El rebrote de las escaramuzas y hostilidades verbales de EE UU hacia China, con la amenaza de imposición de nuevos aranceles y restricciones comerciales, y la vuelta a la debilidad en los precios del petróleo impactaron ayer en las Bolsas, que cerraron en rojo de forma generalizada. La española cedió el 3,6%y cayó por debajo del hito de los 7.000 puntos (cerró en 6.767), con lo que el índice de referencia (el Ibex 35) perdió todo lo que había ganado en abril.

La Bolsa española no fue la más perjudicada. Las caídas fueron mayores en Francfort (3,64%), Milán (3,7) y París (4,24), así como la del Euro Stoxx (3.81). De las grandes plazas europeas, sólo Londres aguantó bien el envite y apenas cedió el 0,16%. Todos los valores del Ibex cerraron en rojo, salvo Telefónica, que subió el 2,85% tras anunciar que negocia la posible fusión de su negocio en Reino Unido con el de Liberty Global.

En el pesimismo bursátil han influido el cierre en negativo de Nueva York el viernes, las fricciones entre Washington y Pekín, y el petróleo. Por el contrario, las previsiones económicas que el Gobierno anunció el viernes no parece haber asustado a los inversores, dado que el Ibex no fue el índice que salió peor parado en Europa.

Un indicador muy fiable

Los datos PMI del pasado mes de abril, un indicador adelantado muy fiable de las tendencias, arrojó datos muy negativos sobre la industria manufacturera europea, pero esto (y al igual que la previsión del ejecutivo español el viernes) no es más que la constatación y cuantificación de lo obvio: un derrumbe de la actividad por los confinamientos que ya debería estar descontado.

Lo que es nuevo es la reapertura de las tensiones entre Estados Unidos y China. Contradiciendo los informes de sus propios servicios de inteligencia y de la comunidad científica, el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguran tener pruebas de que el coronavirus emanó de un laboratorio de Wuhan (China), lo que desmiente Pekín. El gobierno de Washington ha amenazado al de la República Popular China por ello con un rearme de la guerra comercial.

Esto fue suficiente para tumbar las Bolsas, y también afectó al petróleo. El crudo, tras varias jornadas recuperando su precio, volvió a caer a comienzos de la sesión por el temor al exceso de oferta y la saturación de los depósitos que almacenan los excedentes de producción.

La tendencia del crudo

La amenaza de Estados Unidos no hizo más que agravar la tendencia del crudo por el miedo a una guerra arancelaria que frene más la economía mundial y aleje la recuperación. El petróleo terminó por repuntar pero para entonces ya había agravado el nerviosismo en los parqués.