función de cómo se vaya recuperando la actividad económica.

En el caso de Canarias, el Gobierno de España ya ha anunciado la posible prórroga de los ERTE vinculados al sector turístico. A este respecto, Santiago Sesé considera que hay que saber qué se entiende por sector turístico, pues en las islas todos los sectores dependen de él; también es clave saber cuándo se va a abrir el espacio aéreo y qué líneas aéreas están dispuestas a volar a Canarias. "Habrá que hacer un gran esfuerzo para reconstruir la actividad y va a hacer falta mucha ayuda por parte de los gobiernos", remarcó Sesé.

Asimismo, plantea que se destinen subvenciones y ayudas para acometer reformas en los establecimientos y para hacer frente a los alquileres que en estos momentos tienen que costear los comerciantes. A este respecto, propone la puesta en marcha de ayudas enfocadas a la reducción o, incluso, la eliminación de tasas e impuestos municipales, lo que podría ayudar a paliar esta situación.

A su vez, la Cámara aboga por acometer campañas para estimular el consumo. Por otro lado, apuesta por seguir apoyando la modernización y profesionalización del comercio, apostando por la digitalización y los diferentes canales de distribución, pues en estos momentos, debido al confinamiento, casi todo el mundo ha tirado del comercio online, apuntó Sesé.

También considera importante que pueda llegar financiación a las empresas: "Esta medida es fundamental y vital porque puede estar en estos momentos preservando el tejido empresarial y, además, por la posibilidad que va a dar para poder mover la economía".

Balance del trimestre

Durante el primer trimestre, la caída del sector comercial se ha producido fundamentalmente en el mes de marzo, a partir del día 15, cuando se declara el estado de alarma y se cierra toda la actividad. En tres meses, el sector ha sufrido una caída del 6%, similar a la que registraba en el mismo periodo en 2013, justo antes de la recuperación económica, y una caída superior a la que registró el Estado español, del 2,8%. Por tanto, en un solo trimestre, ese cierre ha hecho que nos detraigamos seis años atrás.

En marzo, la caída de las ventas en el sector comercial fue del 20%, frente al retroceso nacional del 14%. Toda la caída se produce en el tercer mes del año, pues en enero las ventas se mantuvieron más o menos estables, con una caída del 0,4%, y en febrero crecieron un 1,6%. Por tanto, la recuperación que se estaba registrando en el sector se desplomó por el cierre de actividad.

Por tipo de productos, el sector de la alimentación registró un importante impulso en marzo, con un crecimiento del 5%, mientras que el resto de productos cayeron un 35%, un dato que se espera mejore a medida que reabran los comercios.

En cuanto a la ocupación, el comercio mantuvo el empleo y el índice de ocupación sólo experimentó una caída del 0,2% con respecto al mismo periodo del año anterior. Comparando con otras comunidades autónomas, la caída que sufre el sector en Canarias es la más significativa, del 6,3%. Por tanto, es el archipiélago la región más afectada por el cierre de la actividad comercial como consecuencia del estado de alarma.

Atendiendo al número de empresas, el descenso en el primer trimestre es también muy importante. Así, en enero, febrero y marzo se cerraron 1.384 empresas, de las que más de un millar se corresponden con pymes. Respecto a los afiliados, en marzo se produjo una caída del 4,1%, mientras que en el conjunto del trimestre se produjo una reducción del 0,8%.

Finalizado el mes de marzo, en Canarias había 151.000 empleos dedicados al sector comercial, lo que nos sitúa en cifras de 2017. Además, hay que tener en cuenta que en este volumen de afiliados no están los afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), de ahí la importancia de que se produzca su reincorporación de forma progresiva, no sólo en actividades vinculadas con el turismo, sino que se haga extensiva al conjunto de los sectores productivos.

Hasta marzo, los parados subieron hasta alcanzar los 37.000 desempleados, lo que supone 2.000 más que hace un año. A finales de 2019 había en las islas 33.000 parados en el sector comercial. Por meses, el paro creció en enero en 1.144; en febrero, se redujo en 144, pero en marzo subió en 2.800 personas y en abril, en 4.300, por lo que sólo en dos meses la cifra de parados del sector comercial se ha elevado hasta 7.000.

En relación al Índice de Confianza Empresarial (ICE) en el comercio, en torno al 80% opina que en el segundo trimestre va a caer su actividad, mientras que un 16% cree que va a mantener las ventas y apenas un 6% prevé que éstas aumenten, sobre todo aquellos negocios vinculados con la venta de productos de primera necesidad, como pueden ser los supermercados.